Monday, November 26, 2018

ocho años ya, amor. porque aún puedo usar esa palabra. aún tengo dentro latiendo la verdad. aún te siento vivo. no te vas, no te vas, como no se va del todo la carcajada de chiquillos, la parte más honesta que guardamos bajo llave, lo que fuimos en un patio de colegio. así te quedas, rondando las aceras que llevan a mis huesos, a mis entrañas rotas pero plagadas de recuerdos en los que tú y yo bailamos y el mundo ya no está. quizá es que se acerca el día, o es esta nostalgia en el desvelo, o esta tristeza otoñal que me acaricia: estás justo en mi cintura. y cómo fue, perder la vergüenza y el miedo para estrellarme en tu boca y saber, que, por fin, había llegado a buen puerto. en tu mar toda una vida, marinero de ojos agua. toda una vida en tu calor.

y así viví, prendida de tus primaveras, intuyendo la próxima gran caída pero dándole la espalda. hacia ti, corrí hacia ti, a pesar de las espinas y los miedos en mi espalda. y claro que caí, de bruces, con todo, y me rompí tanto en los adioses que me perdí. me perdí a mí misma, tú me lo dijiste, aquella vez que me sentí morir. cuanta verdad en tus silencios. cuanto dolor por todas partes.

no tengo aún las palabras para remendar las heridas que dejé en tu piel de arena. no tengo aún la manera de perdonarme aquel desastre, la maraña de nervios que fui, la depresión irrefutable, el miedo, la angustia, la metralla entre tu carne. y tú que creías que no, siempre te llevé dentro. pero de qué sirve el amor cuando se van los cuidados. de qué sirve el amor si no comparte.


ocho años ya, amor. y lo único que puedo escribir es que borraría cada recuerdo que tengas de mí, desaparecería de tu tiempo, me haría evaporar para que jamás tuvieras que recordarme así. pero puedo respirar tranquila porque tú caminas feliz, y eres grande, y has llegado, y tienes el mundo para ti. desde lejos, observo como creces y floreces. verte bien me hace calmarme, verte bien me hace feliz.

ahora sé que el deseo que pedí nunca se va a cumplir.
y lo merezco.

tuviste razón en todo.
y yo con todo te quise,
cuando tenía que haberte querido mejor.

- escrito a 26 de noviembre de 2018, ocho años después de aquella noche


era, en su apogeo, tan de fuego y de caricias que no había grilletes capaces de contenerla. mil océanos cabían en su vientre, mil tormentas se enredaban a su pelo, y era libre, libre como las hojas en otoño, como los rayos de luz atravesando septiembre. sabía que sólo cuando has bajado a los infiernos y has masticado el polvo, cuando todo tu cuerpo se ha cubierto de plomo y llagas de cicuta, cuando todo ya ha sido roto, desmembrado, aniquilado, entonces sólo queda una salida, una línea recta al horizonte, echarle un pulso al miedo, superar los dementores. cuando ya no te queda nada, sólo el grito y el desgarro, intuyes que tiene que ser mejor lo que encuentres tras las ruinas, que puedes volver a construirte tus palacios, que puedes volver a ser lo que ya eras y te quitaron.

se cubrió con retales de seda las marcas que dejaron en su piel las madrugadas de alcohol y cristales por el suelo. se volvió a atar los cordones y se pintó de carmín las tristezas, para volver a salir ahí fuera, para volver a ser verdad. nadie tenía derecho a robarle la sonrisa. ni sus alas, ni su vida, la posibilidad de respirar.


Friday, November 23, 2018

y yo te quise
yo te quise
cuando nadie más lo hizo

yo te quise
yo te quise
cuando el mundo estaba gris


empiezo cantando no sé como, sin entonar y a trompicones, cayéndome. empiezo cantando pues parece más fácil así, lo que dentro es imposible, un derrame de recuerdos, hemorragia abierta al paredón, gangrena revenida. yo te quise y fui invencible, pude con desiertos y mareas, bajé a todas las mazmorras, subí a cada torreón, y pude atravesar el fuego, dominarlo. así amé cada centímetro que eras, la forma que ocupabas en las nubes, lo que eras a las diez de la mañana de un domingo, lo que fuiste cada vez que no miraste. yo te vi ser. ni siquiera tú puedes quitarme aquel paisaje. aquel estruendo apocalíptico, colisiones de montañas, una lluvia de estrellas en pleno dolor. llevabas el laurel, la corona de olivo, el mar en la mirada y en la sangre. otro concepto de victoria ardía en ti, otra forma de mirar por las rendijas. y eras noble, como un labriego implorando al cielo algo de lluvia. sencillez enredada a tus vestigios, no supe parar las emociones. porque te vi latir en tu escondrijo y quise llevarte a las plateas, hacerles testigo de tu gloria, tu sola existencia era regalo. no sé si puse las palabras en su sitio, no sé si llegué a tus madrigueras, no sé si pude ser ganzúa en mitad de mis tormentas. espero que lo sepas. que el mundo estaba gris y todo era caída y yo sabía más a huida que a quedarme. pero si alguna vez hubo peros, los míos, todos, van después de las excusas, de los miedos de perdernos, del delirio inagotable.

porque yo te vi ser.
y cuanto te quise.



Saturday, November 17, 2018

hay un llanto como de sirena y basilisco,
una preparación a la batalla,
un quejido de cristales.

estaban las ballenas esperando a otra marea
y, mientras tanto,
madera varada,
cascos hundidos,
velas ajadas tragadas por los silencios que se enredan.

estas yemas se quedaron impregnadas en constelaciones de suspiros que no llevaban nombre,
sólo egolatría.
estas yemas que dejaron de ser mías para ser del horizonte,
como me dolieron,
como las sentí despedazar.

disociación y manicomio en mis espinas,
esta soledad que lleva huellas,
estas marcas de rendirme ante mi misma.
dejé de ser mujer para ser carne,
algo que echar a las cenizas,
sobras para dar de comer a los Caínes,
algo de lo que poder prescindir en el incendio.

dejé de ser todo lo que sí sabía
para agachar la cabeza ante un altar que no era mío,
pues siempre atea, siempre libre, siempre niña barrio y viento.

quizá aún no me encuentre en esta noche tan desvelo
pero al menos estoy más cerca de mis rizos,
de entender las volteretas de mi alma,
de saberme invencible ante su juicio.

dejé de ser pirata para ser carne de cañón,
y qué tragedia la de ser ambivalente.
hoy sólo elijo un bando
y está muy lejos de tu grito,
de tu parcela de poder tan subrayada.

hoy sólo elijo un bando y es mi piel.
deshilachada y rota,
llena de marcas y de ayer,
pero sólo en ella soy,
pero sólo en ella vivo.

es mía, mía,
y así de tierna la acaricio.
territorio que aprenderé a abrazar sin miedo.
territorio en el que sólo yo decido.








