Tuesday, December 31, 2013

Y no es mi culpa,
si su sonrisa sabe a casa,
y si habla de esa manera,
y si tiene esa mirada
que sólo le quieres abrazar.

Y no es mi culpa si le echo de menos
de aquí a la luna y más.
Es su culpa,
por ser tan genial.
Por ese oyuelo derecho,
hubiera pagado.
Hubiera incluso
casi matado.
No hay libertad que no se pague con sangre.
Rozando los aledaños de su alma,
sintiendo el rocío en cada amarre.
No hay manera de soltarlos,
no hay manera de alcanzarla.

Monday, December 30, 2013

Yo no quiero nada especial.
Ese disco.
Ese libro.
Más folios en blanco.
Su mirada.
La de ellas.
Que todos los corazones que quiero
sigan latiendo con fuerza.
Que no dejen de sonreír.
Que el sol siga saliendo.

Y si puede ser,
y sólo si puede ser,
que por fin sea capaz
de ponerme a hacer deporte.


I LOVE YOU TO THE BONES.
Ez daki nola bizitzen dudan,
nola daramadan barnean,
zer esan nahi duen niretzat.

Bere begiek,
ordurarte inork sekula
begiratu ez ninduen
bezala begiratu
zidatenean,
nire begiek nola egin zuten negar,
nire bihotzak irribarre egiten zuen bitartean.
Y él a veces cree que me he olvidado.
Como si eso fuera posible.
Como si eso fuera una opción.

Nunca.
Las agujas del reloj ya van gruñendo
que es hora de irse a dormir.
Las agujas del reloj
o lo que sea
que mueva los
números
del reloj de mi portátil.

Quizá el sueño tarde aún un poco más en venir.
Quizá tenga un motivo más para que me cueste dormir esta noche.
Quizá no debería.
Pero lo sigo haciendo.
Me da miedo.
Miedo
que en
las distancias
cortas
siga ganándome
el pulso
que siempre me ganaba.
Miedo
de caer
rendida sin remedio
al error
del que tanto
me costó escapar.
Que te puedo contar un montón de historias, y hablarte de mogollón de cosas que no te van a importar, y darte datos, y repetirte cuentos, y pasarme así más de mil horas. Llenarlo todo de paja. Camuflarlo.

Cuando en realidad lo único que quiero decirte
se resume en tres palabras:
quiero más tú.

Y lo demás, me la suda un rato.

Sunday, December 29, 2013

Por aquí todo sigue igual. Ama sigue poniéndose nerviosa cada dos por tres, y grita y hace que todo sea un caos. Sigue cocinando compulsivamente, y diciendo cosas que no tienen sentido pero que nos hacen reír. Aita está como siempre. Casi parece que no ha envejecido. Yo le sigo viendo igual. Igual de tranquilo, igual de sensato. Sigue siendo mi equilibrio. Eneko, bueno ya sabes como era. Sigue yendo a su bola, hablando de cosas que no entiendo, y creciendo cada día un poco más. Es más alto que yo ya. Bastante más alto. Y si le vieras ahora no le reconocerías. Era un crío cuando tú le conociste. Ahora es un mini clon de aita. Pero nos seguimos riendo, y nos llevamos mejor, y parece que nos cuesta menos eso de ser hermanos. Le sigo queriendo más que a mi vida. Y yo, bueno, yo voy sobreviviendo. No puedo quejarme, aun respiro y eso es bastante. Volví a recaer. Y aquí sigo, intentando salir del todo, pero sin conseguirlo. Sigo teniendo pesadillas, y el insomnio se acentúa por momentos. Sigo teniendo miedo. Sigue sin gustarme la nieve, y sigue sin gustarme madrugar. Pero contigo hasta eso era distinto. Sigo sintiendo que subir las escaleras ya no es lo mismo. Todavía siento tu vacio a un lado. Sigo mirando hacia arriba cuando estoy en el paso de cebra, esperando que tus ojos me miren desde los barrotes del balcón. Y ver que no estás sigue doliendo. Sigo sin poder quitarme de la cabeza la carita que ponías cuando me veías. Y la cara que ponía yo cuando aparecías corriendo por cualquier esquina, a una velocidad de vértigo, en busca del sonido de mi voz. Sigo escribiendo. Igual que cuando me conociste, sólo que con los años escribo cada vez más. Sigue siendo mi vida. Y mi forma de liberarme de toda la mierda. Y sí, mi ángel, sé que lo sabes, pero te lo diré otra vez: sigo escribiendo por ti. Sigues siendo mi inspiración, mi musa peluda y de colores. Sigo pensando que hay heridas que no se curan con el tiempo. Y sigo sintiendo que hay amores tan enormes que no caben en un sólo corazón. Por eso duelen.

Sigo queriéndote a muerte en todos los segundos de todas las horas. Sigo echándote de menos a morir: aquí, ahora, siempre. En la eternidad.

Friday, December 27, 2013

A John William Corrington
Enero 17, 1961

Hola, Sr. Corrington:

Bien, a veces ayuda recibir cartas como la tuya. Ya son dos. Un joven de San Francisco escribió diciéndome que algún día habrá quien escriba libros acerca de mi, si esto podrá ayudar en algo. Bueno, no estoy en busca de ayuda, o praise tampoco, y no estoy tratando de ser pesado. Pero yo solía jugar un juego conmigo mismo un juego llamado isla desierta, y mientras estaba tirado en la cárcel, en la clase de arte o caminando hacia la ventanilla de diez dólares en las carreras, me preguntaba, Bukowski, ¿si tú estuvieras en una isla desierta, tú solo, y nunca ser encontrado excepto por pájaros y gusanos, tomarías una vara y rascarías palabras sobre la arena? Yo tenía que decir no, y por un rato esto resolvía un montón de cosas, y me dejaba seguir adelante y hacer un montón de cosas que yo no quería hacer, y me alejaba de la máquina de escribir y me ponía en el pabellón de caridad del hospital municipal, la sangre corriendo fuera de mis oídos, de mi boca y de mi culo, y ellos ahí esperando a que yo muriese, pero nada pasaba. Y cuando salía me preguntaba otra vez, Bukowski, ¿si estuvieras en una isla desierta? y etc; y sabes, pienso que era que la sangre había abandonado mi cerebro, o algo, y yo decía sí, sí, yo tomaría una vara y rascaría palabras sobre la arena. Bueno, esto solucionaba un montón de cosas porque me permitía seguir adelante y hacer las cosas, todas las cosas que no quería hacer, y me dejaba tener la máquina de escribir también; y desde que ellos me dijeron que un trago más me mataría, ahora le he bajado a dos galones de cerveza al día.
Pero la escritura, por supuesto, cómo el matrimonio, la caída de la nieve o las llantas de los autos, no siempre perdura. Tú puedes ir a la cama el miércoles en la noche siendo un escritor y despertar el jueves por la mañana y ser otra cosa totalmente diferente. O puedes irte a la cama el miércoles por la noche siendo un plomero y despertar el jueves por la mañana siendo un escritor. Este es el mejor tipo de escritores... Muchos de ellos mueren. Claro. Por sus arduos intentos; o por otro lado, porque se vuelven famosos y todo lo que escriben es publicado y ya no tienen que buscar más. La muerte tiene muchas avenidas. Y si a pesar de todo tú dices que mi material te gusta, quiero que sepas que si se vuelve roto, no será porque trate demasiado duro o muy poco, será porque me he quedado o sin cervezas o sin sangre. Para lo que sirva, puedo permitirme esperar: Tengo mi vara y tengo mi arena.

Charles Bukowski





A Jon Webb
4 de Septiembre de 1962

Con respecto a la muerte de mi mujer el 22 de enero último, no hay mucho que decir, excepto que yo ya no seré el mismo. Quizá intente escribir sobre eso, pero está todavía demasiado cerca. Puede que siempre esté demasiado cerca. Pero aquella vez en el pabellón de caridad, años atrás, una chica mejicana que cambiaba las sábanas me dijo que se iba a acostar conmigo si yo mejoraba, e inmediatamente empecé a sentirme bien.
Tenía una sola visita: la mujer borracha de cara redonda y roja, una amante del pasado que a veces se bamboleaba contra la cama, y se iba sin decir nada. Seis días despues yo estaba manejando un camión, levantando paquetes de 20 kilos y preguntándome si la sangre vendría otra vez. Un par de días más tarde tomé el primer trago, ése que dijeron me mataría. Una semana más tarde conseguí una máquina de escribir y, despues de una pausa de diez años y de haberle vendido mis cosas a la revista "Story" y a otras, mis dedos se pusieron a construir un poema. O mejor dicho, una charla de bar. Esa cosa que no es lírica, que no canta. Los rechazos llegaron bastante pronto. Pero no me afectaron, porque yo sentía que en cada línea estaba diciendo algo. No para ellos, sino para mí mismo. ahora puedo leer muy poca poesía o muy poco de cualquier otra cosa. Bueno, la dama borracha que se bamboleaba contra mi cama la enterré el último 22 de enero. Y nunca vi a mi chica mejicana. Vi a otras, pero ella hubiera estado bien. Hoy estoy solo, casi afuera de todas ellas: de los glúteos, los pechos, los vestidos limpios como trapos nuevos en la cocina. No me tomes a mal, todavía tengo 1,80 y 90 kilos de posibilidad, pero yo podía mejor con la que ya no está.

Charles Bukowski

pero a menudo toma décadas
darse cuenta de ello
y más a menudo
cuando esto ocurre
es demasiado tarde
y no hay nada peor
que
un demasiado tarde.

- Bukowski

A esos hombres que intentan decidir sobre el derecho de abortar de las mujeres les diría que...

