No encuentro mi pañuelo negro.
Me cago en todo.
Últimamente todo me sale del revés.
Sunday, September 29, 2013
Saturday, September 28, 2013
Horas muertas.
Transición.
El bullicio de la gente alrededor.
Me pesa la maleta,
y también el alma.
El cielo gris me tapa el sol.
Me sé de memoria esta estación.
Es un punto fijo en el movimiento.
Y me acuerdo de cuando él llegaba,
y entonces se convertía en sonrisa.
Se suponía que este era mi sitio.
Ahora ya no sé que es.
¿De dónde soy,
de dónde vengo?
Quizás no lo quiero saber.
De todos modos,
no puedo despegarme.
Son el rojo y el blanco.
Los macarrones con chorizo de mi aitite.
La esencia que me corre por las venas.
No soy de aquí, pero sí soy de aquí.
En un no sé cuanto por ciento.
Mi ama anduvo por estas calles,
cuando yo vivía en sus entrañas.
Aquí di mis primeros pasos,
dije mis primeras palabras.
Trancsición.
Cambio.
Pero siempre te llevas algo.
Y entre las angulitas..
su sonrisa,
y mi llanto.
Transición.
El bullicio de la gente alrededor.
Me pesa la maleta,
y también el alma.
El cielo gris me tapa el sol.
Me sé de memoria esta estación.
Es un punto fijo en el movimiento.
Y me acuerdo de cuando él llegaba,
y entonces se convertía en sonrisa.
Se suponía que este era mi sitio.
Ahora ya no sé que es.
¿De dónde soy,
de dónde vengo?
Quizás no lo quiero saber.
De todos modos,
no puedo despegarme.
Son el rojo y el blanco.
Los macarrones con chorizo de mi aitite.
La esencia que me corre por las venas.
No soy de aquí, pero sí soy de aquí.
En un no sé cuanto por ciento.
Mi ama anduvo por estas calles,
cuando yo vivía en sus entrañas.
Aquí di mis primeros pasos,
dije mis primeras palabras.
Trancsición.
Cambio.
Pero siempre te llevas algo.
Y entre las angulitas..
su sonrisa,
y mi llanto.
Friday, September 27, 2013
Thursday, September 26, 2013
Wednesday, September 25, 2013
AL OÍDO DE UNA MUCHACHA.
No quise.
No quise decirte nada.
Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada.
No quise decirte nada.
Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada.
Federico García Lorca
Tuesday, September 24, 2013
Hoy hace cincuenta y cinco años que nació el hombre de mi vida.
Felicidades aitatxo,
eres lo más mejor que tengo.
Ez dago ezer munduan zugandik aldendu diezakedanik.
Ez dago ezer zugatik egiteko gai izango ez nintzatekeenik.
Nire bizitzako argia zara, irribarrea.
Babesten nauen gotorleku maitea.
Beti begiratuko zaitut begirada horrekin,
aitatxo.
Ez hurrundu nigandik,
gertu behar zaitut.
Txikitan zure besoak behar nituen bezala,
lurrera ez erortzeko,
orain ere ala behar zaitut.
Badakit, zu gertu bazaude,
ez naizela eroriko.
Edo erortzen banaiz, zu bertan egongo zarela
ni altxatzeko.
Munduan gehien miresten dudan pertsona zara.
Eta ez daukat hitzik maite zaitudan guztia adierazteko.
Esan dezakedan gauza bakarra da, eskerrak aititek eta amamak sortu zintuzten.
Zu mundura ekartzea izan zen egin zuten gauzarik politena.
Zu baitzara munduan dagoen gauzarik politenetako bat.
Mikele, zure alaba
Monday, September 23, 2013
Mi mujer es una alcohólica. La mejor persona que he conocido. Tiene 600 clases distintas de sonrisas, todas te iluminan la vida. Pueden hacerte reír a carcajadas. Así, sin más. Pueden incluso hacerte llorar. Así, sin más. Y eso sólo sus sonrisas. Deberían verla con sus hijas. Tendrían que ver como la miran, cuando ella no las observa.
- Cuando un hombre ama a una mujer
Una canción aleatoria que te despierte el alma.
El calor entra por la ventana.
Se me caen los párpados.
Me ha costado dormir,
el insomnio no se cansa de venir a visitarme.
Y además pensaba en él.
Cinco horas de sueño siguen sin ser suficientes.
La cama me está llamando,
susurrándome al oído,
que me pierda en sus profundidades,
y que olvide qué día es,
cómo me llamo,
y por qué ya no está él.
¿Por qué ya no está?
Si sueño,
que no sea con él por favor.
Porque al despertar,
la realidad duele más que de costumbre.
Y la costumbre,
ya es dolor.
El calor entra por la ventana.
Se me caen los párpados.
Me ha costado dormir,
el insomnio no se cansa de venir a visitarme.
Y además pensaba en él.
Cinco horas de sueño siguen sin ser suficientes.
La cama me está llamando,
susurrándome al oído,
que me pierda en sus profundidades,
y que olvide qué día es,
cómo me llamo,
y por qué ya no está él.
¿Por qué ya no está?
Si sueño,
que no sea con él por favor.
Porque al despertar,
la realidad duele más que de costumbre.
Y la costumbre,
ya es dolor.
Me aprieta el pecho.
Como si tuviera un nudo
hecho con esas cuerdas super gordas
que no hay forma humana de soltar.
Cuerdas con las que se atan los barcos a sus puertos.
Esas cuerdas.
Así te tengo.
Atado a mi pecho como barco a su puerto.
Para que no te lleve la marea.
Para que no termines en otro mar.
¿A cuál vas a ir a parar?
En qué mar te perderás,
echando tu ancla.
Desatándote para siempre
de mi pecho,
de mi puerto.
Noto que te escapas
entre regueros de agua salada
que vierten mis ojos
siempre a deshora
y de forma incontrolada.
