Thursday, January 25, 2018

Escribo tierno porque soy bizcocho y no me quiero enfadar.
Escribo dulce,
algodón de azúcar,
abeja posada en pétalos
que incitan a soñar con unicornios.

Vo-mi-ti-vo.

La vida es sangre, y llanto, y grito.
La vida es también desgarro en el pecho, restos de metralla en el costado.
La vida nace del dolor y en el dolor,
entre sal y aullidos y bocanadas de aire tomadas con rabia.

Así la vida
en manos desconocidas empieza,
ante un mundo indiferente y congelado
en el que un par de ojos que aún no pueden ver
intentan abrirse para atrapar la luz.

Nadie nos dijo lo difícil que sería.

Pero otras manos, olor conocido y dulce tacto
nos protegen del frío al salir de la matriz,
nos protegen del infierno y de las fieras,
nos vuelven a envolver el agua.

Esas manos son
a las que debo el pan y el abrigo,
el eterno intento de ser mejor,
mi corazón y mi vida.





Wednesday, January 24, 2018

puedo ser, madre,
reina de mi infierno y de mi cielo.
altura inalcanzable que guarda nuestros sueños.
pozo sin fondo que nos hacen desdeñar.
dualidad extrapolada.

puedo ser todo lo que soy mas sólo eso,
pues no hay, madre, nada más allá de mis fronteras,
no puedo inventarme un nuevo seno.

acaricio el relieve de toda mi agua,
me palpo real y absoluta.
cadena de moléculas,
carbono amasado,
cereza líquida que atraviesa estaciones.

soy todos los otoños que anidaron en mi pelo.
también aquel noviembre
cortante cual acero.

dejé de ser y no sería.
pero hay siempre un petirrojo en el ramaje,
siempre un nuevo brote primavera.

y puedo ser, madre,
todo lo que soy y es suficiente.
pues dos manos tengo que dan y protegen,
dos ojos que ven, un alma que siente,
un vientre que sueña simiente,
y un corazón rojo y de fuego
que hoy también mata por ti.
me quedo a mirar los restos de los cimientos cuando ya no queda casa.

el aire también es.

fantasmagóricas noches que sangraron recuerdos se dispusieron a retarnos a combatir contra las horas. no fuimos Dalí.

a veces ni siquiera fuimos.

yo no he de confesarme pues no creo y si creyera elegiría el infierno cada vez porque allí han de estar todas las personas con las que me gustaría hablar y tomar cerveza. allí estarían todas las personas. a caso no es cierto?

a caso no fuimos malos, robamos, hicimos daño, a caso no incumplimos cada norma, a caso no tuvimos impuros pensamientos, a caso no callamos u omitimos?

la mente es el único lugar donde todo es posible y lo hacemos.

sobre el papel quedan las marcas cuando llueve.

los escombros son poemas destruídos.

y sólo esta nieve.
este frío.
soy todas las palabras que no escribo.
las que no escribo.
únicamente esas.

la luz intermitente de los semáforos me hechiza desde hace siglos, eterno baile entre el si y el no, una continua incertidumbre. como mis dudas color mar y color almendro.

creo que una vez fuimos felices.
pero lo veo todo a través de un caleidoscopio en escala de grises y mis puntos más secretos ya no tiemblan como antes.

¿dónde está la luz?
¿dónde la nítida ausencia del calor que ya no arde?

sobre un páramo frío y ausente
cuento las estrellas que no alcanzamos.

no hay luciérnagas,
ni incandescencia.
no queda leña en el establo.

tiritan los guijarros de las cunetas,
mientras
la gélida esencia del tiempo
lo invade todo a su paso

cuando el este nos devore
no te daré mi sangre.

Thursday, January 11, 2018

"What matters most is how well you walk through the fire."


casi puedo rozar el llanto absurdo de las horas tempranas.
también la melancolía innata que rodea estos huesos.

no sé qué precio le han puesto al infierno.

vivir de la tristeza es una forma lícita de convertir la lluvia en poesía.
yo, que no entiendo el por qué de los paraguas,
sólo sé latir cuando me mojo en el mar vertical de una tarde de verano.

qué dentro nos caló el invierno.

buscábamos sin saber a donde íbamos
y la nada nos encontró pidiendo una de bravas.

tan vasto este páramo.
tan inerte.

mire a donde mire ya sólo te veo a ti.
príncipe maldito de un imperio en ruinas.

nada tenías entonces,
nada tienes.
sólo esa pícara sonrisa
y esa forma de hacer que todo lo demás no tenga alma.

quizá ya me he vuelto loca.

esto es sólo una alegoría
que debajo esconde
unas manos rudas
en frente de unas teclas.
cigarrillos y humo,
vino y cervezas.
esa camiseta vieja
que recuerdo en blanco y negro.

todos querían ser como tú.
todos siguen queriendo serlo.

pero sólo tú pudiste escribirlo.
y a partir de ahí,
vacío.