Que no tienen ni idea de lo que es que te baje la regla por primera vez, y sentir que dejas de ser una niña. Pensar, que eso que tu cuerpo está expulsando, un día será lo que te hará ser mamá. Y sentir que la naturaleza te ha dado algo tan especial, que te sientes realmente feliz e importante. Que no tienen ni idea de lo que es tener que prestar una atención completa en esas clases de sexualidad cuando hablaban de los anticonceptivos, porque nosotras sabíamos que podía pasar aquello que no queríamos que pasara. Y queríamos evitar que pasara, porque si pasaba, aquello sería nuestro fin. No porque fuera nada malo, sino porque ni ellos iban a estar ahí, ni nuestros padres iban a entenderlo. Teníamos miedo. Miedo de quedarnos embarazadas antes de tiempo, miedo de perder nuestra juventud, miedo de terminar con un bebé al que no podríamos cuidar como nos gustaría, y al que no podríamos dar todo lo que necesitara. Por eso nos aprendimos de memoria todas las reglas básicas, y nos marcamos a fuego eso de "póntelo, pónselo." Aprendimos que el condón sería nuestro mejor aliado, y que teníamos que tener muchísimo cuidado. Que no tienen ni idea de lo que es ir a la farmacia a comprar un predictor porque a tu colega le da vergüenza, y ver la angustia en su cara y saber que está pasando un infierno. Que no tienen ni idea de lo que es estar con esa colega metida en un baño, esperando esos cinco minutos cruciales para saber si está o no embarazada, porque se rompió el condón, y no pudo tomarse la pastilla del día después, y está jodidamente acojonada. Y que no tienen ni idea de lo que es empezar a abrazarnos y saltar y respirar de alivio al ver que el test da negativo. Que no tienen ni idea de lo que es el aborto para una mujer. Me da igual de qué edad, afecta sí o sí. Tener que tomar la decisión de si seguir con el embarazo, o pararlo. Sabiendo que estás parando una futura vida, la vida de tu futuro bebé. Los daños colaterales que conlleva. Las consecuencias bien físicas, bien emocionales que crea en la mujer. Lo duro que es enfrentarse a una decisión así. Que ellos no tienen útero, ellos no pueden saberlo. Que ellos dicen: venga, sin condón, que no pasa nada. Pero sí que pasa. Y es que ellos luego no tienen que tomar la decisión. Ellos se van y duermen tranquilos. Pero nosotras nos volvemos locas.Que no tienen ni idea de lo que es para una joven, tener que tenerlo, cuando no se ve preparada. Sin saber qué será de su vida, cuando todavía no ha encontrado su propio camino, verse con un renacuajo en los brazos. Perdida, asustada, paralizada. Sobrepasada por la situación.  Que no tienen ni idea de lo que supone decir: tuve que abortar, porque él no iba a hacerse cargo, y yo no tenía recursos suficientes para sacar adelante a un bebé. Pero sintiéndolo, arrepintiéndose. Porque quería tenerlo. Lo quería de verdad. Pero no podía. Porque no quería traer al mundo a un bebé que no tendría asegurado lo mínimo. Que no tienen ni idea, no tienen ni idea de las veces que las mujeres nos sobresaltamos cuando tenemos un retraso, las conversaciones que tenemos con las amigas angustiadas, las veces que nos hemos planteado "¿y si ahora te quedaras embaraza que harías?", y lo confundidas que estamos, lo difícil que se nos hace decidir. Y ahora, ellos quieren decidir por nosotras, porque creen que tienen derecho sobre nuestros úteros, porque creen que entienden cómo se siente una mujer. Están equivocados. No tienen ni idea.

Por eso, a esos hombres que intentan decidir sobre el derecho de abortar de las mujeres, les diría que si tienen hijas se pongan en su piel, y si no las tienen que intenten pensar que harían si tuviesen una hija de dieciséis años y se quedase embarazada. Sin quererlo, sin desearlo. Y con un miedo terrible por no saber qué hacer. Que por favor, piensen en las mujeres, y en lo que supone para ellas quedarse embarazadas. Muchas mujeres soñamos con ser mamás alguna vez. Pero en esa imagen, nos vemos con unas condiciones óptimas: un piso, trabajo, tiempo. Porque el bebé se merece eso. Y nosotras queremos lo mejor para nuestros bebés.  Y sí se rompe el condón, y nos quedamos embarazadas, no somos culpables. Tenemos derecho a decidir qué hacer. Tenemos derecho a abortar si pensamos que es lo mejor para nosotras en las circunstancias en las que nos encontramos. Y negarnos ese derecho, es simplemente cruel. Porque no tienen ni idea de lo duro que es para la mujer todo esto. Y lo mínimo que se puede hacer, es intentar ponérselo más fácil, no más difícil. Lo mínimo que se puede hacer es apoyar a la mujer en todo, e intentar hacer que la maternidad sea algo deseado, realmente deseado, y alcanzado en el momento en que la mujer lo considere oportuno. Una mujer no tiene porque ser madre cuando ellos lo digan. Será madre cuando ella decida serlo. Y si no quiere ser madre jamás, no es menos mujer por eso. Dejad que la mujer decida qué hacer. Se merece eso. Se lo merece todo. Y si no estáis de acuerdo, hombres que intentan seguir complicándonos la vida, hablad con vuestras madres. Ellas son mujeres. Ellas lo entenderán. 

Thursday, December 26, 2013

Poesía era
ese oyuelo derecho,
y las ganas de gritarle al viento
lo bonito que era.
Poesía era
el matiz exacto de esos ojos,
y el tacto de su pelo,
y esos lunares en su espalda.
Poesía era
esa sonrisa que sabía a casa
y su manera de hablarte,
con ese acento
tan peculiar.
Poesía era
todo lo que escondía
en esos silencios,
y todo lo que no se
decía en esas palabras.
Poesía era,
que se sentara a diez metros
y que ya estuvieras temblando
de los pies a la cabeza.
Poesía era,
despertarte a la mañana
y pensar: "Mierda. No está."
Ya sé que los tíos como él no están con tías como yo. 

Los tíos como él, están con tías que siempre van peinadas. Y da igual el viento que sople, el pelo no se les enreda, ni se les encrespa. Aunque venga un huracán, o se acabe el mundo, el pelo no se mueve. A mí me alucina. Luego nunca se les corre el rimmel, y a la mañana están igual de bonitas que la noche anterior. Seguramente más. Los tíos como él, están con tías jodidamente preciosas. Que no tienen un día malo nunca, siempre están resplandecientes. Y da igual lo que se pongan porque todo les queda bien. Pero además tienen un sentido exquisito de la elegancia y el saber estar, y siempre van perfectamente combinadas. A mí alguna vez, cuando iba a salir, mi padre me ha dicho que a ver si iba a lavar el coche. Y bueno, se supone que me había preparado. Imagínate el percal. Y luego hablan de esa manera, que te quedas embobada escuchándolas ¿no? Porque tienen una voz, y una forma de pronunciar las palabras tan dulce, y ese tono tan suave, que dios mío, es casi música cuando hablan. Y tú, haces lo que puedes, con tu voz grave, y fea, y tu tono siempre demasiado alto, que tu madre te dice que hables más bajo pero no te sale, y claro, nadie quiere pararse a escucharte. Normal. Hace poco mi hermano me dijo que algo tan feo como mi voz no podía ser natural. Y en ese plan. Los tíos así, están con pequeñas princesas, no con sapos torpes que no saben de qué guindo se han caído, y son un desastre completo. Y los tíos como él no están con tías como yo.

Lo sé de sobra.


Tuesday, December 24, 2013

Los que faltan, faltan todos los días. Los que están, están todos los días. Hoy no tiene nada de diferente. Sólo es un día más. Un día más sin ellos, un día más con ellos. 
Quiero pirarme a una isla desierta y escuchar a Eminem y a Suite Soprano todo el día, mientras como chocolate, y escribo en mi cuaderno, y paso de la sociedad y de toda esta mierda. Pero en vez de hacer eso, cenaré con mi familia, pensando en todos los que no comerán porque no tienen nada, y haré el paripé como que sí, como que todo es felicidad y alegría, pero ella no está, y hay gente llorando, y todo es tan hipócrita que me dan ganas de vomitar. 
Como el viento
cuando pasa entre las ramas de los árboles,
rozándolas,
tocándolas,
pero sin ser encarcelado.

Así tiene que ser.

Sólo soy viento.
¿Cómo describir algo así?
Cuando el corazón se salta un latido,
y notas la tierra girar,
y el cielo se cae de repente.
And that's why books are never going to die. It's impossible. It's the only time we really go into the mind of a stranger, and we find our common humanity doing this. So the book doesn't only belong to the writer, it belongs to the reader as well, and then together you make it what it is. 

- Paul Auster


Monday, December 23, 2013

Sunday, December 22, 2013

Y si esas coordenadas
se posan en la palma de mi mano,
saldré volando,
sin dudarlo,
sin pensarlo,
sin mirar atrás.

Saturday, December 21, 2013

Y detrás de cada 'qué tal?'
se esconde un,
espero que estés pensando en mí,
como yo lo estoy haciendo,
y espero que no hayas olvidado
cómo me río cuando me pongo nerviosa,
o cómo bostezo todo el rato,
y de corazón espero que tú también estés
acojonado.

Que tengas tanto miedo
a perdernos para siempre,
que te duela el pecho
y no seas capaz de respirar.

Y sin poder saber que esconde el 'bien'
que me respondes,
me invento
que es como yo quiero que sea,
para calmar un poco
la angustia cotidiana
de no saber de ti.

Pero nunca será como yo quiero que sea.
Y además,
puede que tampoco sea de ninguna otra manera.
Debería tender siempre a cero.
Siempre.
Almas mucho más sensitivas,
mucho más capaces
de percibir
el dolor y la angustia
que navegan
con rumbo a todas partes,
que se marchitan
un poco
con cada bocanada de aire,
porque no saben
como aliviar
tanta ansiedad incontrolable.
Espero que haya una distancia
siempre mucho más a la izquierda,
y siempre mucho más al sur.

"And I’ve never missed you more than I miss you now."

(And this happens every single day of my life.)
One day,
it will be easy.
And I'll be smilin'
and dancin' that rhyme.
Vengo a hablar de mis heridas.
De las que no me puedo lamer.
De las que no curarán con el tiempo.
De las que permanecen.

Vengo a hablar de mis heridas,
vengo a hablar de ti.

Thursday, December 19, 2013

The only thing I don't like about Chandler is that he hates dogs. I mean, I couldn't be with a man that doesn't like dogs. It's like a basic requirement in a person. And more in the person that's gonna be with me like all the time. I mean, I'm gonna have a dog. And even if I fall in love with a guy and he's like the best guy ever, if he doesn't like dogs I could't be with him. It's impossible for me to imagine my life without a dog. So it's a real pity that Chandler doesn't like dogs, otherwise he'd be the perfect husband.

( I think I would marry him despite of the that fact.)

Wednesday, December 18, 2013

Con ella igual me daba una vuelta
por debajo de la luna
una de estas noches.
Haciendo de las nuestras.
Locuras varias.
Sonrisas unas cuantas.
Sus labios rojos.
Y mi mirada.
Y me las imagino, a las cuatro, corriendo en la playa. Con el sol dándoles en la cara mientras se mojan los pies en el mar. Con Simba a su lado, cuidándolas. Y yo mirándolas, con la sonrisa más grande jamás esbozada. Bonitas como ángeles caídos del cielo. Tanto que mirarlas duele. Me las imagino, a las cuatro, en la misma cama XXL. Debajo de las mantas, apretaditas. Dándose patadas y diciéndose de todo. Son hermanas, no se les puede pedir más. Se llevan mal la mayor parte del tiempo. Pero luego empiezo a leerles un cuento, y todas se callan. Escuchan embobadas, y sonrientes. Y se empiezan a quedar dormidas. Y de repente las miro. Cuatro angelitos dormidos. Están muy cerca una de la otra. Dándose calor. Las cabezas apoyadas en el hombro de la de al lado. Se adoran. Y yo las adoro a ellas. Son mi tesoro, mi luz, mi vida entera. Salgo del cuarto sin hacer ruido. Apago la luz. Me voy a mi cuarto. Allí está Simba, esperándome. Está acurrucado en su camita, a los pies de la mía. Tan grande y tan peludo. Le hago mimos un rato, y luego me meto en la cama. Me pongo a leer un rato. Termino. Pienso en mis ángeles. Y me duermo antes de darme cuenta, con una sonrisa gigante en la boca.