Thursday, November 15, 2018

tú puedes ser también todo lo que quieras y este impulso, llegar al Anapurna y a la luna, ser más libre. cuando no sé qué decir pero lo siento, pero me late. cuando no sé qué decir pero estruendo. el esternón rugiendo y mil gigantes ante mí, estoy temblando en los intentos. y sin lanzas, siempre sin lanzas, con estas manos vacías y el alma llena de grietas que son mías y acaricio. a veces soy tan de agua que me derramo por los bordes. el color rosa. los neones. all the leaves are brown, and the sky is gray. está por todas partes, ese sueño. y los chimpancés y los helados de pistacho y todo lo que decía Bukowski sobre estar rozando las cloacas, las entrañas esparcidas por la lona, el fracaso. un día más, sigo cayendo. desazón intermitente y ganas de vomitar, humedad en el espejo. pero nada paga esta libertad, esta cuenta atrás al precipicio, este baile entre borrones y recuerdos. nada paga este quejido a las aceras, este saberte sin grilletes, esta piratería urbana.

yo también puedo ser todo lo que quiera y este impulso.
cuando la crisálida se rompa y sea cambio y sangre nueva saltaré a la siguiente gran tragedia.



Tuesday, October 30, 2018

a veces el cielo llora,
todo es avaricia y hielo,
emociones amortajadas,
la gangrena del corazón.

derrama la humanidad migajas de mentira,
nadie se pregunta por qué ya,
nadie se pregunta nada,
y los semáforos siguen cambiando de color.

qué bestia ésta que nos persigue,
ésta que nos destruye las caricias,
la forma innata de sentir,
de ser abrazo.

mastico este absurdo metálico
y lo escupo a los silencios,
a la indiferencia que nos pisa como papel sobre la mesa,
como si sólo fuéramos viento.

¿y qué somos?
más que tristezas y naufragios encerrados en cuerpos
que se tambalean bajo la fuerza del tiempo.

no cuentes los segundos.
quédate un rato más bajo la luz de los cerezos.
el otoño me desnuda lentamente
y mis textos saben a mañanas de martes.

estoy haciendo camino.
sólo que aún no sé hacia dónde.

mi corazón está tan negro que no me da miedo mirarte.




Monday, October 29, 2018

Iré a buscarte más allá de la rutina y los paneles luminosos en los que se anuncia "próximo tren dos minutos". Con las manos vacías y mil interrogantes que no quiero resolver, con las pupilas llenas de campos de trigo y noches de invierno entre mantas de lana y estampado escocés. Así, como quien llega sin avisar pero con revolución y fuego, con los brazos abiertos y el alma dispuesta a estamparse con cada muro de ladrillos y hormigón. Ya no me da miedo decir en voz alta que tus ojos danzan en mi vientre y que ojalá tu sonrisa de nuevo en cualquier calle de Madrid o inmediaciones. Que ojalá tu sonrisa porque, niño, tú no sabes qué le haces al aire, qué pasa cuando los pájaros te rozan y te sienten algodón, como suena esa canción cuando tú pasas. Que existes y qué grande te celebro. Que brindo por tus ojos en este día raro en el que no sé si escribirte o hacer como si no. Como si no me hicieras duda, torpeza irremediable a una tecla de distancia. Que ya sé de sobra que yo no pero si sí el cielo y la luna brillarían para ti y un mapamundi de colores colgaría en tus ventanas para darte el mundo, recorrerlo a la vera de tu mochila, sabiéndote libre y salvaje, queriéndote así: incandescentemente tuyo. Que no te pongan nunca diques y que tu sonrisa encuentre siempre un lugar al que llamar hogar. Eres mar y tierra, un millón de mariposas envueltas en ternura. No sé como hacerte justicia en este ahora. Pero te pienso. Tanto que a veces no sé por dónde empezar a no contarlo.



Friday, October 26, 2018

vuelves a no sonreír
y no vienes hacia la nada,
hacia el hastío,
no vienes y no vas tampoco,
y te quedas en un lugar parecido a este,
pero sólo parecido,
y no brilla tanto la estrella polar,
la estrella no brilla.

los mapas están escondidos donde nadie suele mirar.
no es que sea difícil encontrarlos,
es sólo que nadie mira,
porque semáforos,
y luces de neón,
carteles enormes anunciando la próxima compra del mes,
otro regalo quizá,
otra deuda tal vez,
y miran a todas partes,
a lo luminoso,
a los escaparates llenos de cánones marcados,
de imposición,
de pastiche barato,
y no miran donde la gasolina forma un tímido arco-iris al borde de la alcantarilla oxidada,
ahí no mira nadie.
nunca mira nadie.
y por eso no se encuentran los mapas.

y tú te vas como se van las nubes al final,
porque no les queda otra, porque tienen que irse,
porque ya han llovido sus entrañas de algodón
y ahora le ceden paso al raso cielo,
al añil que tanto me gusta,
ese añil que a veces estaba por todas partes,
me acuerdo,
todavía me acuerdo,
que estaba por todas partes.
yo lo respiré.


tú te querías ir, yo me quería ir,
todos nos queríamos ir,
pero algunos se quedaron
y esperaron
como se espera a Godot,
así,
con determinación y angustia,
porque el futuro quién sabe,
nadie sabe,
nadie sabe nada.


las tazas de café no las lleno de café
y los vasos siempre medio vacíos,
siempre tan cristal,
por todas partes,
no los utilizo,
no me gusta dejar sentencia de que estuve,
no me gusta la marca de carmín en el abismo,
no me gusta que lo sepan,
que me sepan.
que no me vean.


estoy saliendo ya por la puerta
y esta máscara de pestañas me traiciona.
no calzo tacones,
no hay ruido,
no hago ruido,
sólo dejo atrás el aire,
la forma que ocupé en el espacio,
lo que fui y lo que no fui bailando suave,
y esas sillas altas tan incómodas
que no hacen que quieras quedarte.
no te quedas,
no te quedas,
no te quedas nunca.


vuelvo a no sonreír,
camino hacia ninguna parte.

y esta luna en esta pausa habla de posibilidad.














