Monday, September 29, 2014

Voy a arrancarme el corazón,
a masticarlo lentamente
mientras la sal
llega hasta el suelo.
Quiero desangrarme
en tus orillas,
joder.

El sol pega fuerte
pero
no quiero que me de,
no quiero que me toque.
Siento que puede destruirme,
convertirme en ceniza,
desaparecerme.
Soy un vampiro
a la deriva,
mi alma necesita lluvia,
mi alma necesita oscuridad.

Bailo con la ciudad
pero aun así me falta algo,
una melodía diferente,
un atardecer de otro color,
un poema que no esté acabado.
Me pierdo en mi misma,
en este agujero negro,
en este vacío,
en esta nada.
Me engulle el laberinto
y de repente soy Alicia
a punto de despertar.

Me estoy dando cuenta.

Ellas me lo decían y
yo no las oía,
no las quería escuchar.
Como cuando nos hablan esas voces de fantasmas
que dan miedo,
nos escapamos
intencionadamente de la verdad:
porque sólo viene a hacernos daño.

Ahora,
medio ahogada
e intentando agarrarme a lo que sea,
naufrago lentamente
en un océano sin nombre.

Ojos que no ven,
corazón que no siente,
dicen.

¿Pero cuando tu corazón siente, qué?

Me pongo voluntariamente
una venda en los ojos,
decido dejar de ver,
dejar de observar.

Me doy media vuelta
y me entrego al silencio.
Al fin y al cabo
cuando el mundo calla
grita la verdad.

El mundo gritando
y yo tapándome los oídos.
Pero los latidos del corazón
me cuentan la certeza:

Ojos que no ven,
pero corazón que siente.









Saturday, September 27, 2014

No, I don't want this.

Fuck this emotional crap, fuck this wandering. I want doubts, but I don't like this anguish. I like questions, but I don't want this uncertainty. I'm goin' insane, and I'm not sayin' just for sayin', I'm feelin' it inside my head, inside my fuckin' brain. Something's not workin', something's damaged. Is it me? Am I the one that is this fuckin' broken? 

I think I am.

Breaking.

Slowly.

I'm tryin' to breathe but the air's not comin'.
God, I think I'm about to explode.

Help me, help me.

I'm runnin' for my life.

Don't you come after me,
you won't catch me.

I don't want anyone close to me,
I don't need anyone close to me.

Solitude is bliss.



Friday, September 26, 2014

Jamás te impondría condiciones.

Soy más libre que el mar,
tú más libre que el cielo.
No sería capaz de encerrarte.
No querría.

Lo bonito de los pájaros
es cuando echan a volar.
Lo bonito de los peces
es cuando bucean.

Nada aguanta quieto eternamente.

Y menos tú.

Tú,
que te metes el mundo entero debajo de la gorra
y no aspiras a ninguna frontera.
Tú,
que respiras cualquier aire
que la vida te de,
que perteneces un poco a ese lugar.
y un poco a todos los demás lugares.
Tú,
que no eres de nadie
ni lo serás nunca,
que no te vendes por nada,
que permaneces fiel a ti
y a los tuyos,
que conoces el valor
de un hombro que no falla.

Vas a llegar tan lejos como quieran tus zapas.

Eres un alma indómita.

Yo,
un desastre crónico a todos los niveles,
alguien frágil
que pasa junto a ti
sin que la notes.
Yo,
un manojo de miedos
que no controlo,
alguien tan sensible
que llora sin motivos.

No sé a dónde coño voy a llegar.

Pero mírame,
sigo hablando de ti.

La vida es mucho más sencilla de lo que nos cuentan,
pero una sonrisa como la tuya
siempre tiende a complicarla.

Me cago en tu puta calavera.

Entiéndeme
eres una tormenta de verano,
y yo un desierto eterno
esperando la lluvia.

La tuya.

Como si no hubiera otra capaz
de mojarme,
como si no hubiera otra
capaz de hacerme bailar.

No,
yo nunca impongo condiciones.

Pero quiero que me lluevas.

Lluéveme.