Y durante todo este sueño, no hay nadie más. Estamos ellas y yo, y Simba por supuesto. 

Las cosas están así,
¿qué me dices?

Uno más uno,
es un puto lío de puta madre.

Y las matemáticas
para esto no valen.


Tuesday, December 17, 2013

Creo que es el SPM.
Lo espero de corazón.
Porque como no sea eso,
no sé qué coño está pasando conmigo,
pero no tiene buena pinta.
no podían decirme sencillamente que no tenían un cigarrilo. tenían que soltarme su publicidad, su religión: los cigarrillos eran para novatos. ellos se iban a Malibú, a una cabaña y quemaban un poco de yerba. me recordaban, en cierto modo, a las viejas que venden en una esquina <<La Atalaya>> de los testigos de Jehová. toda la tropa del LSD, el LST, la marihuana, la heroína, el hashish, el jarabe para la tos, sufre del prurito <<Atalaya>>: tienes que estar con nosotros, hombre, si no te quedas fuera, estás muerto. esta propaganda es una constante y similar OBLIGACIÓN de todos los que le dan al asunto. no es raro que los detengan: no pueden usarlo tranquilamente para su placer; tienen que DEMOSTRAR que están en el rollo. además, tienden a ligarlo con Arte, Sexo, el escenario Marginal. su Dios del Ácido, Leary, les dice: <<dejadlo todo. seguidme.>> luego, alquilan un local aquí en la ciudad y les cobran cinco dólares por cabeza por oírle hablar. luego llega Ginsberg al lado de Leary. luego Gisenberg proclama a Bob Dylan gran poeta. autopropaganda de los devoratitulares del orinal de la mierda. Norteamérica.

...

y que la yerba cree arte, resulta dudoso, muy dudoso. De Quincy escribió algún material bueno, y <<El comedor de opio>> estaba lindamente escrito, aunque a ratos resultase bastante pesado. y es propio de la mayoría de los artistas probarlo casi todo. son aventuraros, desesperados, suicidas, pero la yerba viene DESPUÉS, el Arte ya está allí, viene después de que el artista ya está allí. la yerba no produce el Arte: pero a menudo se convierte en el terreno de juego del artista consagrado, una especie de celebración del ser, esas fiestas de yerba. y también algún material cojonudo para el artista: gente cazada con los pantalones espirituales bajados, o, si no bajados, mal abrochados.

...

yo, por mi parte, puedo sacar más de un par de buenas latas de cerveza. no le doy a la yerba, no por la ley, sino porque me aburre y me hace muy poco efecto. pero aceptaré que los efectos del alcohol y de la mary son distintos. es posible pirarse con yerba y apenas darte cuenta; con el trago, sabes muy bien, en general, dónde estás. yo soy de la vieja escuela: me gusta saber dónde estoy. pero si otro hombre quiere yerba o ácido o aguja, no tengo nada que objetar. es su camino y cualquier camino que sea mejor para él, es mejor para mí.

- Charles Bukowski


Y de que sirvió, dime,
que qué coño sirvió.
Partir el lama en dos,
y ponerla en oferta.
Dejarla por ahí olvidada,
en cualquier alcantarilla.

Dejarla por ahí,
en manos de cualquiera.
La decadencia
en su estado de gloria.

Y poco más en las esquinas.
salí entre los furiosos perdedores. los fracasados. lo único que les quedaba eran aquellos coches de seguro caro y aún sin pagar. se desafiaban y se arriesgaban a la mutilación y el asesinato, zumbando, acuchillando, sin ceder ni un centímetro, me desvié en Century. se me paró el coche justo en la salida y bloqueé detrás a otros catorce. pisé enseguida el pedal, hice un guiño al policía de tráfico, luego le di la puesta en marcha. engranó y salí, continué a través de la niebla. Los Angeles no era, en realidad, mal sitio: allí un buen sinvergüenza siempre podía salir adelante.

- Charles Bukowski
Yo tenía aquel complejo de suicidio y los graves ataques depresivos y no podía soportar las muchedumbres y, sobre todo, no podía soportar estar en una larga cola esperando por algo. Y en eso es en lo que se está convirtiendo toda la sociedad: largas colas y esperar por algo. Intenté suicidarme con gas y no resultó. Pero tenía otro problema. Mi problema era salir de la cama. Me fastidiaba salir de la cama, siempre. Solía decir a la gente: << Los mayores inventos del hombre son la cama y la bomba atómica: la primera te aísla y la segunda te ayuda a escapar>>. Me tomaban por loco. Juegos de niños, eso es todo lo que hace la gente, juegos de niños. Van del coño a la tumba sin que les roce siquiera el horror de la vida.

- Charles Bukowski,
Él se acerco más a la verdad,
a la liberación del hombre,
que ningún otro.
Pero se volvió loco.

Y ahora tienen una excusa
para hacer que
sus palabras
parezcan
las de cualquier loco
sin razón
y sin sentido.

Qué pena
que tenga que ser así.

Que el que llega casi a tocar
esa verdad,
no pueda soportarla.

Que pena que los demás
prefieran engañarse,
antes que volverse locos.

Locos.
Eso deberíamos ser.
Una panda de locos felices.
Podría mentirte
o decirte la verdad.

¿Acaso sabrías distinguirlas?

Las mentiras
y las verdades
se fusionan
y forman
un todo
en el que ya no puedes
separar
esas mentiras aprendidas
y esas verdades olvidadas.

Pero si te miro a los ojos,
y ves que me tiembla la voz,
prepárate para salir corriendo.

Te estaré diciendo la verdad.
Y como todas las verdades,
no te va a gustar un pelo.

Porque no sé que tienen las verdades,
que cuando son verdaderas,
es como si quemaran como el fuego.

Y al mediodía, bajando de la uni en bus, venía yo pensando en un tema  interesante para escribir y divagar un rato. Estaba observando a la gente, al mundo desde la ventana del autobús, y me ha invadido una sensación de pequeñez, de absurdo, de sin sentido, que me ha hecho reflexionar sobre como actuamos los seres humanos, sobre qué hacemos aquí, cual es el sentido de las cosas, de la vida misma, de todo. Y en esas estaba. Y no sé que tiene que pasar durante una tarde entera, para que en vez de escribir de ese tema tan trascendental, tan de la esencia de la vida, tan filosófico... haya acabado escribiendo sobre exprimidores.
Y el otro día, después de subir a casa del bar, a eso de la una calculo, me hice un zumo de naranja. Cuando estoy en el bar, no suelo tomar nada. Porque no bebo alcohol. Y a veces compro un botellín de agua, pero otras veces no. Y los refrescos me sientan mal. Y los zumos, bueno, nunca son lo mismo, ya se sabe. Y entonces a veces me paso horas y horas sin beber nada. Y cuando bailo y sudo eso suele ser un problema porque al final el cuerpo ya se sabe, tiene sed. Pero ese día estuve hablando con la colega, sentada. Agusto. Y bueno, subí a casa. Y me apetecía mucho un zumo. Y entonces me puse a hacerme un zumo, procurando no despertar a nadie. Y cuando me lo bebí, fue como la ostia ¿no? Pero la ostia en plan: bua que de puta madre. Y ahora pensando en ese momento, me he dado cuenta de una cosa. A pesar de que en las listas de bodas nunca han sido bien vistos, y a pesar de que mucha gente ni siquiera se de cuenta de que están ahí, porque se pierden entre cacharros y parecen insignificantes, colega, los exprimidores son muy valiosos. Sino, a ver que haría yo, a esas horas de la noche, con unas ganas de zumo de la ostia, y apachurrando naranjas con la mano, sin conseguir ni una gota de zumo. Hay inventos que joder, de verdad, me hacen creer en el ser humano.
Te dicen que libertad de expresión.
Y luego te dicen que cuidado con lo que escribes.

¿Os ponéis de acuerdo o qué?
Escribo lo que me sale del coño.
Y eso es libertad de expresión.
Si me dices que cuidado con lo que escribo,
algo canta, ¿no?

Plantéatelo.
Un extraño placer,
detrás de cada pequeño fracaso,
como si te antepusieras a toda esa mierda
y te dijeras a ti misma: son todo ruinas
y más ruinas y un intento que sólo va a quedarse
en eso, en un intento.

Y no es más que un continuo amago de llegar
a ninguna parte.
No es más que eso.

Monday, December 16, 2013

Seamos sinceros,
mintámonos mirándonos a los ojos.
Es lo máximo que vamos a conseguir.
Es la mierda que encontrarás en cada esquina.

Eta euskaldunek euskaraz egiten dute.

Eta horrela izan da beti. Familia erdaldun batean hazia izan nintzen. Aita, enkarterrietakoa. Euskera zer zen ere jakin ez zuena institutoko urteetara iritsi arte. Sekula ikasi gabe. Eta aitite eta amamak ere ez zuten euskara hitz egiten. Aititek bai, bazekizkien euskarazko abesti batzuk. "Aldapeko sagarraren adarraren puntan.." primeran abesten zenuen. Ze polita bere ahoan euskara entzutea. Baina etxean gazteleraz beti. Ama Extremadurakoa, badakizu. Urtetxo bat zuenean nire aiton amonekin eta izebekin batera etorri zen Bizkaiara, baina euskara jakin ez noski. Frankismoak ekarri zituen garai latzak Euskal Herriarentzat bai. Etxean ez bazekiten, eskolan ikasi ezin, ez zelako erakusten. Eta horrela betidanik gazteleraz. Aitarekin, amarekin, anaiarekin. Beti. Txiki-txikitatik. Eta zaila da ohiturak aldatzea. Kosta egiten da. Zaila da gizakiarentzat. Ohituretara lotzen diren animaliak bait gara. Eta kalean bai, egiten nuen. 13 urte bete nituen arte. Orduan hasi nintzen, euskara galtzen. Alde batera uzten. Gazteleraz egiten. Lagun haien ama hizkuntza ez zen euskara. Nirea ere ez. Beraz, hoberen gazteleraz egitea zen. Hori iruditzen zitzaidan. Oker nengoen. Orain badakit. Saiatu izan banintz. Benetan saiatu banintz. Agian beraiek ere oraindik euskaraz arituko ziratekeen. Ez ditut sekula euskaraz egiten entzun. Sekula ez. Inorekin. Eta pena ematen dit. Eta ematen du. Eskerrak unibertsitatean hasi eta atzean utzitako ohitura onak berreskuratzen hasi nintzen. Ez guztiz, ez nahi bezainbeste, baina behintzat orain hitz egiten dut euskaraz. Eta badakit ez dela nahikoa. Gure hizkuntza, Euskal Herriko hizkuntza preziatu hau salbatu nahi badugu, une oro, mundu guztiarekin aritu behar gara euskaraz. Eta hori da nire buruari jarriko diodan helburua. Eta bete behar dut. Lortu behar dut. Begira nire gurasoak. Aita euskaltegira joan zen, ama hizkuntza eskola ofizialera. Aitak orain euskaraz idazten ditu artikuluak, amak euskaraz ematen ditu klaseak. Kostatu zitzaien, baina lortu dute. Hau da hau exenplua ematen dutena. Eta ni gazteleraz egiten. Ez dut aitzakiarik. Beraiek bezala, esfortzua egin, ohitura txarrak kendu, eta euskara sartu behar dut bete betean nire bizitzan. Ni hori bait naiz. Euskalduna. Eta euskaldunek euskaraz egiten dute.
Ez dakit noiz utzi nuen alde batera,
noiz kendu nion garrantzia,
noiz izan zen hain ohikoa
non jada ez zuen inporta.