Partirás a otros océanos,
darás la vuelta al mundo,
navegarás.
¿Y yo?
Te observaré desde mi muelle,
para ver si todo va bien.
Para asegurarme de que las tormentas
no te hagan naufragar.
Nunca dejaré de otear el horizonte.
Como si tuviera un nudo
hecho con esas cuerdas super gordas
que no hay forma humana de soltar.
Cuerdas con las que se atan los barcos a sus puertos.
Esas cuerdas.
Así te tengo.
Atado a mi pecho como barco a su puerto.
Para que no te lleve la marea.
Para que no termines en otro mar.
¿A cuál vas a ir a parar?
En qué mar te perderás,
echando tu ancla.
Desatándote para siempre
de mi pecho,
de mi puerto.
Noto que te escapas
entre regueros de agua salada
que vierten mis ojos
siempre a deshora
y de forma incontrolada.
Partirás a otros océanos,
darás la vuelta al mundo,
navegarás.
¿Y yo?
Te observaré desde mi muelle,
para ver si todo va bien.
Para asegurarme de que las tormentas
no te hagan naufragar.
Nunca dejaré de otear el horizonte.
Y así ves, amor mío,
cómo marcho
por la isla,
por el mundo,
seguro en medio de la primavera,
loco de luz en el frío,
andando tranquilo en el fuego,
levantando tu peso
de pétalo en mis brazos,
como si nunca hubiera caminado
sino contigo, alma mía,
como si no supiera caminar
sino contigo,
como si no supiera cantar
sino cuando tú cantas.
Pablo Neruda
Tú venías.
No me has hecho sufrir
sino esperar.
Aquellas horas
enmarañadas, llenas
de serpientes,
cuando
se me caía el alma y me ahogaba,
tú venías andando,
tú venías desnuda y arañada,
tú llegabas sangrienta hasta mi lecho,
novia mía,
y entonces
toda la noche caminamos
durmiendo
y cuando despertamos
eras intacta y nueva,
como si el grave viento de los sueños
de nuevo hubiera dado
fuego a tu cabellera
y en trigo y plata hubiera sumergido
tu cuerpo hasta dejarlo deslumbrante.
Yo no sufrí, amor mío,
yo sólo te esperaba.
Tenías que cambiar de corazón
y de mirada
después de haber tocado la profunda
zona de mar que te entregó mi pecho.
Tenías que salir del agua
pura como una gota levantada
por una ola nocturna.
Novia mía, tuviste
que morir y nacer, yo te esperaba.
Yo no sufrí buscándote,
sabía que vendrías,
una nueva mujer con lo que adoro
de la que no adoraba,
con tus ojos, tus manos y tu boca
pero con otro corazón
que amaneció a mi lado
como si siempre hubiera estado allí
para seguir conmigo para siempre.
sino esperar.
Aquellas horas
enmarañadas, llenas
de serpientes,
cuando
se me caía el alma y me ahogaba,
tú venías andando,
tú venías desnuda y arañada,
tú llegabas sangrienta hasta mi lecho,
novia mía,
y entonces
toda la noche caminamos
durmiendo
y cuando despertamos
eras intacta y nueva,
como si el grave viento de los sueños
de nuevo hubiera dado
fuego a tu cabellera
y en trigo y plata hubiera sumergido
tu cuerpo hasta dejarlo deslumbrante.
Yo no sufrí, amor mío,
yo sólo te esperaba.
Tenías que cambiar de corazón
y de mirada
después de haber tocado la profunda
zona de mar que te entregó mi pecho.
Tenías que salir del agua
pura como una gota levantada
por una ola nocturna.
Novia mía, tuviste
que morir y nacer, yo te esperaba.
Yo no sufrí buscándote,
sabía que vendrías,
una nueva mujer con lo que adoro
de la que no adoraba,
con tus ojos, tus manos y tu boca
pero con otro corazón
que amaneció a mi lado
como si siempre hubiera estado allí
para seguir conmigo para siempre.
Pablo Neruda
En el instituto y en la universidad.
La primera vez
no te conocí.
La segunda, sí.
Dime
si el aire te lo dice.
Mañanita fría
yo me puse triste,
y luego me entraron
ganas de reírme.
No te conocía.
Sí me conociste.
No me conociste.
Ahora entre los dos
se alarga impasible,
un mes, como un
biombo de días grises.
La primera vez
no te conocí.
La segunda, sí.
no te conocí.
La segunda, sí.
Dime
si el aire te lo dice.
Mañanita fría
yo me puse triste,
y luego me entraron
ganas de reírme.
No te conocía.
Sí me conociste.
No me conociste.
Ahora entre los dos
se alarga impasible,
un mes, como un
biombo de días grises.
La primera vez
no te conocí.
La segunda, sí.
Federico García Lorca
Todavía me cuesta escuchar las canciones de Red Hot.
Supongo que siempre me va a costar.
Estás detrás de cada frase,
de cada nota.
Veo tus ojos,
brillando de esa manera.
Y la sonrisa que ponías cuando bailabas haciendo el tonto.
Pero sobre todo te veo a ti,
siendo tú sin límites,
sacando lo mejor que llevas dentro,
.. y a mí,
enamorándome.
Supongo que siempre me va a costar.
Estás detrás de cada frase,
de cada nota.
Veo tus ojos,
brillando de esa manera.
Y la sonrisa que ponías cuando bailabas haciendo el tonto.
Pero sobre todo te veo a ti,
siendo tú sin límites,
sacando lo mejor que llevas dentro,
.. y a mí,
enamorándome.