Thursday, October 18, 2018


Me gustan las casas con alfombras. Me dan sensación de protección, de calidez. Además si te sientas en el suelo no tienes tanto frío. Incluso te puedes tumbar. Siempre me ha gustado sentarme en el suelo. En el de mi cuarto o en la calle, en cualquier suelo. Me siento bien. Igual será porque de pequeña me pasaba el día por el suelo, y cada vez que me siento vuelvo a sentirme así. Me gusta el olor de los muebles de madera. Cuando huele a madera, a monte, a naturaleza. Es un olor que me hace sentirme en casa. No me preguntes por qué. Me gustan las toallas grandes. Que cuando sales de la ducha te tapen todo el cuerpo y te sientas calentita y así no sientas el frío que hace siempre en los baños. Porque no hay nada que odie más que salir de la ducha y que el polo norte se haya apoderado de mi baño. A la playa también me gusta llevar toallas grandes y de colores. Que te puedas tumbar sin que te entre toda la arena. Aunque al final siempre me acabe entrando la arena igual igual. Me gustan las camas grandes, aunque siempre he tenido camas pequeñas. Pero de mayor quiero tener una cama enorme, al lado de un ventanal enorme por el que siempre entre luz. Y así cuando me despierte veré el sol, o la lluvia, o lo que sea, y será guay. Lo más guay es que podré dar vueltas en la cama y no se me caerán las mantas. Porque será tan grande que no se podrán caer. Y si tengo muchos niños también podrán venir a dormir conmigo o a saltar en la cama y será super divertido. Me gusta que cuando entro en casa todo huela a la comida que se está cocinando y tú puedas saber desde que entras por la puerta que te toca hoy para comer. Me gustan los cojines. Siempre quiero que haya muchos, en el sofá o en las camas. Aunque en la mía sólo tengo uno, y no sé por qué, debería tener más. Creo que dan sensación de que está blandito, sensación de que el lugar es confortable. Y además los puedes usar para hacer guerras con tu hermano. Aunque cuando te da con la parte de la cremallera de la funda hace bastante daño. Pero las guerras son divertidas. Me gusta que las casas digan algo de la gente que vive en ellas. Creo que de hecho todas las casas dicen algo de la gente que vive en ellas. Incluso esas casas que son todo modernas, y parece que nunca están sucias, y que todo se ordena solo, y que es todo super perfecto. Pero yo no tendría una casa así. Me gustan las casas sencillas, como la casa vieja del pueblo. Y como nuestro piso, que tiene 70 metros y es muy pequeño pero no lo cambiaría por nada. Porque las casas guardan los recuerdos y cuando envuelven una familia se convierten en hogares. Y eso es muy especial. Y me gustan sobre todo los detalles. Como una foto encima de una mesilla, un tenderete revuelto, las flores de la cocina, el vaho en el espejo al salir de la ducha (que puedes escribir lo que quieras y es genial), las zapatillas de casa al lado de la cama, los cojines desordenados del sofá, una cama sin hacer, una silla llena de ropa, el escritorio con los lápices sin afilar, un corcho lleno de fotos, un armario desordenado, un zapatero desbordado de zapatos, el paragüero olvidado en una esquina, una lamparita pequeña, los libros de las estanterías, las cortinas entre abiertas, el olor a Cola-cao por las mañanas, el ruido de los cacharros en la cocina, el sonido del agua hirviendo, el ruido de llaves de cuando alguien llega a casa, el abrir y cerrar de las ventanas, la lluvia contra los cristales, el tacto de las mantas... y, sobre todo, la melodía de las voces de los que viven en ella.





Friday, August 10, 2018

tengo los átomos gastados y estoy tan lejos de tus flores que se me cae el alma en esta orilla sin guijarros, sin restos de carmín incandescentes. tengo los átomos gastados y soy fiel a mis demonios, a ellos debo una eternidad de trompicones, de heridas a ras de vuelo. sin dueños, así me concibo, libre, como el mar en huracanes de sirenas sin dedales. estoy en el parpadeo eterno de una tristeza primigenia, de un sentir desesperado de las capas más profundas, tan  nana de cebolla, tan nostalgia. se me parte el corazón al ser de hielo ante tus ojos, y no pretendo malgastar mis diferencias ahora que mi voz quiere sonar como sonaban las batallas de mil diosas en la tierra. no me guardo nada en el bolsillo, soy así, de agua y de verdad y sin disfraces, pues ocultar aquí no sirve, todos saben como sangra la verdad en los cristales. y yo te amo, libertad etérea y cristalina, como mil ojos de sal sabor amargo. dolor infinito en las costillas del invierno, una vértebra quebrada por la pena. y es aquí, en este baile de amapolas y cerezos, donde te pierdo como se pierden las abejas sin verano, donde los senderos no me llevan a tus llanos. y es aquí, en este baile de luciérnagas y vida, donde tengo que abrazar las despedidas, hacerlas inmunes a tu olvido, aguantar la fatiga. aunque se parezca el adiós al abismo primero, a encerrarme en la jaula de canciones silencio, a llorar frente al mar las mareas.













