Ez dakit noiz utzi nuen alde batera.

Dakidana da,
orain bueltan ekarri behar dudala.
Erdian jarriz,
garrantzia emanez.
Inporta duelako.

Asko inporta ere.

Sunday, December 15, 2013

Los domingos.
Esos días raros.
Que pereza entra.
Pero hace sol.
Y estoy contenta.
Será su culpa, supongo.
Y bueno,
cuando el cielo está azul,
nunca es tan malo.


Saturday, December 14, 2013

Un espejismo así,
es algo más que sólo eso.

Un sueño que no cuesta nada.
Te extenderé un cheque:
lo pago todo.

Friday, December 13, 2013

Hay un pequeño rinconcito,
en el que ni siquiera él 
puede entrar
a cambiar las cosas de sitio
y ponerlo todo patas arriba.
En ese rinconcito,
guardo esos momentos.

Y sonrío.
Porque están intactos.
Y son así,
tan puros y perfectos,
que no los cambio por nada.
Le miraré como se mira
pasar los trenes,
esos que van cargados de coches,
que son eternamente largos,
y parece que nunca se acaban,
pero sí.
Y te quedas en el andén, esperando
que por favor pase rápido,
porque quieres cruzar al otro lado,
porque te quieres ir a casa.

Así.
De la misma manera.

Porque quiero volver a casa.
Y la única manera
es dejarle pasar así,
rápido,
sin palabras,
mientras miro
sin mirar.
Ez dakit ohartzen den
bere irrifarrearekin lortzen duenaz.
Agian ez da inoiz ohartuko.
Eta esango nizkiokeen gauza guztien artetik,
horixe aukeratuko nuke.
Zure irrifarrea munduko gauzarik hoberena da.
Bai, horixe esango nioke.
Parece que nunca es suficientemente tarde,
o que siempre es relativamente temprano.

Berri Txarraken Antzokiko kontzertuaren kronika.

KRONIKA
Berri Txarrak taldearen kontzertua, 2013/12/01

Kontzertua abenduaren lehenengo eguneko gaueko bederatzietan hasten zen. Bederatziak hamargutxiagotan nahiko jende zegoen Antzokira sartzeko itxoiten. Kontzerturako sarrerak urritik salduak zeuden, sold out kartela segituan eskegi zuen taldeak. Bete egingo zen. Eta baita bete ere. Goiko palkoa beteta, eskailerak beteta, eta pista zentrala beteta.

Taldea oso puntual atera zen eszenatokira. Bederatziak pasata ziren, baina askotan ohituta gauden atzerapenekin alderatuz, izugarria izan zen hain azkar Gorka eta bere mutilak jendaurrera ateratzen ikustea. Ez zuten denborarik galdu. Lehenengo akordeak entzun ziren Bilboko Kafe Antzokian, Gelauneria. Jaio. Musika. Hil diskako abesti ezaguna. “Betiko zirudien, betirako amaitu da…”, abestiaren lehen lerroa. Momenturako aproposegia, Haria bira-ren azken kontzertua bait zen Bilboko Antzokian eman zutena. Eta hasi eta ez ziren gelditu. Hasieran hiru bat abesti jarraian, arnasa hartzeko ere gelditu gabe. Ikaragarri ongi zebiltzan eszenatokian Gorka, David eta Galder. Kontzertuetan dena ematen duten horietakoak dira, eta horrela egin zuten. Beren abesti klasiko eta ezagunenak izan direnak, hala nola, Oihu, Biziraun, Oreka edo Denak ez du balio, Haria azken diskakoekin nahastu zituzten, oso errezeta eraginkorra sortuz. Jendea hala ere, nahiko geldi zegoen. Mundu guztia edalontziekin, eta bai, oso adi eszenatokira, baina ez mutilekin oso konektatuta. Mugitzea kosta egiten zitzaiela zirudien. Agian igandea zelako, agian aurreko gaueko ajea oraindik gainean zeramatelako. Nork daki. Baina publikoarekin elkarregiten hasi zirenean eta  Gorkak “Andaluzian hau egin genuen eta hobeto egin zuten”, esan zuenean edonork pentsatuko zuen publikoa esnatuko zela. Eta bai, Eskuak ekin konektatu zuten, eta Bizaraun, Ikasten edo Stereo bezalako klasiko handiekin gehiago mugitu zen jendea.  Baina hala ere, ez azken kontzertu batek eskatzen duen adina. Txaloak bai, denbora guztian, baina ez behar bezainbeste oihu eta ez behar bezainbeste mugimendu. Kontzertuan bi momentu bereziki hunkigarri egon ziren. Batetik, Aspaldian utzitako zelda jo zutenean. Sarrionandiaren hitzekin ireki zuten, eta gero abestiak sentimenduak azaleratzen utzi zituen. Eta bestetik, Lilularen kontra, Mikel Laboaren abestia bertsionatu zutenean, bere heriotzaren bostgarren urteurrena zela eta.


Kontzertuak bi ordu iraun zituen, eta taldeak ez zuen ia atsedenik hartu.  Ikaragarria izan zen eszenatokian erakutsi zuten indarra, gogoa eta maisutasuna. Detaile bat bereziki txalotzekoa, Gorkak Ikasten abestiaren harira esan zuena: D ereduan ikasten. Batez ere, handik bi egunetara euskararen eguna izango zelako. Eta orokorrean, kontzertu borobila, bertsioentzako lekua izan zuena, hala nola, Yuksek-en On a train eta lehen aipatutako Laboaren Lilularen kontra, klasikoz beterik egon zena, eta Harira diskako abesti esanguratsuenak ere entzuteko aukera eman zuena, adibidez, Iraila. Ikusi arte abestiarekin amaitu zuten, Gorkak talde tekniko guztiari eskerrak eman eta publikoari “Berri Txarrak entzuten, sentitzen, ulertzen eta maitatzen duzuen guztiei” hitzak eskaini ostean. Benetan kontzertu gogoangarria, biraren amaiera izateko, jendearen aldetik berotasun gehiago faltan bota bazen ere. Ikusi arte Berri Txarrak, espero dugu, berandu baino lehen ikusiko dugula elkar.


Mikele BUSTILLO
Y cada palabra
era como un pequeño alfiler
que se clavaba.
No porque no me lo esperara,
porque él siempre era así.
Sino porque
no se daba cuenta,
de lo que estaba sintiendo yo.
Y eso sólo significaba,
que él no lo sentía.
Y eso me ponía triste.
Y salí corriendo.
Y no le hablé más en toda la noche.
Y se enfadó conmigo.
Y yo, si hay algo que no soporto,
es que él se enfade conmigo

Eso no.
Eso nunca.

Thursday, December 12, 2013

That was a different kind of smile.
A smile that I had never seen before.
And believe me,
that was serious trouble.
Watchin' your back
walk away from me,
I stood there.
And I didn't cry,
I didn't know how.
And I just swallowed
it all.

And now all I want to do,
is throw it back to you.

And scream,
and shout,

that it did hurt.


Su pudiera decirte
todo aquello que no te dije
por miedo.
Si pudiera contarte
todo aquello que no te conté.

Si pudiera
darle cuerda
hacia atrás
al reloj,
y volver
a ese segundo.

Te diría que
me hacía daño cada palabra,
aunque sabía que no iba en serio,
que en realidad tú no lo pensabas.
(O tal vez sí, y sólo
quería pensar que ojalá no
lo pensaras.)

Me hacía daño cada palabra,
porque veía en ella reflejada
la indiferencia más grande
hacia mi corazón.

Veía que tú sólo me veías
como un bufón.
como un pequeño bufón.

Y yo a ti te veía,
de un modo
que sólo sé
describir
sin hablar.

Y soñar con Sevilla.
Y pedirle al sol
que me lleve
a esos lares.
Y que no deje de brillar.
Que no deje de calentarme.
El sol entra de pleno por mi ventana.
Hay días de otoño
que son así:
cálidos,
azules,
radiantes.
Y entonces es cuando sonríes.
Un poco más,
y te quedas en los huesos
del alma.

A veces piensas
como pudiste enlazar esas palabras,
y en cambio
no pudiste
llorar
mirándole a la cara.

Para que supiera,
para que supiera,
lo que te dolía en realidad.

Pero la vulnerabilidad
que viene ligada
a ese tipo de lágrimas
era demasiado.

Y sí,
está claro,
"la debilidad hace el daño."
Me ahoga jodidamente mucho
este sentir que no pertenezco a este lugar.

No sé a cuál.

Pero desde luego,
no a éste.
Y aunque aquella acción fuese demasiado kamikaze,
creo que no podría dejar de repetirla.
Dicen que arrepentirse no sirve de nada.
Tienen razón.
Y además no me arrepiento.

Sólo que cuando me preguntó '¿por qué lloras?',
se me quedó un 'por tu culpa' ahogado en la garganta.

Y todavía me jode
no haberlo dejado salir.
Supongo que hay maneras y maneras de decir las cosas. Y mi manera de decirlas siempre fue demasiado caótica y demasiado poco inteligible. Y ahora me muero de la rabia por no haberlo dicho así:

'Eh, me importas.
Haz lo que te de la puta gana pero quédate por aquí.

Si te vas lejos,
me duele.'

Aunque quizá,
ni así.
Y en esa pista de baile
vacía,
a media luz,
apareces tú,
con esa sonrisa
que siempre me hace sonreír.

Y no me abrazas.
Y no me miras.
Y no me hablas.

Y sé que es sólo eso.
Un aparecer
y desaparecer
sin importancia.
Sin que nada haga mella,
sin que nada pese.