Sunday, September 22, 2013
Decía siempre la mar. Así es como le dicen en español cuando la quieren. A veces los que la quieren hablan mal de ella, pero lo hacen siempre como si fuera una mujer. Algunos de los pescadores más jóvenes, los que usaban boyas y flotadores para sus sedales y tenían botes de motor comprados cuando los hígados de tiburón se cotizaban altos, empleaban el artículo masculino, le llamaban el mar. Hablaban del mar como un contendiente o un lugar, o aun un enemigo. Pero el viejo lo concebía siempre como perteneciente al género femenino y como algo que concedía o negaba grandes favores, y si hacía cosas perversas y terribles era porque no podía remediarlo. La luna, pensaba, le afectaba lo mismo que a una mujer.
- E. Hemingway, El viejo y el mar
Agobio. Estrés. Locura. Tarde de domingo en la estación de Donosti, no podría ser de otra manera. Te entran unas ganas incontrolables de pegar a todo el que se interponga entre tu maleta y tú, y subes al bus enfadada con el mundo en general. Aire acondicionado a tope, cojonudo. El pavo que te ha tocado al lado no deja de moverse e invade tu espacio. Todo genial. Empiezas a leer y parece que te relajas un poco, pero te mareas y tienes que parar. Una voz grave se alza por encima de las demás. Miras a tu izquierda. En los asientos de al lado viajan una señora y un señor mayor. Pones la oreja inevitablemente, porque el señor va hablando para todo el bus. Escuchas un rato y sonríes. No puede ser más adorable. Como conclusión he sacado que era viudo, y que la mujer que estaba sentada a su lado era su novia, o algo así como una amiga especial. La llamaba cariño, mi vida, y la besaba en la mano. Hablaba todo el rato, y ella no sé yo si le escuchaba mucho. Pero el la miraba, y le decía cosas bonitas entre chapa y chapa. Ha dicho cosas preciosas sobre la vida, la amistad, el amor. Y me ha hecho reflexionar sobre ciertas cosas. Ha sido un viaje productivo. Y siempre emociona ver a una persona mayor sonreír como un adolescente y ver que el tiempo si ha dejado huella en su cara pero no en su corazón. He bajado del bus con el ánimo cambiado. Pero seguía siendo domingo, y las cosas no podían terminar así de bien. He llegado a casa, y he podido verificar que las llaves de mi casa (mi casa casa) no están aquí. Cojonudo, si no estaban allí, y no están aquí, ¿dónde coño están? Y luego he entrado en la sala, he abierto el balcón y he visto que mi helecho está seco del todo. Se ha achicharrado ahí metido, sin aire y sin agua todo el fin de semana. Pobrecito mío, no me ha durado ni tres semanas.. y era tan bonito. Desde luego, tengo que alejarme de las cosas vivas, que una cosa es que se me rompan todos los cacharros, pero que se me mueran las plantas, eso ya no. ¿Y ahora qué? Ahora a comer bizcocho, que eso siempre me hace sonreír.
- Divagaciones de un domingo cualquiera
Es viernes,
y de repente es domingo.
El tiempo es demasiado relativo.
Las agujas giran mucho más deprisa.
Y el preludio de la semana es jodidamente aburrido.
No me gustan nada los domingos, los odio.
El tedio se acumula en las ventanas,
y no hay paraíso al que puedas escapar.
Encuentro la inspiración en el movimiento,
pero el movimiento es bastante torpe.
Y mientras camino con la maleta,
por esas calles grises,
pienso en el sur,
en las ganas que tengo de irme.
y de repente es domingo.
El tiempo es demasiado relativo.
Las agujas giran mucho más deprisa.
Y el preludio de la semana es jodidamente aburrido.
No me gustan nada los domingos, los odio.
El tedio se acumula en las ventanas,
y no hay paraíso al que puedas escapar.
Encuentro la inspiración en el movimiento,
pero el movimiento es bastante torpe.
Y mientras camino con la maleta,
por esas calles grises,
pienso en el sur,
en las ganas que tengo de irme.
Saturday, September 21, 2013
MADRIGAL.
Yo te miré a los ojos
cuando era niño y bueno.
Tus manos me rozaron
Y me diste un beso.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
Y se abrió mi corazón
Como una flor bajo el cielo,
Los pétalos de lujuria
Y los estambres de sueño.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
En mi cuarto sollozaba
Como el príncipe del cuento
Por Estrellita de oro
Que se fue de los torneos.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
Yo me alejé de tu lado
Queriéndote sin saberlo.
No sé cómo son tus ojos,
Tus manos ni tus cabellos.
Sólo me queda en la frente
La mariposa del beso.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
cuando era niño y bueno.
Tus manos me rozaron
Y me diste un beso.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
Y se abrió mi corazón
Como una flor bajo el cielo,
Los pétalos de lujuria
Y los estambres de sueño.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
En mi cuarto sollozaba
Como el príncipe del cuento
Por Estrellita de oro
Que se fue de los torneos.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
Yo me alejé de tu lado
Queriéndote sin saberlo.
No sé cómo son tus ojos,
Tus manos ni tus cabellos.
Sólo me queda en la frente
La mariposa del beso.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
Federico García Lorca
SI MIS MANOS PUDIERAN DESHOJAR.
Yo pronuncio tu nombre
En las noches oscuras
Cuando vienen los astros
A beber en la luna
Y duermen los ramajes
De las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
De pasión y de música.
Loco reloj que canta
Muertas horas antiguas.
Yo pronuncio tu nombre,
En esta noche oscura,
Y tu nombre me suena
Más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
Y más doliente que la mansa lluvia.
¿Te querré como entonces
Alguna vez? ¿Qué culpa
Tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma
¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡¡Si mis dedos pudieran
Deshojar a la luna!!
En las noches oscuras
Cuando vienen los astros
A beber en la luna
Y duermen los ramajes
De las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
De pasión y de música.
Loco reloj que canta
Muertas horas antiguas.
Yo pronuncio tu nombre,
En esta noche oscura,
Y tu nombre me suena
Más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
Y más doliente que la mansa lluvia.