Wednesday, January 10, 2018

A ti decirte nada quiero.
A ti solo silencio
y tempestades.
A ti un adiós tejido en alacenas.

Me voy por donde vine.

El rojo vino de unos labios
que son disfraz
y no remiendo,
que son fraude
camuflado
cuando la luna está llena.

No quiero probar el jugo.

No hay amor si no hay cuidados,
si no hay calor en el abrazo,
si no se llenan las miradas
con disparos caramelo.

No hay amor y no me quedo.

Es su pelo y son sus ojos,
la melodía de su risa
hecha canción en tu cocina.
Sus piernas
entregándote su altar,
la electricidad que os mece
hasta el éxtasis maldito.

Soy una mota de polvo en un desierto infinito.

Pero me quedan canciones.
Y olvido.


Maybe.
Maybe she was scared.
Maybe she thought the world was about to end.
Maybe she looked at the sky and understood the meaning of everything.
Maybe she heard 'Come fly with me' and recalled how her dad used to dance with her
when she was just a little girl.
Maybe she remembered the first time she felt alone.
Because everyone feels alone sometimes,
that's how humans work.

Maybe she was shattered
by all the blows
along the way,
and she was afraid to fake a smile,
just in case.
Maybe she was just too tiny
for a world this big,
and she was ready to pretend
she could handle the worst.
Even if she couldn't.
Maybe she was the no of a daisy petal
the first dark cloud of a summer storm,
the chaos beneath the quiet surface,
the enemy.

Maybe she went mad.
Maybe she wrestled with the sea
trying to reach for the sand.
Maybe she felt blinded by the moonlight
and begin to run searching for wonderland.
Because everybody dreams sometimes,
but then the morning comes
and you have to wake up.

So maybe she gave up.

Maybe she was hoping the tears will make room for two,
trying to believe that time could wait
and that all the wishes upon the shooting stars
would eventually come true.
Or maybe she was just a girl
in love with a man
that never ever felt

enough to say: I love you.



It never gets easier, missing you. And sometimes I wonder if it ever will.”
You know the feeling, don't you? When you miss people. It's like you can't understand how the rest of the world doesn't notice their absence. I mean, I see them, they wake up, they go to work, they drive their fancy cars, they take the subway, they eat, they drink, they shop: they are busy. They don't care. Even the Earth doesn't notice. It keeps going. Like everybody else. and I'm supposed to do the same, ain't I? But there is a difference, there is a fucking difference. While I do all of those things, while I keep fucking going, I ask to myself: how would it be if she was with me? How would all of this be if we were together? But you don't get the answers. And people keeps going. And the whole world keeps going. And sometimes all I want to do is yell at them and tell them I cannot understand how the fuck they keep going. With all the people they must be missing. But maybe it's just me. Maybe I'm the only one that misses this badly. And I want to lay down and listen to sad music. But I have to keep going. And I do.



Tuesday, January 9, 2018

The world is my oyster
I liked that way, crazy and wild. Caramel eyes and cinnamon dreams, and all those plans about California. I'm a kid playing football at 9pm in the afternoon, waiting for the sun to shine forever. I remember me, trying to steal some minutes from my watch, setting it back, like that way I could beat time. What a crazy idea. But it worked for me, it was like, somehow, I had the power to decide I wanted to keep on playing, no matter what. Even when my mum was shouting from the balcony, even then, I still could own the moment. No one was taking it away from me. It was my time, it was my playground, it was my world. I still like it that way, crazy and wild. My brown eyes and my cereal dreams, and all those plans about New York and California. In my head, I own everything. If I want it bad enough I can fucking have it. Whatever, the world is my oyster.





Sunday, January 7, 2018

Spring Dreams

You're like a sunbeam that hits all the windows, the world is staring at you.
I see cherry blossoms everywhere and the trees are dancing to the sound of your heartbeat.
I can't believe you're for real.