Wednesday, September 24, 2014

Morderte el talón de Aquiles,
hacerte temblar.
Esperar un silencio
tan desagarrador
que haga que me sangren los oídos.
Que me odies,
que me odies,
pero que sientas algo.

Tu indiferencia
cae sobre mi piel como gotas de agua,
rozándome,
entrándome,
calándome.

Creo que ya he muerto en el intento,
estoy agonizando.
Pero todavía lanzo
un arañazo al aire,
esperando conseguir un mínimo quejido.

Manos vacías,
desierto.
La luna tirita de frío.

Y yo
le pido al universo
que por un segundo,
sólo por un segundo,
me alivie
de este peso de pensarte.

Piénsame.

Tuesday, September 23, 2014

No te vayas lejos.
No te vayas tan lejos.
No te vayas más lejos.

No te vayas.

No puedo rozarte,
no puedo mirarte.
La vida es muy puta,
lo sé.

No te vayas.

Estás a mil años luz,
no voy a tocarte.
Da igual aquí
o en la luna,
no voy a alcanzarte.
Que puta la vida,
lo sé.

No te vayas.

Aunque nunca pueda
agarrarte de la mano,
ni pueda mirar como atardeces,
aunque no pueda bailar contigo,
aunque nunca estés.

No te vayas.

Necesito saber que estás
en la misma tierra,
necesito saber
que estás bajo
estas putas estrellas,
necesito saber
que estoy a una distancia de tren.

No te vayas.

Porque si te caes,
y no te levantas,
porque si te matan
y no resucitas,
porque si te hieren
y nadie te cura..

.. yo iré a buscarte.

Aunque no me quieras ver.

No te vayas.

No puedo abarcar con mis brazos más distancia,
no puedo caminar lo que no se puede ver.

Aunque no me llames,
aunque no me busques,
aunque no me esperes.

No te vayas.

Por favor, por favor, por favor.
Quédate.

Sunday, September 21, 2014

Te esperaré en ese lugar
en el que la arena espera a las olas.
Sabiendo que tarde o temprano
van a llegar para romper con fuerza,
para llevarse cada grano,
para revolverlo todo.
Y aún así,
la arena espera,
paciente,
sabiendo que sin ellas
pierde su sentido,
sabiendo que necesita el fuerte azote de las olas,
porque unidas
y sólo unidas
consiguen respirar.

Te esperaré en ese lugar.

Aunque no llegues nunca.
Hoy me he cosido la herida.
Y eso que yo no sé coser,
que ya me lo dice mi madre.

La nostalgia colgada de cada esquina,
pero estoy rodeada de guitarras
y de voces que rompen la noche
poniéndome a temblar.

Por aquí todo es más intenso.

Y yo siempre fui
de esas que se ponían a bailar
al escuchar el primer compás,
la que cantaba en los columpios
mientras pensaba
que quizá en una de esas
patadas
conseguiría tirar el puto cielo.
Ya ves,
todavía no he perdido
la inocencia.

Si mi pecho temblaba
cada vez que te leía
culpa a tus letras,
pero a mí no me condenes.

He salido a tiempo del agua,
creo,
ahora podré volver a respirar
sin que me duelan los pulmones.

No tienes ni puta idea
de lo que puede llegar a significar.



Saturday, September 20, 2014

Sometimes when I miss you I put those records on..

Y no veas como duelen.

Canciones desgarrándome
el miocardio,
estoy a punto de tocar
mi propio naufragio
con la punta de la lengua.
No hay arena en esta puta playa.
¿Y qué gracia tiene el desierto
si no te puedes revolcar en él?

A la mierda.

Supongo que sigo siendo jodidamente recurrente:
mis replays siempre son los mismos.

La número 10
ahora y te juro que podría morirme.
Pero quizá es lo que necesito,
destruirme del todo,
convertirme en ceniza,
desaparecer.
Y como Fawkes
volver a nacer,
a resurgir,
empezando en otro cielo.