¿Te querré como entonces
Alguna vez? ¿Qué culpa
Tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma
¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡¡Si mis dedos pudieran
Deshojar a la luna!!
Federico García Lorca
Cancioncilla del primer deseo.
En la mañana verde,
quería ser corazón.
Corazón.
Y en la tarde madura
quería ser ruiseñor.
Ruiseñor.
Alma,
ponte color de naranja.
Alma,
ponte color de amor
En la mañana viva,
Rosas amarillas
yo quería ser yo.
Corazón.
Y en la tarde caída
quería ser mi voz.
Ruiseñor.
¡Alma,
ponte color naranja!
¡Alma,
ponte color de amor!
quería ser corazón.
Corazón.
Y en la tarde madura
quería ser ruiseñor.
Ruiseñor.
Alma,
ponte color de naranja.
Alma,
ponte color de amor
En la mañana viva,
Rosas amarillas
yo quería ser yo.
Corazón.
Y en la tarde caída
quería ser mi voz.
Ruiseñor.
¡Alma,
ponte color naranja!
¡Alma,
ponte color de amor!
Federico García Lorca
PRELUDIO.
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
Pero han dejado flotando
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
pero dejan su reflejo.
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
Pero han dejado flotando
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
Federico García Lorca
IDILIO.
A Enrique Durán
Tú querías que yo te dijera
el secreto de la primavera.
Y yo soy para el secreto
lo mismo que es el abeto.
Árbol cuyos mil deditos
señalan mil caminitos.
Nunca te diré, amor mío,
por qué corre lento el río.
Pero pondré en mi voz estancada
el cielo ceniza de tu mirada.
¡Dame vueltas, morenita!
Ten cuidado con mis hojitas.
Dame más vueltas alrededor,
jugando a la noria del amor.
¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera,
el secreto de la primavera.
Federico García Lorca
Felicidades mi amor.
Supongo que ya estarás harta de oír siempre lo mismo. Se te hará repetitivo. Supongo que piensas que tu amiga es una pesada de mierda. Y sí, tienes razón, soy una pesada de mierda. Pero es que no puedo no escribirlo, no decirlo. No puedo guardármelo dentro. Y aunque estés cansada de oírlo te diré..
Que no hay sonrisa más jodidamente radiante que la tuya. Que contagias a todos los que te rodean con tu luz, con tu magia. Que si tu sonríes, yo sonrío más. Aunque mi sonrisa sea fea porque tengo mal los dientes. Pero consigues que me de igual. Contagias felicidad. Y llenas el mundo de colores. Y aunque estés cansada de oírlo te diré..
Que contigo los momentos valen doble. Que si tú estás, nada puede estar demasiado mal. Que haces que me sienta segura, y que el miedo se escape por las rendijas de las ventanas. Que sé que tu mano siempre va a estar para la mía. Y la mía siempre estará para la tuya, palabra. Que quiero que siempre estés, que siempre estemos. Que sigamos compartiendo el espacio-tiempo. En noches, tardes, mañanas, madrugadas. Aquí, en la China o en la luna. Donde sea, pero contigo. Siempre contigo. Y aunque estés cansada de oírlo te diré..
Que no hay nada que no haría por ti, que eres mi hermana. Que daré siempre todo, y luego un poco más. Que siempre intentaré dibujarte una sonrisa, y mi hombro siempre estará para cuando necesites llorar. Que por ti pego, araño, muerdo y mato. Y es que sé que no hay nada que nos pueda separar. Que aunque el mundo se derrumbe, nosotras siempre estaremos de pie, una junto a la otra, sabiendo que nuestra amistad podrá con la eternidad. Que no me alejaré nunca demasiado. Y que si no me ves, no te preocupes, no es nada grave. Estaré por ahí haciendo de las mías, pero siempre llegaré a tiempo, te lo prometo. No olvides que los amigos de verdad son como estrellas, no siempre se ven, pero siempre están ahí. Y pase lo que pase, siempre estaré. Porque esto que tenemos, es de verdad y es para siempre.
"La amistad es más difícil y más rara que el amor, por eso hay que salvarla como sea."
Prométeme que nos salvaremos siempre.
No concibo mi vida sin ti,
eres mi mejor tesoro.
Te quiero hasta el infinito y muchísimo más allá.
Y sé que estás cansada de oírlo, pero como amiga pesada que soy, nunca será suficiente, y siempre estaré dándote la lata :P
HAPPY BIRTHDAY SWEETIE! ;-)
Friday, September 20, 2013
Es mi familia.
"Comprendieron que la familia no se limita meramente a los que llevan la misma sangre; Incluye a aquellos por los que la derramaríamos. "
Thursday, September 19, 2013
Sus ojos pardos.
Y su mancha blanca.
Todo lo que no cabe en una hoja.
El dolor que siente mi piel por no rozarla.
El dolor que siente mi cuerpo por no sentir su calor.
Todo lo que no hice aquel día.
El peso de una roca colgado en mi espalda.
Mi boca ya no tiene palabras.
Penitencia eterna por su corazón,
penitencia eterna por no salvarla.
Lágrimas de carbón que nunca serán suficientes.
Hay dolores que no pueden aliviarse.
Me aferro firmemente a mi condena.
Atrapada para siempre entre mis venas,
eres la vida en mi regazo.
Te ofrezco para siempre el precio más alto.
No quiero redención, me declaro culpable.
Me encadeno libremente a tu recuerdo.
Seré rehén voluntaria de tu nombre,
hasta que la última estrella caiga del cielo.
No tengas dudas fiel amiga,
estaré siempre encadenada,
en el mismo punto,
en la misma coordenada.
No temas mi vida,
no quiero escapar.
Las cadenas no se pueden cortar,
las llevo ancladas al alma.
Y su mancha blanca.