But you walk and the ground trembles, and the wind is trying to touch your hair, so I guess you're made of bones and flesh and blood.

How can I explain all this light then?

You turn around and your smile is more beautiful than the sunset.
All the flowers of the universe are jealous of your skin.
I give up.

You're a miracle inside a body, a song that walks and makes it happen.
They call you by your name, but they're mistaken.
You're the essence of Spring.

The very first sprout of an everlasting garden.



Friday, January 5, 2018

Yo sólo quise decirte lo guapo que estabas así vestido.
En vez de eso dibujé un corazón en el suelo.

Las hojas de los árboles no hacen ruido cuando caen.

Te vi tan otoño
que pensé que si tuviera una máquina de escribir
me quedaría largas horas mirando la letra ñ.

Tus labios saben a sal.

Los árboles cambian de color y son semáforos.

Qué enorme es la ciudad y cuánto ruido.



Thursday, January 4, 2018

Wishing for
There are some silences that make the world crumble.
A silence so deep, you can hear the wingbeat of a butterfly.
The whole world has deciced to stay silent.
Or maybe, there's still noise out there, but you just can't hear it.
It's the kind of silence that forebodes the storm.
That's when you know something's not right.
But you can't guess what's wrong either.
So you just stay in that silence.
Wishing for the sound of the rain.

Wishing for a whimper.


Tuesday, January 2, 2018

negras,
las promesas que cayeron en olvidos,
las miradas que inertes sucumbían,
las palabras que fueron para nadie.

el gallo cantó y las campanas tan muerte,
tan vacío el mundo cuando las velas maullaban:
estamos de luto en el infierno.

tempestades tan bellas y aterradoras
que partían la tierra a su paso,
como manos llenas de arrugas y callos que partían el pan
para dárselo a la nueva sangre,
conservando la esperanza del florecer de la semilla,
lluvia en el trigo,
brote en el barro.

los rayos que no cesaban y la llenaban de miedos,
y ni siquiera una cebolla,
ni siquiera una cebolla tenía entre aquellas paredes con las que dormía
y despertaba.
siempre blanco techo,
siempre rojo herida.

y las banderas no eran negras,
pero negra era la furia,
y el mundo se caía afilado como acero
y cortaba las yemas de aquellos dedos entregados a la tierra y a la vida.

fueron negras,
las plegarias a ese dios que no escuchaba,
las ojeras de más de mil noches desvelo,
las mejillas derramando polvo y llanto.

oscura es la noche
y oscuros también los corazones que acechan en las sombras
para destruir presentes,
para coartar bondades,
para asesinar a sangre fría y bocajarro a miles de sueños en forma de personas.

cuántas lágrimas que nadie vio.
cuántos gritos ahogados.
angustia en el zaguán.
dolor incontable.

ella siguió viva y pensó que el futuro sería diferente.

y el futuro es ésto y yo no soy capaz de decirle que no ha cambiado nada.

pero seguiré mirándola con ojos de amapola y olivo,
seguiré admirando una a una sus arrugas,
seré fiel defensora de su nombre y de su lucha,
no pararé de bailar.

me calzaré los tacones
y al ritmo de esa canción
empezaré la guerra.

el vestido de la revolución
también será negro.



Foto: Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Gracia, Berlanga, Badajoz.


entre turrones y restos de polvorón, la vida pasando a toda hostia. y yo con el brillo de sus ojos en las pupilas. está en mis mañanas y en mis ojeras. en todas las calles en las que no le veo. qué soy, madre, si no un eterno manojo de ruinas que siguen cayendo al olvido, un remolino de incertidumbres atadas a mi instinto más primario. cogí mi pena y di media vuelta, me fui de allí. con el corazón hecho tragedia porque ella. pero de camino a casa tampoco pude no sonreír. entendía su sonrisa al reflejarla. le entendí.

todo este absurdo no es nada más que el eco constante de un derrumbamiento anunciado. la decadencia previa al estupor definitivo. el dolor adormilado por morfinas de otras manos que no sirven de caricia cuando todo es cataclismo. lo que nunca empieza no acaba nunca. hilo rojo interminable que me ata a sus silencios, a este pasar pausado de besos que no le doy y que me laten.

cuando miro a la luna me tiemblan los mares y soy arena.

quiero bailarle la vida. tanto, que se olvide de todos los pies que pisó antes.