Sin que te quedes.
Son todavías que no contamos,
y te quieros que no dijimos,
y sentimientos
que se quedaron
en el filo del corazón.
No renunciaría a media hora
más de insomnio,
jamás.

Me acostumbré a dormir mal por las noches.
A no poder conciliar el sueño.
A estar más despierta
que al amanecer.
Me acostumbré
a este cansancio
insuficiente,
a este alargar
inagotable
de la hora
en la que el reloj
marca las doce.

Pero sólo por ella.

Y ya nunca dejaré
que ningún él me quite el sueño.
Pero ella,
puede venir
a tenerme despierta
toda la noche,
y si quiere
se puede quedar en mi cama conmigo
a hacer como que dormimos
pero sin dormir jamás.

Ella es mi desvelo eterno.
Y es un precio
que estoy dispuesta a pagar.
Son otras horas.
Distintas por ser ajenas
al algarabío de la gente.
A esa rutina dictada
que consume los días,
y las almas.

Y en esas horas,
soy.


A ver si no, Mario, que tú siempre has sido como un niño chico, aunque luego estudiaras tanto y escribieras esas cosas que, no sé, a lo mejor estarían bien, no lo discuto, pero desde luego eran una tabarra, francamente, a ver por qué te voy a engañar y decirte una cosa que no siento. De ordinario, las personas que piensan mucho, Mario, son infantiles, ¿no te has fijado?

Fragmento de Cinco horas con Mario, Miguel Delibes
Hubo un tiempo
donde soñar era fácil,
y volar era tan simple
como saltar de un banco,
o montarte en un columpio.

Hubo un tiempo
en el que una sonrisa bastaba.
Y todo lo demás
no importaba nada.

Y hubo un tiempo
donde deseé
que el tiempo se parara.
Y la pregunta siempre es: ¿qué coño me pasa?
A saber.
No estoy nada happy con lo que hago.
Nada happy conmigo misma.
Mucho que cambiar.
A ver si el año que viene consigo
cambiar de aires de una puta vez.
Las ganas que tengo de salir de Bilbo,
joder.

Y no es nada particular,
entiéndeme,
Nací aquí,
y te tengo cariño.
Pero eres demasiado gris.
Demasiado
tediosa.
Demasiado
aburrida.
Demasiado sin más.

Y yo quiero colores.

Wednesday, December 11, 2013

Y yo que sé que ostias.
Que tal vez.
O no.

quizá
ahora
no sería así de raro.

o quizá sí.

y que puedo hacer
si no sé nunca cuales son las coordenadas.

cuando tengo que frenar,
cuando acelero demasiado.

y que puedo hacer
si caigo siempre en el peor de mis errores.

tengo tantos.

que a veces me pregunto
cómo es que él me sigue hablando.
Es cómo si alguien intentara explicar
la diferencia
entre follar y hacer el amor.
Es obvia en sí,
pero si te pones a intentar
explicarlo
no es tan fácil.
Puedes follar con alguien
a quien quieres con locura.
¿Que no?
¿Y entonces?

Me pasa lo mismo
cuando intento
explicar dentro de mi cabeza
esa diferencia.
No consigo encontrar
el punto de inflexión.
No sé realmente
qué es lo diferente.
Y a veces pienso
que quizá no haya
ni una puta diferencia.

Pero joder,
el miedo que me da.
El cielo está extremadamente azul.
Viento frío, típico de estas fechas.
Huele diferente ya,
es como si se notara en el aire
que se acerca ese periodo
de compras compulsivas,
canciones repetitivas,
y luces por todas partes.
Y está llegando.
El barrio está tranquilo.
Hay poca gente por la calle.
Será por el frío,
o quizá por la hora.
La gente estará trabajando.
Unas luces mal puestas
indican que el ayuntamiento
ya ha tomado cartas en el asunto:
oficialmente es Navidad.
No me gusta.
Miro a la luna.
No está llena,
pero está preciosa.
Destaca en el cielo raso.
Todavía no se ven las estrellas,
no está oscuro del todo.
Aunque aquí no se pueden ver casi,
por eso de las luces,
aquí no es como en el pueblo.
Respiro.
Hay días de otoño que me gustan bastante.
Este podría ser uno de ellos.
Hay calma, tranquilidad.
Y ese azul me fascina tanto.
Es mi color favorito.
Paso por delante de una peluquería,
la que está en la plaza de debajo de mi casa.
Debería cortarme el pelo.
No quiero.
No me lo voy a cortar.
Llego a casa.
Me pongo a Extremo,
e intento no pensar.
Creo que Venus asoma por mi ventana.
O igual es Marte.
Nunca sé distinguirlos.
Estaría guay saber cual es cual.
¿Que no?
No son las palabras que escribí, ni siquiera el eco fugaz de alguno de aquellos suspiros. No es eso, no. Es el hecho de no soportar esa distancia infranqueable, y no soportar el hecho de saber que cuando me mira sólo ve a una niña loca a la que no merece la pena escuchar. Es no soportar el hecho de no poder abrazarle cuando me dé la gana, y no poder hablar con él a todas horas y sin parar, porque sé que cada vez que hablo a él sólo le entra la risa. Porque sólo digo chorradas. Porque soy sólo una desquiciada. Porque no consigo controlar estos nervios de mierda. Y a él todo eso no le interesa. Y el amor es difícil sí, no te digo que no. Pero la amistad todavía más. Y con él, no hay manera. Nunca hay manera.
Keep away from people who try to belittle your ambitions. Small people always do that, but the really great make you feel that you, too, can become great.
― Mark Twain
Y PUM!
Y suele ser así.
Ya ves.

Autodestrucción.
Y nunca más.
de qué palabra está hecha tú mano, la que me estrechas, de qué madera estamos hablando y de qué contrato está hecho tú rencor, señor olvido, no se olvide del amor en su retrato, sáquelo despeinado y con ojeras, efervescente, que brille como un rock & roll al viento y corte como una puesta de sol o cójase de la mano a un recuerdo y sople
sople
sople fuerte como una eternidad de incendios
a la que ni siquiera el infierno les está permitido
un paraíso de bosques ardiendo
en donde el dolor es sólo otro árbol quemado
un arrebato de cenizas preso de su caída libre
el suelo de una noche de verano
donde no te tuve por primera última vez

luego vinieron muchas

era solo que hoy lloré sonriendo
o que cotidianamente
te eché tontísimo de menos que no supe contener la hemorragia.

- Escandar Algeet

Tuesday, December 10, 2013

Las tormentas siempre terminan pasando.
Y entre las ruinas,
siempre se puede encontrar,
un pedazo
de alegría,
un motivo
para pensar
que mañana volverá a salir el sol,
y qué quizá,
incluso sea un buen día.
And I want it to be easy. And funny. And luminous and brilliant. And loud. And I want it to be wild. And free. And sudden. And unbridled. And I want it to be crazy. And insane. And extremely childish. And I want it to be colourful. And magical. And passionate. And like a fuckin dream.

And I want it my way.
¿Sabes que es lo mejor de él?
Él.
…era lo que daba más miedo a los niños…
que jamás soñaron con ser mayores

el tener que arrastrar mentiras en su rostro
enseñarlas
hacerlas exclusivamente propias

era toda una pesadilla de adolescentes con estúpidos ideales
de salvajismo
y de: vivir la vida una temeridad, valiente

y todo eso de que otros
mejores que tú
mucho mejores que tú
ya lo intentaron
y no salieron vivos de aquella

para morir en el intento hay que vivir en él.

- Escandar Algeet

Monday, December 9, 2013

Debajo de su falda,
quizá haya una razón
para volverme loca.

Hay voces que sin más.
Hay voces que vale, guay.
Y hay voces, que, como esa,
te ponen los pies en la cabeza,
la cabeza en los pies,
y las bragas,
bueno,
donde sea.
Que ponerte las entrañas por fuera
no es buena idea.
A veces.
Casi siempre.

Pero suele pasar
con demasiada frecuencia.

¿O qué?
Debajo de esas estrellas, por alguna extraña razón, todo era diferente.
Ya sabes.
Las despedidas.
No molan una mierda.
Pero estoy acostumbrada.
Siempre está lejos.
Aunque los kilómetros varíen,
en la práctica viene a ser lo mismo.
No está a una distancia factible.
Por ejemplo,
en la calle de al lado.
A donde podría ir a tocarle el timbre como una loca,
y subir a su casa,
y llevarle chocolate y cerveza.
Y hablar de fútbol,
y odiarnos.
Y hablar de política,
y odiarnos más.
Porque es así,
nos odiamos,
o más bien él me odia todo el rato.
Y creo que uno de sus deportes
favoritos
es vacilarme.
Pero yo creo que si le tuviera cerca,
a una distancia
viable a pata,
sería diferente.
Podríamos salir de farra,
y hacer el tonto,
y reírnos,
y contarnos chorradas,
y él se emborracharía,
y haría el tonto,
porque siempre hace el tonto,
y sería super guatxi.
Y cuando estuviera mal,
iría a donde él,
y le haría sonreír.
Y sería cómo si
no fuera difícil.

Y me daría igual que me odiara,
por estar loca,
y ser una pesada,
y ser una llorica,
e intentar rapear,
y ser del Athletic,
y ser vasca,
y todas esas cosas 
por las que me odia.

Porque podría verle
al menos una vez al mes,
y eso me haría muy muy feliz.
Y le invitaría a un café,
o a lo que sea que tome 
en las tardes de lluvia,
y nos contaríamos toda la mierda,
y nos pondríamos bien.

Y sólo le diría,
que lo único que cambiaría
es no haberle conocido
desde los dos años.
Para poder estar ahí,
todos los putos días
de su vida,
y ser su más mejor amiga.

Porque yo no le odio.
Ni siquiera un poquito.
Aunque a veces le mataría.

Y él lo sabe.
Que lo que le quiero,
no cabe aquí,
ni en ningún sitio.
Aunque me joda admitirlo.




Y de repente era todo.
Y era nada al mismo tiempo.
Y era un torbellino.
Y era el huracán que se llevaba los tejados.
Y el terremoto que derrumbaba edificios.
Y la ola gigante que todo se lo tragaba.
Pero también,
el amancer en calma.
Cuando los rayos de sol
empiezan a calentar
y los pajaros cantan.
Y todo huele a esperanza.
A una nueva oportunidad.

Saturday, December 7, 2013

Nunca me decía 'guapa' o 'qué bonita estás hoy', pero me seguía mirando de la misma manera cuando me quitaba el maquillaje.

