Friday, August 30, 2019

he decidido celebrarte.
porque sí, porque hoy es un día tan bueno como cualquiera, porque no quiero escribir sólo penas, porque el mundo ya está muy lleno de odio e indiferencia. (y porque es 28 y mi cabeza lo sabe.)

te celebro porque existes, porque eres real y milagroso, un cúmulo de átomos extraordinariamente bello, algo que atesorar. una mezcla que no se le había ocurrido nunca antes a nadie y, de repente, triunfa allá donde va. los grumos del Cola-Cao, el postre perfecto.

eres lo más bonito que he conocido nunca, y no lo digo por decir, ni porque suene bien, ni porque lo mío sea endulzarlo todo, traer la miel y el azúcar. lo digo porque lo eres, porque lo sentí y lo sigo sintiendo, porque te vi llegar y fuiste torbellino, una jauría de estrellas, revolución. y eres bonito a todos los niveles en los que puede ser bonito un ser humano, no sé cómo explicar mejor eso, no sé qué palabras pueden hacer justicia al milagro de tu corazón latiendo por tus amigos.

joder, qué maravillosa tormenta.

me he enfadado por tonterías, te he sacado de quicio, te he vuelto loco, he hecho que quieras irte lejos, he entendido tus motivos. todos. y comprendo cada paso que das hacia el otro lado, hacia un sitio mejor, hacia una calma que yo no supe darte.

y te perdono.
te perdono el silencio y las formas,
que me mataron un poco,
me hicieron herida,
como un zapato que te encanta pero que al ponerte te roza y hace que te cuesta andar y te acabas quitando.

pero no quiero quitarte de ningún lugar, de ningún presente.
pero no es lo que quiera,
es lo que es,
y el viento llegó y nos rompió las velas,
lo que teníamos de cierto,
lo que éramos cuando nadie más estaba.

recuerdo tu cara cuando me dijiste que querías probar todas las pizzas de la carta.

todo lo que no haremos más me apuñala el corazón.






Thursday, August 1, 2019

se me cuela dentro la noche,
enciendo luciérnagas en mi pequeña habitación.
están,
puedo sentirlas,
iluminan los sueños que sólo despierta sueño.
me acompañan en un desvelo más grande que mi misma.

sigo atascada en esa página,
el recuerdo de tus ojos me desgarra,
esto no lo arregla el chocolate.

ya no me queda sal para tu nombre,
o, quizá, ya no quiera derramarla,
pero te acuno en duermevelas que me hablan de tus ojos,
del paisaje de tu nuca,
del paraíso de tu pelo.
yo quise quedarme a vivir ahí:
entre tu piel y el infinito.

luego llegó la vida
con la forma que tiene de revolverlo todo,
la rutina de los días y tus ganas de todo
menos de mí,
ese "no somos nada"
que suena a bala atravesando el tórax.

¿pero si no éramos nada entonces qué hicimos?

no sé cómo no decirte todo lo que mis átomos ya sabían.
no sé cómo no salir a buscarte.

no quiero que no estés en mi vida.
pero no sé cómo hacer para no temblar cuando te veo.

mierda.