Saturday, July 21, 2018

hay demasiadas palomas. por todas partes. hay demasiadas palomas. dos más dos siguen siendo cuatro y el este sigue siendo el lugar donde el sol desayuna. yo escribo mientras no enciendo un cigarrillo ni me bebo una cerveza. jodida impostora. pero también me tembló la espina dorsal cuando leí esas palabras. también entiendo la magnitud de algunos poemas, la inmensidad de ciertas manos. a veces con un parpadeo es suficiente, con una leve caricia al son del tiempo presente, de un ahora del que nos sabemos parte. en retrospección nadie consigue llegar. ellos lo hicieron ya, mucho mejor y además antes. porque parece que lo crucial es llegar primero y no cómo llegar. pero no tienes ni idea de cuantos tachones llevo a mis espaldas. además no tienes ni idea. he intentado definirme las veces necesarias como para saber que es imprudente definir por costumbre. nadie cabe en un sólo concepto, nadie se viste igual todos los días. y, sin embargo, cuánto nos gustan las jaulas. aparta de mí esa porquería de barrotes, esas cadenas de oro que tampoco quiero llevar. prefiero los árboles. la canción de la lluvia. bailar con el mar. ser tan poco todo eso que quisieron que fuera que ya no sepan reconocerme. que se crucen conmigo y no me vean. que no distingan mi color sobre el asfalto. palpo la libertad en mis costillas, mi pelo largo es mi seña de rebelión. y aquí sigo, camarada, empeñada en descifrar su incoherencia, empeñada en arrancar todas las máscaras. y te diré, también, que después de tanto tiempo todavía sigo sin reconocer ciertas mentiras, que todavía pueden clavarme los puñales, que nunca me protejo suficiente, que no llevo las botas ni los guantes. pero pobre de ellos, que creen que mintiendo a los demás no pierden, que creen que el engaño es hacia fuera, como si la bondad no fuera siempre ya victoria, como si yo no fuera ya valiente. agua clara es mi alma y en ella no limpiaréis vuestras manos mugrientas. y cuidado en esas calles porque también soy en ellas, también me alzo gigante ante sus miradas llenas. de miedo. porque yo quiero plantar olivos, llevar la risa por montera. pero estoy cansada, y algo aquí me canta triste, y hay como un hálito de angustia revolviendo en mis pulmones. no me gusta la ciudad. todos parecen extranjeros. y es este ritmo febril y esta prisa constante lo que aborrezco. nadie mira el vuelo bajo de las golondrinas cuando el atardecer pega de pleno. cuando ya se ve la luna y la luz transmuta a otros matices. los minutos se evaporan, nadie mira nada. y entonces sueño con el mar y con Australia. las alcantarillas esconden los secretos, los bancos de madera gritan las verdades, y hay demasiadas palomas. demasiadas palomas por todas partes.



Monday, June 25, 2018

la luna está donde Dios la dejó,
solo que no fue Dios,
fue una coincidencia.

me llaman la atención las casas con fachadas azules,
las luces de neón,
y las personas tiernas.

soy a parpadeos,
en este sinsentido que llamamos vida o existencia,
en este pequeño lugar dentro de un instante de la historia.

vértigo,
náuseas en la boca del estómago
y esa sonrisa que se me cae encima.

y cómo le cuentas al panadero que en realidad tú ya no comes pan pero que a veces sólo entras para
volver al olor de las panaderías.

mi padre sigue comprándole el pan al mismo panadero de siempre, aunque él también acepta que hace mucho que ese pan ya no sabe tan bien. es un hombre de costumbres, quizá. o quizá sea el saber valorar que es el único del pueblo que no lo descongela.

cuanta verdad se guarda en los pequeños detalles. cuanta rebeldía.

la luna está colgada de un sueño
y yo soy pequeña y me pierdo entre callejas.

donde tu no estás,
donde tu no estás,
donde yo te espero.







Tuesday, June 19, 2018

enséñame la mano,
donde te la mordieron.
te daré otra razón para desconfiar.

pedazos,
todo son pedazos.
el parpadeo incandescente de mis ruinas,
los fantasmas que vienen a revolver mis tonterías.

¿cuántas veces se puede romper el corazón en una vida?
¿cuántos regazos se necesitan para frenar tanta caída?

la palma de la mano para fuera
al filo de unos ojos marrón madera.
y cuánta pesadilla,
cuánto horror en las ventanas.

el mundo es este globo lleno de marcas y tristezas,
cosido a base de tragedias,
a base de dolor entre miradas.

me quito los calcetines y descalza ante el espejo de mi cuarto
observo las roturas de mi alma,
los desgarros,
los jirones esparcidos a mis pies.

soy carne y nervio y huesos,
fuego voraz y entropía.
y esta lluvia que no cesa y es tan mía.

tengo las palmas hacia arriba.

dame otra razón para desconfiar.
que yo soy buena y de verdad y tengo miedo.





Thursday, June 14, 2018

está la niña deshojando
las flores que un día no se atará al pelo.

es la niña libre y amazona,
manzana de los ojos de su madre,
sirena de mares innavegables,
sinsajo hambriento.

es ahora, en su ternura e inocencia,
un ramillete de violetas,
un huracán de girasoles.

luna de charol que la acunas y la guardas,
que no la encierren en jaulas que no sienta como suyas.
que no la hagan partícipe de un baile de títeres en el que tenga que aparentar ser Cenicienta.

y mírala, mírala como ilumina.

está la niña, sin saberlo, deshaciendo
los pasados, desatando los grilletes, desvistiéndose los miedos.

que la miren al pasar y sean conscientes:
el futuro está pintado de guerreras.

es la niña de los ojos de avellana,
tan árbol y tan pájaro,
tan rocío en la mañana.

es la niña que conquistará las calles,
y a las noches sólo mirará hacia el cielo.