Friday, December 6, 2013

Recuerdo que no le gustaba que le hablaran mientras comía. Ya podías estar contándole el bombazo del siglo, que no te iba a escuchar. Estaba en su mundo. Y si le tocabas, corrías el riesgo de ganarte una ostia. Era así. Consideraba que cuando comes no puedes hablar. Y supongo que tiene razón. Sólo que yo no puedo estar sin hablar. Ni siquiera cuando como.
Creo que lo que en realidad quería decir era: me acabo de quedar en shock, necesitaré un rato para reaccionar porque esos ojos tienen que ser de Marte o algo. Y lo que en realidad dijo fue: emmm.. si.. emmm, si, si, te puedes sentar. Y luego se le cayó la mochila al suelo.


No esperaba nada en realidad,
y al mismo tiempo,
lo esperaba todo.
Hay silencios que duelen más que otros silencios.
Y otros que sencillamente no se pueden soportar.
Echo de menos su voz.
Mucho.
No hubiera sido suficiente,
decirle que era una estrella brillante
en medio de un océano sin luces.
Y no sé sin con él
algo hubiera sido suficiente alguna vez.
Supongo que no.
- No, no, espera.. ¿qué te estaba contando? Ah sí, toda esa mierda. No. Olvídalo. Olvídalo todo. Es una mierda. Es una mierda, necesito que lo entiendas. Vas a sentir que te arrancan el corazón. Y todo dejará de tener sentido. Y empezarás a hacer cosas estúpidas. Y no entenderás nada. Y creerás que te estás volviendo loco. Y todo empezará a ser un caos, un jodido desastre. Y te marearás. Y sentirás que te quedas sin aire. Y vendrán complicaciones. Y querrás salir corriendo. Y sentirás vértigo. Y te sentirás vulnerable. Y no querrás hacer nada, sólo oir música triste y fumar y beber y olvidarte del mundo. Y no sé, y será como si el sol ya no diera calor. Y todo se volverá gris. Y te darás asco a ti mismo.
- ¿Todo eso?
- Sí, todo eso.
-¿Y entonces la gente por qué se enamora?
- Pues porque sí. Porque es inevitable.
- Así que estamos jodidos, ¿no?
- Muy jodidos.

Thursday, December 5, 2013

En la vida real, en la práctica, todo es caos, y nerviosismo, y sudoración, y balbuceo, e incapacidad de articular las palabras correctamente, y ver borroso, y sentir el cerebro nublado, y ser torpe, y patoso. En la vida real, en la práctica, hay malentendidos, y cosas que no quisimos decir y que dijimos, y cosas que callamos y que quisimos decir, y silencios incómodos, y enfados, y desenfados, y tonterías que nos hacen daño, y otras que nos hacen más daño aún, y hay miedos, y dudas, e indecisión por todas partes. En la vida real, en la práctica, el beso surge de cualquier manera, a veces en el sitio más cutre, y sin previo aviso, sin música de fondo, sin sincronización. En la vida real, en la práctica, no acabáis a la vez, y estáis cortados, y es raro, y te da vergüenza, y es más torpeza, y es más nerviosismo, y sentirte más pato aún. En la vida real, en la práctica, es jodidamente difícil conectar con una persona, y hacer que una noche cualquiera merezca la pena, porque aunque es lo más simple que te podrías imaginar, mola porque estás con esa persona e incluso la conversación más absurda es algo brutal. Que no os engañen, en la vida real, en la práctica, todo eso del romance es algo así como una prueba de esfuerzo inesperada, y esa de pasar las vallas lo más rápido que puedas tirándolas todas, y un exámen sorpresa, de mates por supuesto. Pero si al final del día piensas en esa persona, y aunque todo sea torpe, y raro, y difícil, te hace sonreír, y hace que todo se aun poco más de colores, si te atreves, puedes intentarlo. Igual, después de todo, la vida real, la práctica, no está tan mal como dicen. Y asumámoslo, de todas las formas que hay de que te de vueltas el estómago, puede que sea la mejor. ¿No crees?
“Being with you never felt wrong. It's the one thing I did right. You're the one thing I did right.” 
El amor tiene más que ver con la libertad,
que con las cadenas.
Es una pena.
que en esta sociedad capitalista de mierda
estemos acostumbrados a verlo
todo como propiedad.
Atándonos en corto,
cortándonos las alas.
Eso no es amar.
Es cualquier cosa,
menos eso.

Wednesday, December 4, 2013

Hacer que se corra no tiene ningún mérito.
Cualquiera podría hacerlo.
Y la mayoría mejor que tú.
Hacer que su corazón lata más fuerte.
Esa es la misión.
¿Te atreves?

Me voy a ir de aquí, ¿lo sabes?
Muy muy lejos de aquí.


- ¿Me das un beso?
La miró con cara rara. 
- No.
- ¿Por qué?
- Porque eres una enana, y la hermana de mi amigo, y además no me gustas nada.
Se llevaban sólo tres años. Ella tenía 10 y el 13. Era el mejor amigo de su hermano, y se pasaba el día metido en su casa. Antes solían jugar los tres juntos, y a veces también venía la hermana de él, una niña preciosa pero bastante traviesa de 11 años. Eran vecinos, amigos del barrio de toda la vida. Y a ella le gustaba. No sabía por qué. Creía que era un tonto. Y que siempre se le caían las cosas. Y que se metía con ella, y a veces era muy pesado. Y no le gustaban las zapatillas que llevaba, ni tampoco como corría. Pero le miraba. Y sonreía cuando se le caía el balón al jardín de los vecinos, o cuando tropezaba con una piedra y se caía de culo al suelo. Y cuando andaba en bici, se quedaba mirándole, porque andaba muy bien, y era muy rápido, y hasta lo hacía mejor que su hermano. ¿Por qué no le daba un beso? Que tonto era.
- ¿No te gusto nada?
- No.
- ¿Nada nada?
- Que no. Déjame en paz mocosa.
Y se dio la vuelta, botando el balón de baloncesto. Entonces ella, antes de entrar en casa, le dijo:
- Eres tonto.
Él se dio la vuelta y le sacó la lengua.
- Tú más.
Ella le sacó la lengua.
- Bueno, como quieras. Tú ahora no lo sabes, pero un día, te gustaré mucho mucho. Y entonces tú querrás darme un beso. Y yo no te lo daré. Y te sacaré la lengua.
Y entró en casa corriendo. Él se quedó mirando la puerta, sonriendo. Mira que era descarada, y con sólo 10 años. Pero eso nunca iba a pasar. Porque era la hermana de su amigo, y además a él le gustaba una chica de su clase. Era rubia, y siempre llevaba vestido, y era la más bonita de todo el pueblo. Y la hermana de su amigo, bueno, nunca se lo diría, pero era fea, y vestía como un chico, y era como un pato. Un pato simpático.

Ahora sal corriendo.
Van a venir a por nosotros.

Yo me quedo aquí.
En las mismas coordenadas.
No dejaré que te hagan daño.

Voy a escribir un poema,
que hable de la luna
y del sol,
y de las flores de colores.

Y de cómo
si queremos
podemos cambiar el mundo.

¿Quieres cambiarlo?

Ya están llegando.

Pero ellos no saben nuestro secreto.

Shhh,
no se lo cuentes a nadie.
Es nuestra mejor arma.

Ya lo sabes.
Ya te lo conté una vez.

¿Ya se te ha olvidado?

Ven,
que te lo recuerdo.

Sonríe.

Ya está.
Estamos preparados.

Que vengan si tienen huevos.
Les estaremos esperando.
Y en mis manos,
casi completamente rotos,
todos los putos sueños,
que soñé alguna vez.
Ya ni siquiera me acuerdo
de qué color
iba a pintar
las paredes de mi cuarto.
Y respiro,
intentando recordar
cuando fue la última vez
en la que era yo,
y no un reflejo
de algo que fui y ya no soy.
No esta mierda.

"I'd choose you. Every goddamned time."
I'm nothing without her.

Si fuéramos todos más sinceros,
nos iría
al menos un poquito mejor.

O quiero creerlo.
Empezar es jodidamente fácil.
Tan fácil como pestañear.
Te sale sin querer.
Te sale sólo.
Pero continuar,
eso es otro rollo.
Los semáforos en rojo siempre me parecieron eso, una oportunidad de pararme y comerle a besos. Que pena que él sólo los viera como eso, como semáforos en rojo. Hay neurosis que no combinan. Hay cerebros que no encajan. Y ahora, cuando me paro en un semáforo en rojo (pocas veces, porque siempre intento cruzarlos), suelo pensar si alguien más los verá como yo los veo.

Tuesday, December 3, 2013

Siempre fui atea. Desde que aprendí que la tierra era esférica, y que giraba alrededor del sol, y que la materia estaba echa de átomos, y desde que leí a Hawking y a Einstein y a Heisenberg. Desde el magnetismo, y la termodinámica, y la filosofía, y las conversaciones con mi madre y con mi padre a la hora de comer. Pero creía en otras cosas ¿sabes? En cosas que para mí eran importantes. No sé, en una sonrisa a destiempo, en un abrazo, en la importancia de decirle a la gente lo importante que es para ti, en el amor, en los finales felices, en que cuando quieres a alguien puedes con el mundo y con el universo, en una mirada, en una palabra que alivia el dolor, en todas esas cosas. Y ahora, no sé, siento que soy sólo una cáscara vacía. Cómo si todo lo que más he querido me lo hubieran arrancado injustamente, y ahora ya nada valiera una mierda. Como si todos los ideales que construí en una difícil adolescencia, se hubieran caído de golpe. Y aquí estoy, intentando entender por qué ya no está, y ya no estoy, y por qué dentro de mi hay una nada creciendo. Y cómo no fui capaz de llorar, porque me sentí tan fuera de mi misma que parecía que nada podía tocarme el alma. ¿Y si las lágrimas que no cayeron me han hecho de hielo? ¿Y si ya el caparazón no deja pasar el calor? Siento que algo es diferente. Sí, sigo siendo atea, pero además, he dejado de creer en eso que hacía que la vida fuera algo así como una montaña rusa a mil por hora. Y nada es peor que sentirlo templado. Nada es peor que sentirlo tan neutro. Necesito mis picos. Y ahora no los tengo. Ya no los tengo.

Y mis hijos,
no tendrán esos ojos,
ni esa forma de andar
ni de hacer el tonto.

Seguramente,
los tendré yo sola.
Sin nadie al lado
que me haga sonreír por las mañanas.

Sólo ellas y yo.

Y si no las tengo,
sólo mi colega peludo y yo.

Llámame infeliz de mierda,
pero ya no creo en nada.
Esango nizkizukeen gauza guztien artetik, bat aukeratu beharko banu, hauxe litzateke: ez iezaiozu munduari utzi zure irribarrea zapuzten. Ez orain, ez inoiz. Mesedez, ez amore eman. Eta gogoratu, mundua beltz ikusten duzunean, denak zentzurik ez duela iruditzen zaizunean, eseri eta borroka egiteari utzi nahi diozunean, negar egiteko gogoak itotzen zaituenean, orduan, ni agertuko naizela. Ezerezetik. Eta Mikele deitzen naizen bezala, eta eguzkia ekialdetik ateratzen den bezala, zihurtasun berberaz, irribarrea piztuko dut zuretzat. Zin dagizut horrela izango dela. Zin dagizut maitea, beti horrela izango dela.