Otro cielo
y sigo esperando la tormenta definitiva.
Fue fácil aprender a bailar bajo la lluvia sola,
¿pero quién está dispuesto a mojarse conmigo?
A mojarse de verdad,
de arriba abajo,
por todos lados,
como si el mundo
ya sólo fuera agua
y nadar juntos
la única forma de naufragar,
porque el naufragio
se convierte entonces en salvación.

Estuvimos a punto de salvarnos.

Le hubiera hecho
el amor eternamente
en aquella orilla.
Pero yo cantaba y bailaba y me reía,
y él sólo caminaba,
como si el mundo no le tocara
como si la vida no fuera
un grito a pleno pulmón.

Yo sé que en realidad no podríamos ser nunca,
pero por un momento,
lo fuimos.
Todo.
Y de eso no me quiero olvidar.

Aunque el pecho cruja
con cada silencio prolongado
y el recuerdo de sus mares
no me deje de marear.

Soy una puta montaña rusa,
un manojo de histeria
envuelto por una
piel demasiado frágil.

¿Quién se va a quedar a bailar?

Me pongo esa canción
y me parto el alma.
Es la única manera de volverme a enamorar.

Del cielo,
de la lluvia,
de la vida.

Y a la mierda lo demás.

Pero te echo de menos.



Y cómo duele el mundo cuando él se va sin despedirse.
Cómo duele el mundo cuando él ya no me mira.

Él en esa ciudad y yo aquí,
pensando si algún día volveremos a reírnos mientras nos desnudamos.
Yo y mi torpeza crónicas,
él y su forma de hacerme sentir bonita siempre.

Pero algo se rompió en ese momento,
cuando yo me di la vuelta
y él no me miró.

Nunca más.

Abrir el corazón con cirugía
y sentir de nuevo la humedad.

Hay lágrimas
que ni mi padre puede curarme.

Que siga lloviendo.

Yo no pienso parar de bailar.
Soy un viejo tiovivo
que sólo sabe dar vueltas.
Y sí,
pisé todos los charcos y me dio igual,
me caí más de mil veces
y no me importó una mierda.

Mi sino es tropezar.

Pero cuando suena la música,
mi alma se calma,
y parece que todavía
queda un soplo de esperanza.

Sólo me tengo a mí
en la palma de mis manos.

Y con eso
es suficiente.
A veces sólo necesitas un silencio
para empezar a hacer todo el ruido del mundo.

Ya no puedo con mis ojeras.

Dile al mundo que no quiero volver a oír esa canción.


Friday, September 19, 2014

No se merecen ni la mitad de lo que doy.

A la mierda el subjuntivo.

Ahora siempre me paso esa canción.

Yo, que siempre fui supersticiosa
y huí de los gatos negros,
estoy dispuesta a arriesgarme por el 13,
y si eso significa
mil años de mala suerte
que vengan a decirme
si alguien alguna vez
la tuvo de su parte.

A mi el viento no me jode las velas,
mi barco lo navego yo.

Él se fue sin mirar hacia atrás,
sin contestarme.
Le abrí mi corazón gritando, sangrando,
y ni siquiera supo ponerme una tirita.
Después de tantos años,
dolor.
Y sin querer,
siempre sin querer,
pero dolor al fin y al cabo.

No sé qué coño me pasa,
que siempre soy yo
la que quiere más,
la que da de más:
a la que le importa.
Y la vida no está hecha
para los generosos.
Cogen lo bueno y se van,
como si tú no fueras importante,
como si tú no lo sintieras,
como si tú no te rompieras
en mil pedazos de cristal.
Como si fueras como ellos.

Me dieron por todos los costados,
y seguí en pie,
nunca me derrumbé demasiado.
Como un edificio viejo
y gastado,
que todavía se ilumina
con los últimos rayos de sol,
mi sonrisa todavía
puede iluminarme.

La vida escribió en los tejados
un ojalá con tiza.
Y yo, desde abajo,
intenté creer
que algo increíble llegaría
antes del atardecer.

La lluvia cae,
todo se borra.

Ahora me río.

A la mierda el subjuntivo.

No se merecen nada.