Tuesday, June 5, 2018

NOS QUIERO IGUALES.

te quiero a mi lado, no delante.
te quiero remando conmigo, con la misma fuerza, hacia la misma dirección.
te quiero al otro lado de la red,
recogiendo conmigo las pelotas amarillas.
te quiero como queremos cuando somos niños,
sin prejuicios, sin barreras, sin autoridad,
en una horizontalidad infinita.

te quiero jugando a fútbol contra mí,
dejándome llevar las bolsas,
montando juntos la tienda de campaña,
turnándonos en el volante del coche mientras contamos quién se salta más semáforos en rojo.

te quiero en las tiendas de ropa sólo si tú quieres,
no te necesito y tienes que entenderlo.
mi felicidad no depende de ti,
pero contigo se hace doble,
como los goles fuera de casa en Champions,
esa rara ley que valora la distancia.

te quiero siendo viento y no muralla,
compartiendo nuestras victorias para sentir que valen más,
siendo equipo y no rivales,
jugando a adivinar cual será la siguiente guerra que luchar a cuatro manos.

no te quiero en el "¿te ayudo?", te quiero en el "lo hacemos".
no te quiero en el "¿te vas a poner eso?", te quiero en el "mis pantalones son más guays".
te quiero en la risa, en la tontería, en la amistad.
en la igualdad que nos da el sentirnos parte de una misma increíble locura.
no te quiero en el "hazlo así", te quiero en el "¿cómo hacemos esto?"
no te quiero en el "no puedes ir sola", te quiero en el "si pasa algo raro estoy en el teléfono",
no te quiero en el "¿ah, que hoy también sales?", te quiero en el "baila como una loca hasta quedarte sin aire",
como yo te querría en todas tus noches con amigos, en tus "me voy a ver el fútbol", en tus "no, hoy no me apetece."
te quiero en el respeto y en la generosidad que todos los humanos sabemos y podemos. te quiero en el volvernos a ver con la sonrisa y las ganas puestas, con todo el mañana ante nosotros y la ilusión de unos críos en la víspera de reyes. no te quiero en los celos, en la posesión, en el control, en el "¿con quién estás hablando?". todo eso es pura mierda. perdona que sea tan sincera.

y te quiero siendo tú, no entiendas mal nuestra lucha. te quiero siendo hijo y siendo hermano y siendo amigo. siendo todo lo que puedes ser y más. te quiero soñando, trabajando, esforzándote, sudando, haciéndote mejor en cada paso, creciendo como se expande el universo. no quiero cortarte las alas, no quiero ponerte fronteras, no quiero ser criptonita, no quiero ser zancadilla, no quiero ser nada que no quiero que tú seas. quiero partir desde lo mismo y descubrir a la vez. quiero crecer en paralelo.

cualquiera que seas,
donde quiera que estés.

te quiero igual.
nos quiero iguales.



TE QUIERO TUYA, MUJER.

te quiero con la falda corta y la lengua muy larga.
por todas las veces que una mujer tuvo que callar o fue callada.
te quiero con el pelo al viento, loca y salvaje,
siendo cualquier cosa menos su reflejo.
te quiero sin complejos,
enseñando cicatrices, marcando cintura, con escote si ese día te sientes atrevida,
con vaqueros ajustados o camisas trasnparentes,
sugiriendo u ocultando,
jugando al escondite.

te quiero en tu piel,
con estrías o sin ellas,
con tez porcelana o morena,
con hoyuelos o sin ellos,
con arrugas o sin ellas,
con todas las variantes de una cara al son del tiempo,
en todos los colores y matices que nos dio la tierra,
tu belleza no depende de su escala.

te quiero en tu desastre,
en tu look de entre semana,
bajando a por el pan con el pelo enmarañado y en chancletas,
con esa camiseta vieja que te encanta.
te quiero en chándal, en gorra y en zapas.
te quiero en el "tía, esa no es tu talla",
te quiero en el "no te sacas partido",
te quiero en el "deberías vestir más femenina".
porque sí,
te quiero en todo lo que quieras más allá de sus censuras.

te quiero en tu glamour,
en tu vestido de Chanel y aroma a pasarela.
te quiero en tus tacones, en tus bolsos de lentejuelas,
en tus vestidos cortos y tus outfits de fiesta.
te quiero en tu elegancia,
en tu pelo recogido y en tus pendientes de perlas.
en vuelos, en tablas,
en terciopelo o en seda.
en bailarinas o en sandalias,
dejando a las aceras boquiabiertas.

te quiero en tus sábado noche,
en tus total black y tus carmines,
en tu brillo y tu lip gloss,
en tu rimmel sin peligro de correrse porque ya solo aceptamos las sonrisas.

te quiero en tu rumba, en tu tango, en tu bachata.
en tu reggaeton y en tu pop,
en tu rap y en tu rock.
en cada movimiento, en cada paso, en cada salto, en cada giro,
haciéndolo siempre a tu manera.
te quiero perreando sola o con ellas,
besando el aire y sus mejillas,
partiendo a carcajadas los tabúes,
y bailando con la palabra libertad en tus caderas.

te quiero en tus lunes y en tus mañanas de domingo,
con la cara sin lavar y esa resaca,
o con tanto sueño que decides plantar a la primera alarma.
en uniforme de trabajo
o en pijama.
de todas tus formas estrambóticas,
con ganas de llorar o de poder con todo.
en tus días de amazona o de chiquilla,
en tus días de dragón o de polilla.

te quiero,
también,
desnuda sin vergüenza.
siendo océano en el quicio de la ventana,
o bailando por la casa como si no hubiera mañanas.

te quiero,
seas quien seas,
y estés donde estés,
siendo reina de tus mares y tus cielos.

porque te quiero.
te quiero agua.
te quiero fuego.
y te quiero tuya.



Friday, May 18, 2018

las buenas causas son las sonrisas, los 'gracias' de las bocas de extraños, las miradas de ternura cuando devuelves algo. las buenas causas son hacer, determinarse a cambiar pequeñas cosas, gestos que pueden mover montañas, os lo digo de verdad, he estado ahí. he visto a un mendigo reír más que a la pareja que pasaba por delante con ropa cara y smartphones en la mano, también a una niña ser feliz con una hoja de árbol recogida del suelo o a un niño corriendo detrás de su amigo, sin móviles, ni Gameboys, sin pantallas de por medio. he visto a la felicidad bailar en remolinos, la he visto a través de las arrugas de una anciana explicando como preparaba las lentejas, he visto al tendero de la esquina tararear mientras ordenaba las cajas de fresas, he visto a esa mamá ser caricia y pantera, y he sentido como el aire se llenaba de amapolas.

las buenas causas son aquellas que no se cuentan, que se ven sólo si miras muy atenta, las que te encuentras sin esperártelas en cualquier acera.

que yo me vaya para no apagar tu risa. o recorrerme el mundo entero para volverla a abrazar.