A él le diría, que desde el segundo cero,
ya me tenía,
y que bajo esas estrellas
pedí un deseo que sabía que no se cumpliría
pero que no pude evitar: que aquello no se acabara.

Y a él,
que podría haber estado
dando vueltas por el mundo cuarenta años
o más, y que seguramente
en ningún rincón
encontraría a alguien tan jodidamente genial.

Y a los dos,
que les quise
con todo mi corazón
desde la primera sonrisa.
Lo llorica que soy no es normal. Ya no sé que peli puedo ver que no me haga llorar como si no hubiera mañana. Y empiezo, y que no paro. Es increíble.
Debajo de cualquier farola.
Una noche de viernes.
Lloviendo.
Quizá entonces sí.
Detrás de cada quizá,
se escondía un 'joder, me tiraría de cabeza'.
De una manera desgarradora.
Cuando el dolor del otro,
se convierte en tu dolor,
y lloras con su tristeza.
Prefiero que me arranquen un brazo,
que verle a él sufrir.
Y es tan jodidamente cierto,
que acojona.

Más le vale estar sonriendo.
Que esos ojos azules eran diferentes,
y que nadie jamás bailará como él.

Monday, December 2, 2013

Y puede que también tuviera esa forma de andar,
y ese pelo,
y ese gesto específico,
que te hacían pensar,
wow, que pasada.
Y puede que también
influyera
el hecho de que
nunca te hubieras imaginado
que en un lugar tan corriente
hubiese alguien así,
alguien capaz de dejarte sin aliento.
Y puede que también
yo fuera jodidamente estúpida
y no fuera capaz
de decirme: Make, ¿eres idiota o que te pasa?
Y en ese plan.


Saturday, November 30, 2013

Friday, November 29, 2013

La tiras al aire,
pensando,
esperando,
que resuelva
todas tus dudas.
Sale cara.
Y esa es tu cruz.
Y sé quedó allí quieto, pensando en lo idiota que era. Porque a veces todo se reduce a eso: o hablas, o callas para siempre. Y cuando callas para siempre, lo más normal es que lo pierdas todo. Y la perdió.
En los rayos de sol que entran por la ventana,
en otoño,
y a menos de diez grados.
Ahí es donde te encuentro.
Eh, y se te revuelve todo por dentro,
y piensas: ¿que coño pasa?
Y es una puta locura.

Thursday, November 28, 2013

Y te juro que voy a aprender a quererte así. Porque no quiero que nunca dejes de estar a mi lado. Por favor, no dejes nunca de estar a mi lado. Y si tengo que ser tu amiga seré tu amiga. Y si tengo que ser una simple conocida seré una simple conocida. Lo que tú quieras que sea. Lo seré. Pero tú, prométeme, sólo prométeme, que no te irás de mi vida. Que cuando pase toda esta tormenta, podremos sentarnos frente a frente, tomar algo (tú tomarás una coca cola, lo sé, y yo probablemente un cola -cao), mirarnos, reírnos, contarnos la vida y acordarnos con una sonrisa en el corazón de lo geniales que éramos juntos. Porque lo éramos. A pesar de todo, hemos sido geniales. Y te quiero. Y te quiero de aquí a la luna y vuelta un millón de veces. Y te lo gritaría todos los días, para que nunca olvides, que no habrá lugar ni momento en el que pueda dejar de quererte. Así, o de cualquier otra manera. Pero quererte al fin y al cabo. 
Demasiado del montón. Eso es lo que siempre he sido. Desde pequeñita, y hasta ahora. El patito feo. La que siempre pasaba desapercibida. La insignificante, la que no importaba. La prescindible. Sí, así era. Así he sido. Así soy. Y siempre me preguntaba, mientras miraba como mis amigas iban de la mano de esos chicos que las miraban con esos ojos y esas sonrisas, si alguna vez, a mí me pasaría. Sí alguien me miraría así, si alguien me sonreiría así.

Nunca me olvidaré de esa noche de invierno. Era Enero creo, o como mucho principios de Febrero. Estábamos en ese parque. Yo estaba sentada en la plataforma esa de madera, y él de pie, con sus brazos en mis piernas. Hacía frío. Estábamos con las chamarras abrochadas hasta arriba, y me acuerdo que él llevaba guantes. Y entonces, mientras hablábamos y nos reíamos, se me quedó mirando. Me miró, muy fijamente a los ojos. Le miré, muy fijamente a esos ojos azules que parecían pedacitos de mar o de cielo. Y empecé a llorar. Nunca en mi puta vida he sentido esa emoción, que se me clavó en el pecho y me desgarró el alma por la mitad. Entró de pleno hasta dentro, y me desarmó del todo. 

Porque me miró de esa manera ¿sabes? De esa manera. Me vio. Me estaba viendo. Se estaba dando cuenta de que estaba allí, de que era yo. Se estaba dando cuenta de quién era, de cómo era. Se estaba dando cuenta. Por primera vez, por primera vez en mi vida, sentí que no pasaba desapercibida. Que él me percibía en mi totalidad, con mi fragilidad y con mi fuerza. Con todo. Tal y cómo era. Y me estaba viendo. Y era una manera de verme, que decía: te veo, estás aquí, y estoy contigo. Y era verdad, estaba conmigo.

Y yo estaba con él.
Desde el primer segundo,
y hasta el infinito.
Por fin está libre.
Después de tantos años.
Qué ganas de abrazarla,
y ver esa sonrisa.
Qué ganas de oírla hablar,
y reír.
De verla andar
por la calle,
mientras el viento
y la lluvia
le revuelven el pelo.
Sé que lo echará de menos.
Eso,
y tantísimas otras cosas.
El verde,
su calle,
la panadería de abajo,
sus flores,
su casa,
su gente.
Quiero asomarme a mi balcón,
y verla a ella en el suyo.
Y quiero que el sol
le de en la cara,
y que se sienta feliz.
Quiero
una primavera
eterna en su ventana.
Y quiero decirle
que no quiero que jamás deje de sonreír.

Que siempre pienso en ella.
Que la he echado de menos.

Y que su pueblo la está esperando.

Si me enseñas a alguien más bonita que ella,
te regalo un chupa-chups.

Y que me expliquen,
a qué viene a mis sueños.
A revolverlo todo.
A ponerlo todo del revés.
A hacerme despertar de mala ostia.
A hacerme pensar en
por qué coño
después de tanto tiempo,
aún me sigue jodiendo.

Y es que lo peor de los sueños,
es que no los puedes controlar.

Y aparece
y te jode,
y te jodes,
y punto.
Y a las noches,
siempre a las noches.
Me acuerdo más.
La noto más.
Me duele más.


Todos los besos que no te di,
los voy a colgar en un tendedero.

Y que el viento decida que hacer.

Si llevártelos,
o dejarlos marchitar lentamente.


Wednesday, November 27, 2013

Tonta de mí,
creí que con querer bastaba.
Y no.
Ya no basta con nada.
You can't handle me.
Y así,
sin ton
ni son,
como
cuando
no sabía
lo que
la brújula marcaba.

Estoy igual,
pero peor.
Estoy sin ti.
Es demasiado gris,
este silencio,
esta nada.
Es demasiado
oscuro
este rincón.

Y en mi mente,
dando vueltas,
mil palabras
que jamás entenderé,
y ese por qué
eterno
que no responderé.

Porque no lo entiendo.
Y si todo es relativo,
cuéntame qué te parece este latido.
Demasiado flojo,
demasiado estático.

Demasiado dividido.
It was about love all the time.
About living a lifetime together.
About fairy tales, and
impossible dreams.

Now everything's broken.
And I can't talk about it anymore.
I can't feel it anymore.

I've given up on love.

I'm getting away.


Tuesday, November 26, 2013

Habrá que hacerle caso a Tote, y empezar a pensar con el coño, y dejar el corazón guardado en un cajón, hasta que coja polvo y se ponga amarillento. O lo que sea. Que si quieren follar, follaremos. Pero que no nos van a joder. Y que se jodan.
It's a huge fuck off.
A fuckin' hurricane that's gonna burn everything down.
I promise.
I'm gonna do it.
I'm out here.
And I'm free.
No pretendas que me olvide,
porque sabes que nunca tuve esa capacidad.
Estarás siempre bailando,
de esa manera,
en ese lugar.
Y con la misma lluvia,
el mismo frío,
la misma pasión,
el mismo nudo en el estómago,
y la misma locura,
estaré yo también,
mirándote,
dándome cuenta
del milagro.
Empezando.

La genialidad se esconde en las pequeñas cosas. 


Mi alma está en standby.
No puedo sentir más allá
del gris.

" - I can't believe this is happening.
- I know.
- I'm so sorry.
- I know that too."
There she was my new best friend,
high heels in her hands, swayin' in the wind. 
While she starts to cry, mascara runnin' down her little Bambi eyes: 
'Lana, how I hate those guys.'