Thursday, September 18, 2014

Prefiero estar loca y que me importe, a estar cuerda y que nunca me atraviese. Es una pena pasar por la vida sin que nada te ponga del revés, sin que nada te abra las entrañas, sin que nada te haga sangrar como si fueras a morir en ese mismo instante. Y si es una locura, entonces estoy loca, y si quieren encerrarme, que vengan a intentarlo. Mi corazón siempre grito muy alto, y en cada latido tuve claro cual era el precipicio. Y sí, que coño, salté con los ojos cerrados.

Wednesday, September 17, 2014

Aún no amanece
y ya estoy despierta,
la vida temblándome en
cada costilla
y yo intentando
hacer poesía:
vaya puta ironía.
No puedo
correr más rápido
que ellos,
mis monstruos siempre
fueron en patines.
Y todavía intento entender
que clase de sueño
es este en el que sólo
parecen caber las tinieblas.
Dile a mi corazón que no se desboque,
cada vez que la madrugada
parece traerle
vientos de tormenta.
Siento que la vida
me palpita
en el centro de gravedad,
y me mareo
y no sé como mantener el equilibrio.
Estoy cayéndome.

(Ese poema a quemarropa
y un poquito más de azúcar.)

Le doy al play,
el tiempo en standby.


El coño se abre como una flor
al ser tocada por el sol,
la luz del alma
se escapa
por cualquier rendija.
Humedécete
el paladar
con agua bendita.
Mientras, vuelves a pecar.

La locura se cuela
por cada poro,
y no hay forma de
contener la hecatombe:
se van a derrumbar las columnas del templo.
Creo que estuve rezando en otra vida,
pero dejé de creer
cuando vi
llorar a un niño.
Hay sufrimientos
que no deberían
ser vividos.
En tus ojos
veo algo
más allá del dolor,
y no tengo ni idea de cómo
apagarlo.
Me duele
que te duela,
y ni siquiera puedo explicarte
por qué.
Sólo sé
que destruiría
a todo aquel
que intentara
oscurecer tus días:
por tu sonrisa
iría más allá.
Si me pides que rece,
rezaré,
con los ojos cerrados
y tragando saliva,
intentando hacer que
entiendas
que si creo en ti
ya estoy salvada.
Un ser humano bueno
y vuelves a tener fe.
La vida a veces
te sorprende
cuando el viento sopla en contra
y todo parece
desastroso.
Lo bueno de la oscuridad
es que da sentido a la luz.

La luz del cielo
concentrada en tu boca,
y el universo entero
esperando una bandera blanca.
Hay noches que no
deberían acabarse.

La tierra sigue girando,
y yo sigo siendo el mismo desastre,
pero escribo y parece
que algo cobra sentido.

Pagaré por mis pecados si hace falta,
porque aunque el precio marcado fuese todo el puto oro del mundo,
por pecar contigo siempre me parecería insuficiente.
Así que no, eso no me preocupa.

Bailaré con las penas
hasta que salga el sol,
y cuando todo el universo se ilumine,
sabré,
por fin,
que siempre mereció la oscuridad.





Monday, September 15, 2014

Con Holden en el tren
la vida parpadea más tierna.
Hay momentos
que brillan más que
una hoguera improvisada,
aunque las luces estén apagadas
y el mundo parezca no respirar.
Quizá ese sea el misterio,
y todo lo demás
sólo un maldito espejismo
que nos hace confundir
la realidad
con algo parecido al sueño.
Duérmete,
sueña bonito,
que la noche te acaricie
y te proteja de los monstruos
que todavía se esconden
debajo de la cama.

Eres la luz
que se llevaron de la tierra;
cuando llegas
todo vuelve a iluminarse.

Y por favor,
y por capricho,
nunca dejes de iluminar.

Sunday, September 14, 2014

Intentas tocar los pétalos de la flor
pero se escapan al rozarlos,
los muy cabrones
se van volando.
Llegas pero sin llegar,
sin dirección ni código postal,
como una carta perdida.
Así, sin pasado ni futuro,
con una mochila ajada
llena de trozos de sueños
que aún consigues retener
mientras el mundo
sigue girando.
Así, sin cara ni cruz,
como una moneda rodando de canto,
tan libre como las calles
que no van a ningún lado.