Friday, May 4, 2018

el camino que he de hacer hasta tus dos lunares es más largo, más eterno, más imposible que el tiempo. te tengo grabado en mi derrota, en mi certeza de perderte, en esa llamada que hace tanto fue y todavía tanto me remueve. no era yo pero sí lo fui. qué tormenta tan tormenta, tan incendio abrasador, tan desgarro. cómo pude no verlo y no verte, no ser caricia de algodón cuando tú eras tan herida. cómo pude no estar, no ser manta, jersey de lana, curarte el frío y el alma.

cómo pude no ser, mi vida, si tú lo eras, tú lo eras, todo y más, tierra y mar, cielo siempre tan tan brillo colgado de esos ojos. tú que nunca fallaste, que me enseñaste que ni la distancia ni el tiempo, que la honestidad es para siempre, que tu verdad no se compraba.

tú, eternamente bueno, tan azul y de colores,
tibia calma de domingo después de un huracán de daños.

tú, que desde ese lugar me echaste de menos.

yo, que rota y desangrada no te supe escuchar.





Monday, April 16, 2018

desde el epicentro de este abismo rujo la verdad que me late en cada punto débil,
en cada retal de todas las pieles que fui hasta este ahora.

en estos gastados omoplatos donde antes había alas,
hoy sólo hay cicatrices,
carne atravesada.

navego por ciudades de colores en sueños de cristal y purpurina que nada tienen que ver con mi
realidad más cruda. con mis días color gris y sabor agrio, con ese alambre de espino que envuelve mis caricias y algodones.

aquí, en este nido vacío, en este escondrijo helado,
aquí sangro las canciones que eran sólo tú y sólo por eso.

es de noche, y hace frío, y aquí te lloro. afuera llueve y casi parece que vuelvo, a esa tierra, a ese olor, a ese recuerdo. los viernes eran más especiales, la vida sabía más a volar.

pero luego el mundo.

tengo tus ojos enganchados a mis latidos.

en mi memoria estamos bailando para siempre.




Thursday, April 12, 2018

también hay dolor en el silencio,
en el grito ahogado de unas entrañas que no hablan.

la sonrisa fingida que hace de parche,
el agujero gangrenado que no se ve desde los soleados ventanales.

hay una forma secreta de ser llanto,
un vacío indescriptible que no se traslada a la piel,
la pena que es antesala de otra pena,
tristeza azul y gris que sólo late y es mutismo.

sí, hay dolor en el silencio,
en todos los gestos que son sólo disfraz,
malabarismo.

la mayoría de las veces lo guardo tan adentro que nadie se puede imaginar
el desgarro de mis infiernos.

pero hubo veces que grité
rugí,
moví cimientos.

y es que algunas veces, las peores,
el dolor desborda tanto que el cuerpo no es suficiente para abarcarlo entero.










Saturday, April 7, 2018

este intrépido empujón hacia la nada,
estas mejillas en carne viva en mitad del baile de máscaras.
a mí se me ven hasta los sueños.
y mis demonios van conmigo de la mano.

bailo sola el tango de Gardel que me enraíza a otra tierra,
también escucho a la pena cantar desde sus ojos.
ella murió triste y sola.
y esa tragedia es una bomba al corazón.

le habría dado mi mejor abrazo,
le habría dicho que en el infierno la soledad es destrucción,
pero que hizo algo tan bello con sus pájaros azules
que el mundo no podrá dejar de amarla para siempre.
qué mal cuidamos a veces. qué hecatombe comprender la valía de un momento de dulzura cuando ya no están y ya se han ido. cuando todo es silencio, gangrena, vacío.

soy esa clase de chica. la chica que llora fácil y tierno por corazones que jamás ha conocido pero siente. la injusticia del mundo se me cae encima y soy dolor. mi mejor homenaje es que escucho esa canción y yo sonrío, porque sé que el negro está por todas partes, pero también, ángel desarmado, musa de ciudad y corazón incendio, encontramos el color. como contigo y tus vestidos. como contigo y esa forma de alcanzar la eternidad que tenías cuando sonreías. ¿sabes que fui a pisar tu suelo? ¿a sentirme más cerca de entender tus soledades?

hay tantas personas en el mundo. podríamos tener tantos amigos, conocer a almas gemelas de palomitas y sofá, de días de helados y conciertos, de abrazos que curan miedos y cosen alas de fuego. y, sin embargo, cuánta soledad, cuantas cataratas regando soliloquios. ¿dónde te fuiste, sirena de blues y lazos rojos? ¿qué ruiseñor te canta cuando se apagan las luces?

qué difícil respirar cuando ya todo te inunda.

cuando estás en medio de la avenida más transitada y no hay pares de ojos que te vean. es entonces cuando sacude el abandono. es entonces cuando las fauces del desamparo nos dan la bienvenida:

"estás rodeado de humanos, y, sin embargo, sólo estás tú."

ojalá alguien hubiese oído a tiempo tu quejido, pequeña gran leona. ojalá alguien hubiese sabido convertir la casa en hogar.


- poema inspirado por Amy. eterna será tu voz y eterna tu sonrisa de antes del abismo. tus ojos tristes encerraban una belleza sobrehumana. 

Thursday, April 5, 2018

Canciones de cuna en noches de guerra e incendio,
en noches de miedo y desvelo,
en noches que devoran miocardios.

Canciones de cuna que alguien canta suave en alguna parte que no es ésta y tampoco nadie sabe.

Esa voz, tan madre y tan caricia, que desgarra la noche como puñales de acero, y rompe y devasta
más que las bombas, más que el combate. Esa voz, que nadie quiere oír, que nadie quiere sentir como tirita, como gime de dolor en el lamento, como tiembla al sentirse mutilada.