Todo lo que no cabe en una hoja.
El dolor que siente mi piel por no rozarla.
El dolor que siente mi cuerpo por no sentir su calor.
Todo lo que no hice aquel día.
El peso de una roca colgado en mi espalda.
Mi boca ya no tiene palabras.
Penitencia eterna por su corazón,
penitencia eterna por no salvarla.
Lágrimas de carbón que nunca serán suficientes.
Hay dolores que no pueden aliviarse.
Me aferro firmemente a mi condena.
Atrapada para siempre entre mis venas,
eres la vida en mi regazo.
Te ofrezco para siempre el precio más alto.
No quiero redención, me declaro culpable.
Me encadeno libremente a tu recuerdo.
Seré rehén voluntaria de tu nombre,
hasta que la última estrella caiga del cielo.
No tengas dudas fiel amiga,
estaré siempre encadenada,
en el mismo punto,
en la misma coordenada.
No temas mi vida,
no quiero escapar.
Las cadenas no se pueden cortar,
las llevo ancladas al alma.
Me enamoro fácilmente.
De su voz,
de ese oyuelo,
del color del cielo,
de un libro nuevo,
de un folio en blanco,
del punteo de una guitarra,
del viento de madrugada,
de las tostadas recién hechas,
del sabor a chocolate,
de unos ojos,
de una canción.
De la chica de la estación,
a las tres y media de la tarde.
De su voz,
de ese oyuelo,
del color del cielo,
de un libro nuevo,
de un folio en blanco,
del punteo de una guitarra,
del viento de madrugada,
de las tostadas recién hechas,
del sabor a chocolate,
de unos ojos,
de una canción.
De la chica de la estación,
a las tres y media de la tarde.
Y desde que no está,
el cielo llora más,
la tierra da vueltas y me marea.
Desde que no está,
subir las escaleras es una puta mierda.
Desde que no está,
no sé donde guardarme,
ese tono de voz,
las sonrisas con su nombre,
los paseos eternos,
los días de nieve y de lluvia,
la hierba,
los palos,
las piedras,
las galletas que siempre llevaba en el bolsillo,
las ganas de seguirla a donde fuera,
porque ella no me seguía,
se iba sola por ahí.
Ahora que no está,
¿quien se lo lleva?
Ahora que no está,
¿dónde se queda?
Ahora que no está,
¿quién me lleva?
Ahora que no está.
¿dónde me quedo?
Joder, esto no tiene sentido.
Y es que yo no puedo estar,
si no está ella.
el cielo llora más,
la tierra da vueltas y me marea.
Desde que no está,
subir las escaleras es una puta mierda.
Desde que no está,
no sé donde guardarme,
ese tono de voz,
las sonrisas con su nombre,
los paseos eternos,
los días de nieve y de lluvia,
la hierba,
los palos,
las piedras,
las galletas que siempre llevaba en el bolsillo,
las ganas de seguirla a donde fuera,
porque ella no me seguía,
se iba sola por ahí.
Ahora que no está,
¿quien se lo lleva?
Ahora que no está,
¿dónde se queda?
Ahora que no está,
¿quién me lleva?
Ahora que no está.
¿dónde me quedo?
Joder, esto no tiene sentido.
Y es que yo no puedo estar,
si no está ella.
Wednesday, September 18, 2013
Tuesday, September 17, 2013
Las entrañas.
Y poco más.
Tiene que llegar hasta el fondo,
como una navaja furiosa.
Tocarte en ese punto
en el que nadie te sabe tocar.
Marcarte con fuego,
en el vértice del alma.
Llegar a revolver,
todo lo que creías que no se revolvería.
Hacerte sentir
que quieres vomitar,
que te mareas.
Que no controlas
esa sensación de vértigo
que se posa en la boca de tu estómago
y no te deja pensar.
Porque cuanto menos piensas,
más adentro llegará.
Tiene que ser salvaje,
violento,
jodidamente impulsivo.
Como salir corriendo
o gritar hasta quedarte sin aire.
Y si no es así,
no me vale.
Si no es así,
no me vale.
Y poco más.
Tiene que llegar hasta el fondo,
como una navaja furiosa.
Tocarte en ese punto
en el que nadie te sabe tocar.
Marcarte con fuego,
en el vértice del alma.
Llegar a revolver,
todo lo que creías que no se revolvería.
Hacerte sentir
que quieres vomitar,
que te mareas.
Que no controlas
esa sensación de vértigo
que se posa en la boca de tu estómago
y no te deja pensar.
Porque cuanto menos piensas,
más adentro llegará.
Tiene que ser salvaje,
violento,
jodidamente impulsivo.
Como salir corriendo
o gritar hasta quedarte sin aire.
Y si no es así,
no me vale.
Si no es así,
no me vale.
La luz del flexo está encendida.
En la mesilla al este de mi cama.
No hay ninguna más.
Es bastante fea, la mesilla.
La tuve que forrar con papel de regalo,
porque no me gustaba su estampado.
Cosas que tienen las casas viejas.
Sentada en la cama,
como otras tantas veces.
Observando las mismas fotos,
las mismas paredes.
Y el color verde que pinté
porque el blanco no me gustaba.
Lo pinté con él.
El recuerdo duele.
Paso palabra.
Música aleatoria en los cascos.
Mi cabeza está obsesionada,
no la puedo controlar.
Ella ya ha llegado,
está aquí conmigo.
La noto, la siento.
Creo que quiere quedarse a dormir.
Pero yo no puedo dejar que se quede,
sería una locura.
Tampoco puedo echarla,
ella va y viene cuando le da la gana.
No hay nada que yo pueda hacer,
es demasiado indomable.
El tic-tac del reloj sigue constante.
Nunca varía,
ya ves,
es estresante.
Y es peor mirar la hora,
siempre es peor mirar la hora.
En la mesilla al este de mi cama.