- Lana del Rey

Monday, November 25, 2013

Mikele vs. Make

Mikele: ¿De dónde viene tu mote?
Make: Hubo un verano, en el que estuve jugando con mi hermano y una panda de chicos en el parque de las villas. Andábamos jugando a fútbol siempre. Eran más pequeños que yo y te puedes imaginar, siempre de vacile. Empezaron a llamarme Makelele. Al final me quede con el Make. Y no sé por qué, pero me siento muy identificada con ese mote. De alguna manera representa totalmente una parte de mí muy concreta. Es necesario.
Mikele: De todos modos, algunas colegas no te llaman así ¿no?
Make. No. Hay unas cuantas colegas, no todas, pero bastantes, que me llaman Maikol.
Mikele: ¿Y de dónde sale?
Make: Realmente no lo sé. Sé que me empezó a llamar así una colega. Era muy práctico, porque siempre que oía Maikol, sabía que era ella quien me llamaba. Pero se empezó a extender, y ahora bastante colegas me llaman así. De hecho, incluso algunas madres también me llaman así. Es traumático. 
Mikele: ¿Ambos motes funcionan como álter egos?
Make: No, sólo Make. Maikol sigue siendo Mikele, de forma rara, pero Mikele al fin y al cabo.
Mikele: ¿Y quién es Make?
Make: Yo. Bueno una parte de mí. Con mis padres no soy Make. Y con mis amigas, según con cuales, tampoco. Sobre todo soy Make cuando escribo, cuando escribo letras. Y según con qué persona también. Con las tres colegas con las que solía andar hace unos años era Make todo el rato. Con ellas Mikele no existía apenas. Tengo que tener la libertad para ser Make. Tengo que estar en un contexto determinado, que saque ese lado mío, esa parte de mí. Sino soy sólo Mikele.
Mikele: ¿Cuál es la diferencia?
Make: El grado de locura y desparpajo. La libertad. Cuando soy Make hablo de otra manera. Soy 100% libre. Escribo lo que me sale del coño y no me corto. Alcanzo otro nivel. A mis padres nunca les hablaría como Make. Tengo muy marcada la línea entre esos dos yos.  Sé cuando me convierto en Make y cuando dejo de serlo. Es algo muy definido dentro de mí.
Mikele: ¿A quién de las dos prefieres?
Make: Una no puede prescindir de la otra. Son dos caras de la misma moneda. Ni puedo ser sólo Mikele, ni puedo ser sólo Make. Soy ambas dos.
Mikele: Dices que cuando eres Make eres libre. ¿Siendo Mikele no es así?
Make: Si, pero de distinta manera. Quiero decir, cuando soy Mikele, no hablo así, no me expreso así, no escupo así. Soy más tímida, más retraída. Y Make me da esa libertad para desatarme.
Mikele: ¿Y qué características tiene Mikele?
Make: Es diferente. Es la hija, la hermana, la prima, la nieta. Es el patito feo. Es la de los traumas. Es la de la neurosis crónica. Es la rara. Make no es nada de eso. Make es la que se pone delante del puto folio y escupe sin miedo, la que cree que puede, la que cree que lo va a conneguir, la que cree que al final llegará un día en que dejará toda esa mierda atrás. Es mi lado fuerte, mi lado luchador. La que no deja de intentarlo.
Mikele: ¿Y lo consigue?
Make: No, por ahora no. Pero estoy segura de que sí lo va a conseguir.
Mikele: ¿Y Mikele qué, no escribe nunca?
Make: Mikele escribe las cosas que nunca nadie va a leer. Supongo. Supongo que ha escrito lo más doloroso siempre. Porque esa parte, el amor más grande y el dolor más grande, siempre le tocan a ella. Así ha sido, así es. Mikele es la que se enamora, la que hace el ridículo, la que sufre, la que pierde, la que es rechazada, la que lo hace todo al revés, la que siempre mete la pata, la desastre. Y por eso tiene en su poder la fuente de inspiración más amplia. Pero hay cosas que escribe, que son sólo para ella. Nadie puede leerlas. Porque eso sería dar a conocer demasiado de ella, y se sentiría demasiado vulnerable. Supongo que hay cosas que es mejor no contar a los demás. Aunque en general soy de contarlo todo. Pero siempre queda algo, ¿sabes? Aunque sea una centésima parte, esa parte es sólo tuya. Y eso la hace muy valiosa. Y por eso lo escribo, porque tengo que escribirlo, porque si no exploto, pero lo guardo. En un cajón, en una carpeta. Dónde sea. Pero es para mí. Y Mikele es la que se encarga de eso.
Mikele: ¿Que consejo le daría Make a Mikele?
Make: Deja de ser tan jodidamente miedica.
Mikele: ¿Y Mikele a Make?
Make: Todavía puedes sacar mucho más. Escupe.
Lo recuerdo como si fuera ayer.
Iba en los asientos de la izquierda,
apoyado contra la ventana.
Llevaba bambas de basket blancas,
pantalones vaqueros,
y los cascos puestos.

Es tan nítido,
el recuerdo,
que abruma.

Y no sé exactamente hace cuanto tiempo fue,
pero parece que las agujas del reloj
no hacen efecto.

Y es que no hay forma de olvidar,
la perfección
de ese momento.

Hay segundos
que duran una eternidad.


Aquí está,
la Sole,
sentada a mi lao.
Fiel y antigua compañera,
que sé que siempre
estará
esperando en las esquinas.
Y cuanto bien me hace,
cuanto bien,
encontrarme con ella,
y sentarme a charlar.
A contarle,
como dolieron
todas esas caídas.
Mientras les pongo
nombre a las cicatrices,
e intento vendarme las heridas
que aun tengo sin curar.

Y que no van a curar.
Salir volando,
joder, salir volando.

En alguno de esos universos,
te estaré esperando.

Y no lo supo nunca.
Si no, no puedo entender,
cómo puede ser,
que alguien haga tanto daño,
tan gratuitamente.

Pero quizá la gente sea así.
Quizá hagan daño porque sí.
Eh,
es así,
da miedo,
y acojona,
y ya tienes
el caparazón
demasiado rasgado,
demasiado quebrado,
demasiado roto.


Dar media vuelta
es jodido,
pero a veces
es la única manera
de no volverte loca del todo.

Y aun y así,
estoy loca al 90%.
"Eguzkia hilko nuke orain hemen bazina."

Ordu hauetan,
burua galtzeko asmotan,
zu gabe,
beti zu gabe.
Eta non zauden galdetzen diot zeruari, lurrari,
edozeri..
Baina erantzunik ez oraindik.
Erantzunik ez.


Quiero que lo sepan todas las personas y voy a gritarlo,
yo no voy a esconderme que sepa la gente que la vida es corta,
que vuelan los años, que empieza el martirio y al darse 
uno cuenta que se han escapado momentos, historias, vivencias, delitos 
que nunca sufriste, que nunca pagaste, por eso te duele, por eso.

Hoy, hoy me arrepiento de lo que no hice,
de no llorar, de callarme, de rendirme. 
Hoy, hoy me arrepiento de lo que no hice,
de lo que no quise, de lo que no dije.
Y esa torta que no le di,
y eso que no grité, 
y esos kilómetros
que no anduve.
Ella,
y ese color.
Y esas ganas
de que me coma la tierra.
Recordar cómo me hice esa cicatriz.
Salir huyendo.
Una retirada a tiempo es una victoria, dicen.

Sunday, November 24, 2013

Mi corazón,
cerrado a cal y canto.


Que el amor ahora es un cuento, pero no de hadas, más bien de monstruos que se esconden debajo de la cama. Monstruos que te recuerdan como te hiciste esa cicatriz. No quiero sentir. Y a la mierda.
Eh, y que la sirenita se queda en tierra por él. Vamos no me jodas.

1990ko azaroak 24.

Ez dakit nundik hasi, baino hasteko beharra daukat. Ezin naiz honelako egun baten isilik geatu, eta ez naiz geatuko. Inspirazioa datorkit zure irribarreaz oroitzen naizen bakoitzian Zure begi berdeen distiraz oroitzean. Aurpegi polit horretan irribarrea agertzen denean, eguzkia ere haserretzen da. Bera baino gehiago argitzen bait duzu. Eta horregatik zure irribarrea ateratzen saiatzen egoten naiz beti. Argi horren beharra dugulako, nik, eta munduak.



Bakizu nola in bestek barre in dezaten, bestek ondo egon daitezen. Eta zukin dena da beti polittagua. Ez dakit zenbat eta zenbat momentu ahaztezin. Eta horrela da beti. Zukin bai.




Hainbat eta hainbat gau. Hainbat eta hainbat egun. Eta denak izugarriak. Bakit bakizula baina errepikatuko naiz, argi gera dadin. Bizitza pozten diazu, alaitasuna kontagiatzen diazu, eta dena errexagua itezu. Horrela da. Ez dakit zenbat besarkada, eta zenbat muxu, eta emango nizkizukeen beste infinito merezituzu. Ez dagolako zu bezalako jende asko mundun, bakizu. Eta netzako kriston altxorra da zu nere laguna izatea. Zu nere bizitzan egotea. Zurekin dena konpartitzea. Nere momenturik onenak, eta nere momenturik txarrenak. Ez diazulako inoiz huts egiten. Beti hor zaudelako. Kristona zealako.




Eta momentu txarrak bizitzeitugu. Zuk eta nik. Biek. Baina bata bestiantzako hor gaude. Beti. Ta aurrea ateatze gea, ta ateako gea. Zeba merezi deu bakizu ez? Zuk sobre todo. Zuk dena merezizu. Munduko gauzaik onenak. Bene benetan. Ta etorriko dia. Bakit baietz. Bizitzak emangoizu merezizun guztia. Ta esperoet ni hor eongo naizela, beti eon naizen bezela, zukin momentu hoiek ospatzeko. Txiki txikitatik gaude batea. Goatze zea ez? Pasaitugu mila ta mila momentu. Ta bakit betidanik ta betiko dala hau. Hola izan bieu ezto beste aukeraik. Zeba maite zattuten guztia ezin det neurtu re ez. Etzait iristen neurtzeko zenbaki edo hitzik. Infinito da. Bakizu. Eta ez bakizu esan iteizut. Infinito da matti, infinito.



Gau hau eztet ahaztuko. Nekin etorri zinan naiz ta ez gustatu, ta prest zeuden eozertako. Ta eskertzeizutena ezta hemen sartzen. Holako detailiak iteizue hain haundia, hain izugarria. Ta benetan, ondon euki nai zattut beti. Ez jun inoiz inoa. Eta jute bazea, jun, baño atzetik jungo naiz, horrela esateizut. Zeba bai. Zeba zu gabe eztet imaginatzen ezer. Zeba zukin da, zukin izan bieu.

Ta gaur, 2013ko azaroak 24, 23 urte betetzeituzu, ne mattia. Ta eskerrak eman bieitut. Jaio ziñalako, existitze zealako, hemen zaudelako. Gertu. Oso gertu. Ta hola jarritzia nai detelako. Munduko onena desiatzet zutzako ta bakit iritsikoala. 23 urte hauek onenak izatia nahi det, kristonak. Ta zu beti irribarrez eotia, munduantzako, netzako, denentzako. Ta aurpegi polit hoi beti pozik ikusi nahi det. Ondo eotia nahi det. Ta ahal deten guztia ingot hortako. Bakizu. Ta atzoko mila momentu gehio nahi ditut, ta zukin konpartitu nahi det dena, ta pixua etortzia nahi det ya zeba izangoa la ostia. Joder baietz, hoi izangoa la ostia.



23 urte hauengatik, zuregatik, holakua izaten jarraitzeagatik. Zure irribarriangatik, zure besarkadengatik, zure hitzengatik, beti hor eoteagatik. Ahaztu ezin diren begi hoiengatik. Eta 1990ko azaroaren 24 hartan, munduko nexkaik polittena jaiotzeagatik. Zorionak mattia, hobena zea. Matte zattutena ezin da neurtu. Irribarre in mesedez, oain, beti. Ta bakizu, betidanik, ta betiko bale? Prometitu.


Zorionak Leire,
zure begi berde hoietan
eguzkia baino argiagoa
den argia
beti piztuta egon dadin.
Zorionak Leire,
zure irribarreak
mundua alaitzen
jarrai dezan beti.
Zorionak Leire,
zure egunak, gauak,
segunduak, orduak,
nekin konpartitzen segitzeagatik.
Zorionak Leire,
hau betirako izango delako,
bakizu,
orain, beti,
txikitatik.