Es la canción de una llamada de auxilio, bengala en el mar, botón de emergencia en jaula de cristal del mundo moderno. Un grito de socorro camuflado bajo una tenue melodía que vivió mantas de lana y biberones, ojos abiertos pureza y cielos, cariños entre pieles conocidas desde siempre, inocencias tan preciosas que eran oro.

Es la canción en honor a un silencio atronador, a un vacío insoportable, a un corro de las patatas alrededor de las mortajas, a un sol amputado. Es la canción para expresar lo inexpresable, un quejido maternal después del frío corte, un aullido inconsolable alrededor del hielo.

Una nana de sal y cebolla a una cuna vacía.


Poema por todos los niños, bebés o no, que han sido asesinados en Siria desde que empezó el conflicto. Mientras occidente mira hacia su propio ombligo de capitalismo salvaje e indiferencia innata, miles de vidas de niños que tenían que haber llenado el mundo de carcajadas han sido arrancadas y erradicadas. No existen la justicia ni la paz, sólo existen la victoria y el dinero. Y es tan triste y tan desgarrador que a mí se me inunda el alma. Vivimos en un mundo en el que los niños no están a salvo. Y un mundo en el que los niños no están a salvo es prueba irrefutable de que hemos fallado como especie.


El silencio de la comunidad internacional ante los crímenes de guerra y los crímenes contra la Humanidad cometidos en Siria anima a los criminales a matar cada vez a más sirios porque no encuentran a nadie que se lo impida”, ha denunciado el Observatorio, que ha reclamado la intervención del Tribunal Penal Internacional o “el establecimiento de un tribunal especial para Siria”.


 



Tuesday, March 27, 2018

los ojos de la luna brillan sobre papeleras llenas de mierda. es la decadencia vestida de fiesta. lleva los tacones en la mano y brilla como las monedas. nadie se da cuenta de lo barata que vendimos la dignidad. nadie se da cuenta de cuánto duele ver a la soledad sentada en unos bancos de madera, en una boca de metro, delante de un escaparate en la que la chaqueta marca 49,95. las canciones que se cantan en la calle, de alguna manera, dicen mucho más, y, sin embargo, ¿quién escucha?

iba yo por Fuencarral y una niña que se había perdido por unos minutos que le parecieron una eternidad gritaba "mamá" con tanta fuerza y miedo que se me congeló la vida. empezó a mirar a todos lados, no sabía si correr o quedarse, mientras miradas de extraños la observaban y ella sólo sabía gritar una verdad: mamá, sin ti me muero de miedo. 

nos morimos de miedo. tantas veces que ya casi ni lo notamos. y seguimos igual porque tenemos que seguir igual, en un mundo que nos ha hecho pensar que lo peor que nos puede pasar es que el móvil se nos quede sin batería. mientras tanto, donde sea, hay una niña que no tiene un mamá que gritar, un niño que no va a llegar a ninguna casa, un señor escondido debajo de una montaña de mantas, en medio de una avenida de una gran ciudad donde nadie se para ni siquiera a mirarle, que volverá a pasar el día hablándole a un cartón de vino, una mujer que sabe que el perro que duerme acurrucado a sus pies le ha sido más leal que cualquier ser humano, un trabajador inmigrante que llegará a su casa sabiendo que mañana seguirá siendo diferente y menos, y tragará saliva mientras le miran con desprecio, una chavala que se desvestirá y verá que tiene moratones en las piernas porque salió a gritar por los derechos de todas las personas, a defender la dignidad más allá de colores y fronteras, pero hubo un policía, o dos, o varios, a los que eso no les parecía apropiado, y otro señor tradicional y católico que se irá a la cama tranquilo porque pensará "mientras me roben los míos tampoco es tan terrible" y no pensará en nada más.

y así, ensuciándonos el alma, vamos dejando que caigan los valores y los sueños, ideales de otros tiempos que aspiraban a algo más. nos tienen sumergidos en burbujas de neón y no sabemos mirar fuera del acuario. porque cuando sentimos que algo va a cambiar nos morimos de miedo y no sabemos controlar tantas cosas que es más fácil irse a la cama con los ojos vendados y la indignación en pausa.

y qué raro, ¿no? que a mí me de más miedo esto. que hayamos dejado de ser humanos para convertirnos sólo en aquello que ellos necesitan. borregos eternos de un sistema que no funciona y no nos sirve pues destruye tanto las almas, oscurece tanto las miradas, que no hay nada que valga ese descenso a los infiernos.

los valientes son los que lo hacen a pesar del miedo, porque la forma más eficaz que tienen los tiranos de alimentar sus propios intereses es practicar el gobierno del terror. pero los que no tienen nada que perder, no tienen nada, miedo tampoco. y es en ese espacio donde la revolución puede empezar a ser.

muchos intentaron cambiar el mundo a través del arte, dejaron su huella y su forma de pensar, una revolución de ideas y de humanidad, una caricia eterna a todas las almas, a todas las caras. nos dejaron su potencial, su conocimiento y su legado, todos los intentos de convertir la frialdad en calor de hogar, regazo.

y sí, claro que así también se cambian mundos, se siembran semillas que gritarán mañana, se abren mentes y ventanas: es la antesala de la rebeldía. pero, después de haberlo intentado de muchas maneras, después de haber hecho muchos caminos, después de tantos nombres, tantas historias, tantos inicios... creo que se acerca el momento de volver a defender con lágrimas y piedras lo que nos están quitando.


ahora es tú decisión: o cedes, o peleas.



Monday, March 19, 2018

La vida es este calendario con tachones
y en mis ojeras estás.
Estás y ya no sé si es norte o sur,
caigo por todas partes
y por todas partes duele.

Es en mis costillas donde marco infortunios,
es en mis terrores donde te vuelvo a nombrar.

Y así pasamos.

Por este mar lleno de hienas que hacen temblar la medianoche,
por esta solitaria carretera que deja crucifijos en cunetas en penumbra.

Tuve miedo y no grité,
no te hice señas.

Y estás, en mis ojeras y en mi sed,
en este gélido desierto de adjetivos sin dueño.