No hay ninguna más.
Es bastante fea, la mesilla.
La tuve que forrar con papel de regalo,
porque no me gustaba su estampado.
Cosas que tienen las casas viejas.
Sentada en la cama,
como otras tantas veces.
Observando las mismas fotos,
las mismas paredes.
Y el color verde que pinté
porque el blanco no me gustaba.
Lo pinté con él.
El recuerdo duele.
Paso palabra.
Música aleatoria en los cascos.
Mi cabeza está obsesionada,
no la puedo controlar.
Ella ya ha llegado,
está aquí conmigo.
La noto, la siento.
Creo que quiere quedarse a dormir.
Pero yo no puedo dejar que se quede,
sería una locura.
Tampoco puedo echarla,
ella va y viene cuando le da la gana.
No hay nada que yo pueda hacer,
es demasiado indomable.
El tic-tac del reloj sigue constante.
Nunca varía,
ya ves,
es estresante.
Y es peor mirar la hora,
siempre es peor mirar la hora.
0:53. Siempre la misma historia. ¿Qué pasa conmigo? A la noche me visita mi álter ego. Y nunca tengo sueño. Luego a las mañanas te da todo por culo. Menos de ocho horas, mal asunto. ¿Pero qué vas a hacer si la inspiración se pone a jugar contigo debajo de las sábanas? O donde sea.
Siempre son pocos los segundos que te deja.
Y la espera se hace insoportable.
Monday, September 16, 2013
Había algo detrás de esos ojos
que la incitaban violentamente
a olvidarse de quién era,
de cómo se llamaba,
y de lo que había ido a hacer allí.
Pero la cuestión era,
que si olvidaba cuál era su objetivo,
no tendría escapatoria.
Era un mundo en el que sólo había dos opciones:
o matabas, o te mataban.
que la incitaban violentamente
a olvidarse de quién era,
de cómo se llamaba,
y de lo que había ido a hacer allí.
Pero la cuestión era,
que si olvidaba cuál era su objetivo,
no tendría escapatoria.
Era un mundo en el que sólo había dos opciones:
o matabas, o te mataban.
Soy así. Lo venía pensando con la compra en la mano y jodidamente cansada de vuelta de la uni. Soy así, una jodida romántica perdida en tiempos de Disney. Parece que con los años no cambio. Y mira que he visto mierda en eso de los asuntos del amor. Mira que he visto lágrimas, almas rotas. Y aún y así. Soy de las que se ponen una de esas películas en las que algo superior a sus fuerzas separa a la chica del chico, al chico de la chica. Ponen al cielo por testigo de que lucharán por su amor, cueste lo que cueste, con uñas y dientes, contra quien sea. Y al final, el chico acaba con la chica, la chica acaba con el chico. Bueno tampoco siempre. He visto algunas pelis donde uno de los dos se muere, y entonces ya la llorera es descomunal. Y en otras tantas el príncipe azul en realidad era un idiota, pero al final se acaba transformando en el tío más jodidamente genial del mundo. Y yo voy y me lo creo, claro. Y así, me creo un ideal romántico en la cabeza que es bastante preocupante. Porque a ver, en la vida real eso no pasa ni de coña. Nunca. Y te quedas esperando, no sé qué, porque te imaginas que debería ser cómo en una peli, pero no lo es, es la puta realidad, y en el día a día no hay canciones tocadas al piano para que os pongáis a bailar, no hay amaneceres en una isla desierta, no hay estrellas fugaces que hacen que todo sea mágico, no hay hadas madrinas, no hay desayuno en la cama, no hay zapatos de cristal, no hay alfombras voladoras, no hay besos de príncipes azules, no hay calabazas que se convierten en carroza, no hay momentos tipo: se me cae algo al suelo, me ayudas a recogerlo, nuestras manos se rozan, flechazo. Pues no. No hay, hay, no hay, no hay de eso. Y sobre todo, que quede claro, que los idiotas seguirán siendo idiotas. No hay Jack Dawsons en la vida real. Por estos lares no hay de esos. Así que a la mierda. Voy a empezar a ver pelis de gangsters. Y que le jodan a toda esa mierda.
Sunday, September 15, 2013
Fuma en la barra de un bar, mientras bebe whiskey barato. No sé cuantos años tiene, tampoco quiero adivinarlo. Lleva el pelo atado en una trenza que le llega hasta el culo. Es negro, jodidamente negro. Tiene los labios pintados de un rojo que jamás te atreverías a morder, sabes que corres el riesgo de quemarte. Sus ojos, vidriosos, parecen ausentes. Reflejan el color de la botella. Coge el vaso y bebe lentamente. No tiene arrugas en la cara, quizá algunas pequeñitas en el contorno de los ojos. Pero hay algo en su mirada que delata que ya no es una niña. Esconde los pechos bajo una chaqueta de cuero. Suelta el humo lentamente. Se levanta de la silla. Le gusta esa canción. Se pone a bailar. Sus caderas se mueven hipnóticamente, no puedes dejar de mirarla. Te sientas en un rincón oscuro para poder observarla con precisión. No quieres perderte el más mínimo detalle. Los tacones medirán unos 11 centímetros. Sus piernas parecen no acabarse nunca. Se quita la chaqueta. Y ahí están. Unos pechos jodidamente perfectos, enfundados en un vestido negro que no puede pegarse más a su cuerpo. Parece su propia piel. Está cómoda. Se siente sexy, y realmente lo es. Jamás has visto nada parecido. Demasiado magnetismo. Un hombre se acerca lentamente a ella. Empieza a hablar, parece que quiere seducirla. Le pone la mano en la cintura. Ella le dirige una mirada gélida, y le aparta la mano. Se da media vuelta. Su culo podría volver loco a cualquiera. Bebe otro vaso, mientras mira a su alrededor. Nada le interesa. Está buscando algo, pero no sabe qué. Ese bar le queda pequeño. La calle le queda pequeña. El barrio le queda pequeño. El mundo le queda pequeño. Le da una calada al cigarro. Baila. Todos la miran, pero nadie se acerca. Es intocable, casi angelical. ¿Qué será lo que la hace tan irresistible? Quizás ese gesto rudo, esa frialdad anticipada. Esa manera de andar, casi levitando. No tiene que hacer ningún esfuerzo por intentar diferenciarse del resto, ella ya es diferente. De un modo misterioso y difícil de descifrar. Indefinible por naturaleza. Imposible de atrapar. Su belleza animal no puede capturarse en una fotografía. Se hace grande en el movimiento. Los que intentaron encerrarla jamás se recuperaron de su huída inevitable. No puede parar. Intenta alcanzar el horizonte. Y siempre desaparece antes de que salga el sol. Última calada, tira el cigarro. Vuelve a mirar a su alrededor. ¿A quién busca? No fija su mirada en nadie. Coge la chaqueta. Se la pone, mientras sus tacones acaban con ese lugar. Sale del bar. Retumba el eco de su culo al caminar.
