Sunday, July 26, 2020

Todavía me dolía el tacto exacto de tu ausencia cuando me fui.

La sangre se derrama y hiela como el rocío los campos de otro tiempo y otro nombre.
Por las alcantarillas se escapan las promesas que juramos con los dedos cruzados.
Cuantos ojalás se desprendieron de los huesos.
Cuantas noches se quedaron esperando los gemidos.

Te eché de menos casi tanto como a mi abuelo y eso me dio tanto miedo que no supe qué hacer con los suspiros.
Te quiero. Te lo digo en la distancia, en el silencio, en esta nada tan vacía de canciones que me dejaste enredada a las espinas.

Me clavaste el puñal más áspero de todos.
El más cruel, el más mortífero.

Cuando me fui, con toda mi vida metida en cuatro cajas de cartón y dos maletas, pasé por delante de tu portal y lloré como una niña pequeña llora cuando no ve a sus padres y piensa, en medio de un parque lleno de carcajadas, que se han olvidado de ella.