Monday, March 5, 2018

también me despedazo en esta luna nueva, en este frío hielo, en este mar ceniza. también soy, pájaro caído, pétalo marchito, sirena de otro océano. y no te canto, pero albergo en el pecho una melodía ciega que late tímida tu fuego. y no te canto, pero mis palmas aguardan el momento de bailarte, cuando el mundo se acabe, cuando no quede nadie.

dónde estés estaré antes.

también me abraso, con restos de caricia que no te di y no me diste, con todas las noches que pudimos engendrar y no bebimos, con todos los besos que tuve a punto de saltarte, con todas mis ganas que en tu espalda quisieron suicidarse. también me abraso, con el recuerdo de tu brillo en mis retinas, con el aroma de tu pelo en mis espinas, con el tacto de tu piel tan torbellino.

si al menos me hubieras concedido un baile.

girará el tiempo, girará la tierra,
y tú serás siempre poema.

te eché de menos teniéndote delante
y nunca me atreví a decirte casi nada,
porque estabas tan bonito aquel atardecer que hasta las paredes suspiraron.

hace tiempo que no sé cómo mirarte
y me tiemblan las entrañas como delirios de fiebre futurista,
pesadillas fulminantes. 

en mis sueños llegamos a un lugar donde pudimos ser un rato.




Monday, February 19, 2018

forastera en mi propio corazón,
coso retales de las pieles que no fui y las lanzo al fuego.
soplo.
es todo tan fugaz que ya ni prende.

qué templado es este impulso,
qué poco desgarra.

quiero sentir con la fuerza de colmillos arrancándome la carne,
loba cavernaria,
destello inalcanzable de mil luciérnagas ardiendo.

quiero,
ser salitre en pleno enero,
acantilado de zarzales y hojas nuevas,
piedra sin pulir,
banco de arena.

quiero,
llegar al otro extremo,
aullarle una plegaria al lado oculto de la luna,
amanecer Australia,
ser sirena en el desierto.

me siento tan nómada que a veces creo que soy sólo viento.
un intento constante de llegar a algún puerto que pueda sentir como mío.

quizá sólo sé ser feliz en el camino.
en los mundos que inventaron y en los que aprendí a reír sin taparme con las manos.
en ese universo al que sólo llego sola y sola vivo.



Wednesday, February 14, 2018

Wildflowers and twinkling stars


It's all wreckage, my love. My sweet sweet heart is bleeding an ocean. You don't know anything about loneliness if you haven't been lost in a city that doesn't notice your hands. Shyly trembling in the middle of the avenue, dancing to the beat of the saddest song in your playlist. What an irony, trying to be free in a cage so huge it doesn't feel like it. You understand what I mean?

It was cold december, I went to the park. I almost felt I was somewhere else. I smiled. Sometimes it is easy. I took one of the little paths across the trees. I was alone, not lonely. I danced like no one was watching, because no one was watching. I touched real freedom with the tip of my fingers. I fucking touched it.

Wildflowers, they were everywhere. Breathe, you live in this moment.

By the pond the light was different. I felt so tiny I didn't find the words. It was breathtaking. The sky, the stars, the power of a second. I almost felt the curves of time. I almost felt them.

I have a weird fixation with the streetlights. They were so few but so pretty. For a moment there they seemed like little stars. Twinkling, softly twinkling.

And I was alone, and it was dark, and the air froze, but my heart was on fire.








Sunday, February 11, 2018

la tierra sólo sabe decir basta.
nadie se da cuenta.

los ojos sólo saben decir basta.
mis retinas se desbordan.

tengo el lado azul de los días en standby,
y juego a volar cometas que no cruzan calendarios.

coso suavemente los desgarros,
soy un soldado que sobrevive sin paquete de tabaco.
besando la tierra que piso con hambre,
intentando acariciar el vórtice de entropía,
dándole la vuelta a los días ,
volviendo a creer en los números impares.

la magia fue ese momento.

cuando llora un niño el mundo tiembla por dentro
y se viste de frío
y de plomo
y de pena.

cuando llora un niño el rocío acuchilla,
los pájaros negros auguran tormenta,
se visten de luto los parques,
pero nadie se da cuenta.

la tierra sólo sabe decir basta.

y gira, el mundo gira, y todo son vueltas,
vueltas, vueltas. nadie mira, nadie ve,
todo es niebla y ceguera.

vacíos llenos de placebo que intentan
hacernos creer que seguimos siendo humanos.

porquería camuflada.

y las sonrisas de los niños bailan libres a la orilla
de un oasis
donde no llega el olvido.









Friday, February 2, 2018

A DONDE VAN LOS CALCETINES

dónde te quedaste. en esta aventura sin rumbos, sin mapas señalados. dónde te perdiste. a dónde fueron a parar todas las migas de pan. donde escondí el valor. donde se quedó la risa.

me voy. sin correr pero con prisas, para intentar alejarme de las sombras que son eco de una melodía que un día sonó a robarnos. niña ilusa al filo de un dique de cemento. no encontré mi mar.

vuelvo
a ese lugar abstracto en el que pierdo.
la habitación a media luz
y mis ojos tiritando.
hoy no soy real
y siento en diferido.

tengo el corazón por fuera
y un cartel de neón enredado en el pelo que dice así:
"I loved with a love that was more than love."

Poe.
¿lo sabías?
he perdido las ganas,
también la capacidad y las avispas.
estoy desentrenada
o completamente harta de mirar desde esta nada.

yo soñaba con regates.

dónde meto ahora todos los intentos de decirte que estabas tan bonito que despeinaste todo el local. tan bonito, que hiciste que todas las metáforas se sintieran extranjeras. en qué bolsillo meto todas las caricias tacto seda, esos unicornios de colores que me hablaban de noches fucsia y borracheras.

quizá nos encontremos en alguna otra avenida de cualquier otra ciudad sin nombre conocido.

quizá nos encontremos en ese lugar abstracto en el que bailan los poemas,
intentando ser abrazo
y puñalada,
dualidad desgarradora,
fiel engaño.

me visto de silencios y recojo las maletas.

yo también quiero ir a donde van los calcetines.