Así,
acojonantemente salvaje
y tierna a la vez,
como si con cada dentallada
estuvieras intentando decir:
no me hagas daño,
por dentro sigo rota.

Saturday, September 13, 2014

Hoy tuve ganas de escribirte.
De escribirte mucho.
Como si tuviera que resumir
toda la historia de la humanidad
en un sólo mensaje:
me dueles.
Eso hubiera bastado.
Y a la vez nunca habría sido suficiente.
Porque me dueles,
pero no puedes dolerme.
Y el silencio
es un precio demasiado
alto, créeme.
Yo que soy tanto de hablar
y de contar mil cosas
sin importancia,
sólo porque es importante
que seas tú el que las escuche
(o el que las lea en este caso.)
Esa es la puta jodida diferencia.

Pero no te escribí,
no, no lo hice.
Me anudé las ganas
y las guardé
en ese cajoncito de madera
en el que nadie mira nunca.
Me tragué las palabras
que iban a ser para ti,
y las metí en la nada.
Si no las lees tú
no quiero que las lea nadie.

Es como si en realidad
lo único importante
sólo fuera
el hecho de decirte
sin decirlo:
estoy aquí, no me voy,
aunque tú no quieras que me quede.

Y en vez de eso,
sólo dejo de escribirte,
con la dolorosa certeza de saber que tú no escribirás.

Y cuando el tiempo pase
y ya no te acuerdes de mí
yo seguiré notando tu ausencia
en mis dedos.
Y todas esas palabras que debían ser para ti
morirán de inanición.

Friday, September 12, 2014

Nos quedarán los bares

Siempre nos quedarán los bares.
Las miradas muertas de todos esos zombis,
y la esperanza
de que nuestras manos se rocen
cuando los dos
vayamos a pedir
otra cerveza.
Quizá entonces me mires
con ojos llenos de sorpresa,
como si por primera vez
lo que vieras
te incitara un "quizá".
Aunque los quizá
sean tan efímeros
que no puedan atraparse,
más frágiles
que soplar una pestaña.

Siempre nos quedarán los bares.
Las horas intempestivas
en las que casi nadie
sabe dónde
está,
en las que lo único que importa
es que el corazón lata
al compás
de la locura que siempre nos trae la noche.
No sé si te acordarás de aquella madrugada.

Siempre nos quedarán los bares.
Las niñas bailando como si no hubiera un mañana,
y los niños intentando entender
por qué aunque las toquen
nunca pueden cogerlas;
son mariposas
que nunca se quedan.

Siempre nos quedarán los bares.
Las luces tenues
y las voces susurrantes.
Los intentos por llegar
un poco más allá de lo prohibido.
La certeza de saber
que el sol
siempre se lleva lo mejor.

Siempre nos quedarán los bares.

Pero como no me fío mucho,
mejor compro unas botellas de cerveza,
y te espero en mi sofá
bailando una de Lana
sin pasados ni futuros.
Como si pudiéramos hacer
que el momento sí contara,
como si pudiéramos hacer
que el presente
fuera de verdad
lo único importante.

Te espero en esa canción.


(Cuando te vayas,
te habré metido en el bolsillo derecho del pantalón
un pedazo de papel:
nos vemos en los bares.)

Thursday, September 11, 2014

Le voy a escribir el mejor poema de todos,
sólo para que se de cuenta
de que del dolor más absoluto
también podemos sacar belleza.
Que alguien te duela así,
en el centro del pecho,
a rabiar
y a borbotones,
manchándolo todo de carmín
y de luto,
también puede ser maravilloso.
Es sólo la otra cara de la moneda.
Lo que duele siempre es el amor.
Como cuando se muere un ser querido,
y todas tus lágrimas,
tus gritos,
tu rabia,
son ese amor
que se hace tangible,
visible,
palpable,
a través del dolor
más cruel de todos.
No lo estoy comparando
con eso,
no me confundáis,
pero el desamor también puede ser desgarrador:
desgarradoramente bello.
No sé explicar de qué manera,
pero sé sentir
la manera exacta en la qué el me duele.
Y justo después de la punzada,
mi sonrisa más sincera.
Explícame de que va esa mierda.
Porque no sólo es mi ex,
un nombre más,
otro pasado.
Es la persona que me dio vida
más allá de lo que mi madre pudo darme.
Me hizo vibrar de otra manera,
descubrir las miradas
que se vuelven borrosas,
el lado bueno de las cosas.
El jodido lado bueno.
Me vio cuando era invisible,
cuando no podía ni siquiera con mi alma,
cuando mi vida estaba a medias
y con la luz apagada.
Ya ves,
¿cómo puedes olvidar algo así?
El despertar definitivo,
la tormenta en la que aprendimos a bailar
mientras el cielo se nos caía encima.
Toda esa mierda.

