Monday, April 16, 2018

desde el epicentro de este abismo rujo la verdad que me late en cada punto débil,
en cada retal de todas las pieles que fui hasta este ahora.

en estos gastados omoplatos donde antes había alas,
hoy sólo hay cicatrices,
carne atravesada.

navego por ciudades de colores en sueños de cristal y purpurina que nada tienen que ver con mi
realidad más cruda. con mis días color gris y sabor agrio, con ese alambre de espino que envuelve mis caricias y algodones.

aquí, en este nido vacío, en este escondrijo helado,
aquí sangro las canciones que eran sólo tú y sólo por eso.

es de noche, y hace frío, y aquí te lloro. afuera llueve y casi parece que vuelvo, a esa tierra, a ese olor, a ese recuerdo. los viernes eran más especiales, la vida sabía más a volar.

pero luego el mundo.

tengo tus ojos enganchados a mis latidos.

en mi memoria estamos bailando para siempre.




Thursday, April 12, 2018

también hay dolor en el silencio,
en el grito ahogado de unas entrañas que no hablan.

la sonrisa fingida que hace de parche,
el agujero gangrenado que no se ve desde los soleados ventanales.

hay una forma secreta de ser llanto,
un vacío indescriptible que no se traslada a la piel,
la pena que es antesala de otra pena,
tristeza azul y gris que sólo late y es mutismo.

sí, hay dolor en el silencio,
en todos los gestos que son sólo disfraz,
malabarismo.

la mayoría de las veces lo guardo tan adentro que nadie se puede imaginar
el desgarro de mis infiernos.

pero hubo veces que grité
rugí,
moví cimientos.

y es que algunas veces, las peores,
el dolor desborda tanto que el cuerpo no es suficiente para abarcarlo entero.










Saturday, April 7, 2018

este intrépido empujón hacia la nada,
estas mejillas en carne viva en mitad del baile de máscaras.
a mí se me ven hasta los sueños.
y mis demonios van conmigo de la mano.

bailo sola el tango de Gardel que me enraíza a otra tierra,
también escucho a la pena cantar desde sus ojos.
ella murió triste y sola.
y esa tragedia es una bomba al corazón.

le habría dado mi mejor abrazo,
le habría dicho que en el infierno la soledad es destrucción,
pero que hizo algo tan bello con sus pájaros azules
que el mundo no podrá dejar de amarla para siempre.
qué mal cuidamos a veces. qué hecatombe comprender la valía de un momento de dulzura cuando ya no están y ya se han ido. cuando todo es silencio, gangrena, vacío.

soy esa clase de chica. la chica que llora fácil y tierno por corazones que jamás ha conocido pero siente. la injusticia del mundo se me cae encima y soy dolor. mi mejor homenaje es que escucho esa canción y yo sonrío, porque sé que el negro está por todas partes, pero también, ángel desarmado, musa de ciudad y corazón incendio, encontramos el color. como contigo y tus vestidos. como contigo y esa forma de alcanzar la eternidad que tenías cuando sonreías. ¿sabes que fui a pisar tu suelo? ¿a sentirme más cerca de entender tus soledades?

hay tantas personas en el mundo. podríamos tener tantos amigos, conocer a almas gemelas de palomitas y sofá, de días de helados y conciertos, de abrazos que curan miedos y cosen alas de fuego. y, sin embargo, cuánta soledad, cuantas cataratas regando soliloquios. ¿dónde te fuiste, sirena de blues y lazos rojos? ¿qué ruiseñor te canta cuando se apagan las luces?

qué difícil respirar cuando ya todo te inunda.

cuando estás en medio de la avenida más transitada y no hay pares de ojos que te vean. es entonces cuando sacude el abandono. es entonces cuando las fauces del desamparo nos dan la bienvenida:

"estás rodeado de humanos, y, sin embargo, sólo estás tú."

ojalá alguien hubiese oído a tiempo tu quejido, pequeña gran leona. ojalá alguien hubiese sabido convertir la casa en hogar.


- poema inspirado por Amy. eterna será tu voz y eterna tu sonrisa de antes del abismo. tus ojos tristes encerraban una belleza sobrehumana. 

Thursday, April 5, 2018

Canciones de cuna en noches de guerra e incendio,
en noches de miedo y desvelo,
en noches que devoran miocardios.

Canciones de cuna que alguien canta suave en alguna parte que no es ésta y tampoco nadie sabe.

Esa voz, tan madre y tan caricia, que desgarra la noche como puñales de acero, y rompe y devasta
más que las bombas, más que el combate. Esa voz, que nadie quiere oír, que nadie quiere sentir como tirita, como gime de dolor en el lamento, como tiembla al sentirse mutilada.

Es la canción de una llamada de auxilio, bengala en el mar, botón de emergencia en jaula de cristal del mundo moderno. Un grito de socorro camuflado bajo una tenue melodía que vivió mantas de lana y biberones, ojos abiertos pureza y cielos, cariños entre pieles conocidas desde siempre, inocencias tan preciosas que eran oro.

Es la canción en honor a un silencio atronador, a un vacío insoportable, a un corro de las patatas alrededor de las mortajas, a un sol amputado. Es la canción para expresar lo inexpresable, un quejido maternal después del frío corte, un aullido inconsolable alrededor del hielo.

Una nana de sal y cebolla a una cuna vacía.


Poema por todos los niños, bebés o no, que han sido asesinados en Siria desde que empezó el conflicto. Mientras occidente mira hacia su propio ombligo de capitalismo salvaje e indiferencia innata, miles de vidas de niños que tenían que haber llenado el mundo de carcajadas han sido arrancadas y erradicadas. No existen la justicia ni la paz, sólo existen la victoria y el dinero. Y es tan triste y tan desgarrador que a mí se me inunda el alma. Vivimos en un mundo en el que los niños no están a salvo. Y un mundo en el que los niños no están a salvo es prueba irrefutable de que hemos fallado como especie.


El silencio de la comunidad internacional ante los crímenes de guerra y los crímenes contra la Humanidad cometidos en Siria anima a los criminales a matar cada vez a más sirios porque no encuentran a nadie que se lo impida”, ha denunciado el Observatorio, que ha reclamado la intervención del Tribunal Penal Internacional o “el establecimiento de un tribunal especial para Siria”.