Una vez más te quedas sin follar con ella.
(Metáfora sobre la inspiración.)
"Have you seen that girl,
have you seen her.
She's the freakiest thing,
you gotta need her.
You'll do whatever it takes to get her by your side.
It's not the way she smiles,
with a lil laugh.
It's not the way she looks
in a photograph.
But all the boys crowd around.
She can't sing.
She can't dance.
But who cares,
she walks like Rihanna."
have you seen her.
She's the freakiest thing,
you gotta need her.
You'll do whatever it takes to get her by your side.
It's not the way she smiles,
with a lil laugh.
It's not the way she looks
in a photograph.
But all the boys crowd around.
She can't sing.
She can't dance.
But who cares,
she walks like Rihanna."
Saturday, September 14, 2013
Un poema
entre esos dos lunares.
Lo hubiera escrito.
Pero no te hubiera hecho justicia.
¿Te acuerdas de la canción que te escribí?
Justo antes de terminar,
como intentando aferrarme a no sé qué,
para no dejarme ir,
para no dejarte ir.
Me fui.
Nos fuimos.
Y ahora todas las palabras del mundo me parecen pocas.
Y el silencio, sigue sin hacerte justicia.
entre esos dos lunares.
Lo hubiera escrito.
Pero no te hubiera hecho justicia.
¿Te acuerdas de la canción que te escribí?
Justo antes de terminar,
como intentando aferrarme a no sé qué,
para no dejarme ir,
para no dejarte ir.
Me fui.
Nos fuimos.
Y ahora todas las palabras del mundo me parecen pocas.
Y el silencio, sigue sin hacerte justicia.
Este es mi show.
https://soundcloud.com/make-bing-cooper/este-es-mi-show
A la derecha la almohada,
a la izquierda el mundo,
lo voy a conquistar en un segundo.
Tejes sueños imposibles a la luz de tres bombillas que no alumbran demasiado bien. Los párpados empiezan a pesarte. ¿Qué coño pasa contigo? Funcionas en modo intermitente. La locura quiere quedarse un rato más. ¿Dónde está ella? Creo que saltó por el balcón y se fue volando. ¿Con un paraguas? Puede. Pero no sería el mío. A estas alturas debe saber que yo no uso de eso. Si estuviera en mis manos los destruiría todos. ¿Qué paranoia que no? Quiero cantar. Pero la gente está durmiendo. No se oye nada en la calle. Raro. Siempre suele quedar algún borracho. Quiero irme a la playa. Adormecerme contando estrellas. Una botella de ron. No puedo beber. Ni siquiera cerveza. Me cago en todo. Siempre me lío. Paso de la segunda persona a la primera sin darme cuenta. Me pasa siempre. Mi mp4 sigue sin funcionar. Mis oídos están con el mono. Los días pasan a la velocidad de la luz. Me agobio. Quiero playa. Quiero fuego. Quiero estrellas. Y canciones. Y no parar de bailar. Y una vieja furgoneta que me lleve a cualquier otro lugar. Y quiero que huela a flores todo el rato. Y que el sol me queme la piel. Leer debajo de un olivo, o de una palmera. Volar, y aterrizar a su lado, un segundo cualquiera. Escribir hasta quedarme sin yemas.
Y que nunca falte chocolate.
Friday, September 13, 2013
Eh, vuelves a casa, y mola.
Es el mismo olor de siempre.
Las mismas caras.
Esas que te sabes de memoria.
Las que más amas, las que más odias.
Pero solo a ratos.
Explota el pecho en cada paso.
Respiras hondo.
Todo es verde,
y luego llegan ellas.
Y los colores aparecen de repente.
No veo las estrellas,
pero no me importa.
Aquí siempre ganaron las nubes.
Ya sabes,
este es nuestro lugar.
Es el mismo olor de siempre.
Las mismas caras.
Esas que te sabes de memoria.
Las que más amas, las que más odias.
Pero solo a ratos.
Explota el pecho en cada paso.
Respiras hondo.
Todo es verde,
y luego llegan ellas.
Y los colores aparecen de repente.
No veo las estrellas,
pero no me importa.
Aquí siempre ganaron las nubes.
Ya sabes,
este es nuestro lugar.
Thursday, September 12, 2013
Wednesday, September 11, 2013
She was never going to seek gainful
employment again, that was for certain. She'd remain outside the public sector.
She'd be an anarchist, she'd travel with jaguars. She was going to train
herself to be totally irrational. She'd fall in love with a totally
inappropriate person. She'd really work on it, but abandon would be involved as
well. She'd have different names, a.k.a. Snake, a.k.a. Snow - no that was
juvenile. She wanted to be extraordinary, to possess a savage glitter.