Me duele como si alguien
me apuñalara en el centro del alma
y me quitara la misma esencia de lo que soy.
Así.
Como si sin él,
el mundo ya nunca fuera a ser igual.

Y no voy a engañarme,
sin él,
en la puta vida será igual.
Temblando la vida,
el alma,
y el coño.
Lo que suena de fondo
es mi corazón.
A trompicones
y sin rumbo.
Lo que duele
te hace sentir más fuerte.
Clávame los dientes,
rómpeme del todo.
La vida
es mejor cuando
la sientes
palpitar en la yugular.
Hazme sangrar
y te sangraré
palabras que
no vas a olvidar en tu puta vida.
Aunque a mí
puedas olvidarme
a la segunda madrugada.
Cuando el sol salga
y la vida sepa a sal,
y tengas la certeza
de que sólo fui uno más
de tus errores.
A mí no me importaría equivocarme contigo,
una y otra vez,
hasta fracasar del todo.
Es mi sino,
ya ves,
caer siempre en el momento inoportuno.
Pero no pienso hacer nada por cambiarlo.
Mis entrañas gritan:
es el momento.
Y mis pies
sólo esperan
la luz verde que les haga
desplomarse.
Estás a la vuelta de la esquina.
Y yo,
como las putas,
espero a que aparezcas
para decirme: sube,
te llevo a ninguna parte.


Wednesday, September 10, 2014

Este silencio de mierda
haciendo mella en cada rincón.
La calle grita
de otra manera,
y no tengo por qué pararme a respirar.
Un poco de caos
en vena,
por favor,
estoy harta de ser la niña buena.

¿Y qué si lo pongo todo del revés?
El desorden siempre fue más divertido.

Aléjate,
aquí no hay sitio para nadie.
Ni siquiera para
ti,
aunque por ti fuese capaz de matar.

Mi brújula ahora marca el sur,
ya nada es lo mismo.
Me follaré a la vida
sin anticonceptivos.
Con todas las de perder,
a lo loco
y sin frenos.

Porque a veces
eso de que nada te salga bien
es en realidad
muy buen augurio.

Tuesday, September 9, 2014

Y así fue como aquella vez se fue sin que le besara porque yo no podía besarle porque él había bebido de una puta lata, y yo no puedo beber de las putas latas. Si me hubiera muerto en ese momento, él se habría quedado sin mi último beso, sólo porque mi cabeza no me dejaba hacerlo. Esa idea me mató tanto que me odié mientras lloraba pensando en lo que dejaba pasar, sólo porque mi cabeza era un poco diferente. Me prometí que intentaría siempre superar cada obstáculo que el trastorno me pusiera delante. Pero a veces, te vuelves loco, y no puedes hacer absolutamente nada. Suerte que él sí me entendía. Aunque la cara con la que se fue aquel día era suficiente para quererte arrancar el corazón.
No voy a contarlo,
es devastador.
Como cuando pasa un huracán
y se lo lleva todo.
Igual de voraz
y efectivo.
Una fuerza destructora
que acaba con lo poco que queda.
Destiérrame de esta trinchera,
joder.

Y así la vida
sigue girando,
una vuelta
cada 24 horas,
mientras
adentro
todo sabe a plomo.

Cuando recuerdo
esos momentos,
me tirita el alma
y me cuesta respirar.