- Joy Williams
Tuesday, September 10, 2013
Sunday, September 8, 2013
Thursday, September 5, 2013
Creer y no saber lo que te dicta la conciencia.
Pasar de hoja en hoja,
como si no hubiera punto final.
Qué fácil empezar.
Dime como te llamas.
Si te miro una vez más
me envuelvo en llamas.
Qué peligroso es.
Cuanto nos gusta.
Que fácil se nos hace
cruzar con
los semáforos en rojo.
Y no hagas caso
de las señales de stop,
no están para ti,
no están para nadie.
Salta de golpe
a un mar
que nunca sabes
a que orilla te lleva.
Lo intentas a tientas
cualquier noche
de madrugada,
desesperado
por rozar
tu alma
con cualquier
pedazo de esperanza.
Ni siquiera
esos ojos pueden salvarte.
Ni siquiera su mirada.
Desconocidos
que juegan a jugar que se conocen.
Y los pecados de la noche
esconden
mañanas de legañas
llenas de remordimiento.
Ellos siguen dentro.
Algunos intentan escapar,
alejarse
de esa búsqueda
de amor efímero
que nunca dura
más que un revolcón.
O dos.
Otros,
se dejan llevar,
se pierden entre almas,
entre piernas
que parecen ofrecer el paraíso.
Es difícil soportar
a pleno sol
en el desierto.
Y encontrar un oasis
parece misión imposible.
El mío se quedó perdido en aquel bar,
aquella noche que me vio
pero no vino a saludarme.
Salto de sueño en sueño.
Intento atrapar
una estrella fugaz.
Me quedo esperando
a que llegue el invierno.
Pasar de hoja en hoja,
como si no hubiera punto final.
Qué fácil empezar.
Dime como te llamas.
Si te miro una vez más
me envuelvo en llamas.
Qué peligroso es.
Cuanto nos gusta.
Que fácil se nos hace
cruzar con
los semáforos en rojo.
Y no hagas caso
de las señales de stop,
no están para ti,
no están para nadie.
Salta de golpe
a un mar
que nunca sabes
a que orilla te lleva.
Lo intentas a tientas
cualquier noche
de madrugada,
desesperado
por rozar
tu alma
con cualquier
pedazo de esperanza.
Ni siquiera
esos ojos pueden salvarte.
Ni siquiera su mirada.
Desconocidos
que juegan a jugar que se conocen.
Y los pecados de la noche
esconden
mañanas de legañas
llenas de remordimiento.
Ellos siguen dentro.
Algunos intentan escapar,
alejarse
de esa búsqueda
de amor efímero
que nunca dura
más que un revolcón.
O dos.
Otros,
se dejan llevar,
se pierden entre almas,
entre piernas
que parecen ofrecer el paraíso.
Es difícil soportar
a pleno sol
en el desierto.
Y encontrar un oasis
parece misión imposible.
El mío se quedó perdido en aquel bar,
aquella noche que me vio
pero no vino a saludarme.
Salto de sueño en sueño.
Intento atrapar
una estrella fugaz.
Me quedo esperando
a que llegue el invierno.
If
you like her, if she makes you happy, and if you feel like you know
her---then don't let her go.
― Nicholas Sparks, Message in a Bottle
― Nicholas Sparks, Message in a Bottle
Tuesday, September 3, 2013
Monday, September 2, 2013
Nunca duraba demasiado tiempo. Tenías que estar atento porque sino te lo perdías. Emergía de golpe y porrazo, como un destello de luz. Y se apagaba con la misma facilidad con que se apaga una cerilla. Era un jodido misterio. Un jodido misterio al que todos eran adictos. Una vez probado, no había manera de escapar. No había fuerza de voluntad sobre la faz de la tierra que pudiera romper el hechizo que creaba. Y ni siquiera lo intentaban. Sabían de antemano lo inútil que sería.
Aparecía de repente, por cualquier esquina, y su sonrisa podía con el mundo. No había nada que pudiese interponerse en su camino. Absolutamente nada. Sus ojos brillaban con una fuerza sobrenatural. Parecían estrellas caídas del cielo. Si la mirabas fijamente corrías el riesgo de desmayarte en el momento. Esos ojos, esos malditos ojos, prometían algo mejor, un paraíso escondido al que sólo ella podía llevarte. Caminaba medio saltando, y casi parecía flotar. Su pelo se fundía con el viento de una forma salvaje. Y sus caderas se movían como si la gravedad no existiera. Era una mezcla entre mujer, ángel, y fiera. Y cualquier cristiano consagrado se hubiera condenado al fuego eterno por posarse dos segundos frente a sus labios. Algunos hubieran vendido su alma al mismísimo diablo por navegar entre sus piernas. Y otros sencillamente se hubieran vuelto locos con un simple rozar de mejilla. Y todo eso, en un segundo. Todo eso, en un instante.
Soplabas, y la cerilla se apagaba. No pasaba mucho tiempo, nunca el suficiente. El brillo en su mirada desaparecía. Y esos ojos ya no prometían nada. Su caminar se volvía lento y pesaroso. Parecía torpe, desastrosa. El viento ya no era su cómplice, y su pelo caía como un cae un sauce, triste, sin fuerza. Era una mezcla de desesperación y desolación, manchada con carmín barato. Un intento de de no sé qué, un grito mudo pidiendo ayuda. Se había ido. ¿Dónde estaba? Nadie se hubiera condenado al fuego eterno por ella. Nadie hubiera vendido su alma por perderse entre sus piernas. Ahora, ella era la loca.
"Don't know. Sorta feels good. Sorta stiff and that, but once I get going... then I like, forget everything. And... sorta disappear. Sorta disappear. Like I feel a change in my whole body. And I've got this fire in my body. I'm just there. Flyin' like a bird. Like electricity. Yeah, like electricity."
Subscribe to:
Posts (Atom)