Monday, September 8, 2014

La besaría.
Quiero decir que la besaría.
Que le metería la lengua en la boca
y no pararía.
Que me perdería.
¿Entiendes?
Esa clase de beso.
Quedándome sin piel
y sin aire,
sin vida
y sin alma,
sin ancla,
y sin puerto.
Perdiéndome.
Del todo.
Como si no hubiera en el mundo
nada más que ella.
Como si todo fuera mar,
y ella el único puto pedazo de tierra
al que agarrarse.
Y joder si me agarraría.

Y es que no sé si entiendes muy bien lo que quiero
decir cuando digo que la besaría.
Porque yo cuando beso,
no beso:
cambio de cuerpo el alma.


Saturday, September 6, 2014

Cada vez que se vaya mira para atrás. No, no, no, mira para atrás. Cuando se esté yendo, y el viento acaricie su pelo, y mueva el culo como sólo ella lo mueve. Mira para atrás. Porque ella te estará mirando. Y como no mires, bajará la cabeza y pensará que por qué coño no la estás mirando. Y créeme, a ti no te conviene que se haga esa pregunta. Porque mientras camina con la cabeza baja, inhalando profundamente en cada paso, ella se estará preguntando: ¿Por qué no me ha mirado? ¿Por qué no ha aprovechado esos segundos en los que me alejaba para mirarme un poco más? ¿Qué era más importante que mirarme sonriendo para que yo al mirarle le pudiera sonreír de vuelta? Ya sabes, una de esas sonrisas de: todo está bien, nena. Pero no tú no la miras. Y no, ella no ve esa sonrisa. Y entonces, se escapan los colores. Y eso, colega no mola nada. Así que, coño, cuando se vaya, mira para atrás. Te prometo que merecerá la pena. Su sonrisa es increíble.

Friday, September 5, 2014

No miraste para atrás.
Te estaba mirando.
Estaba esperando que miraras.
Pero no miraste.
Subí las escaleras del bar y salí,
aunque primero miré por las rendijas
de la escalera,
y te vi mirando a tus amigos,
medio riendo.
Sonreí,
aunque me doliera el pecho.
Cuando llegué a la calle
Tania me abrazó
y lloré abrazada a ella.
Luego me sequé las lágrimas 
y salimos corriendo de allí.
Como si al dejarte atrás
mi corazón te pudiera expulsar.
Pero no,
no funciona así.

Me di cuenta en ese momento.
Cuando no me miraste.
Que era el final.
Que ahora si que si,
era la despedida.
Que no vi tu sonrisa
haciéndome saber que todo estaba bien.
Porque no,
nada estaba bien.
Todo estaba jodidamente mal.

Y aun y todo.
Aunque nos vayan a separar más de mil putos kilómetros
y quizá no volvamos a estar nunca,
aunque me llore el alma,
y el corazón,
y todo mi cuerpo tiemble,
tengo que decirte,
mi vida,
que por un segundo de felicidad contigo,
valen la pena mil años de tristeza,
y que por un beso de esos
que me dejan sin habla,
mataría uno a uno a todos los hombres de la tierra.
Quiero decirte,
mi vida,
que contigo sólo hay una manera:
te amo como si el mundo
nunca se fuera a acabar,
y a la vez,
como si el sol
se fuera a apagar mañana.

Un poco de dolor por vena.
Puedo correrme pensando en
el océano de sus ojos.
Eran más azules que el puto cielo.
A más de mil años luz,
y sin tocarle.
Me duele la piel
de tanta ausencia.
Pero me recompongo a cada paso.
Fue el único que me miró
como si yo de verdad existiera,
como si yo de verdad estuviera ahí.
Y joder,
estaba ahí.
Mirándole de vuelta,
queriendo parar el tiempo
para siempre.
Como si al mirarme
me hubiera hecho inmortal.
Y es que fuimos inmortales.
Mi corazón
latiendo a matar
en cada instante
en el que él estaba a menos
de cinco centímetros de mí.
Queriendo ahogarme
en sus lunares para siempre,
sabiendo que una vez dentro,
ya no habría forma de salir.
Pero es que yo
ya no quería salir,
no querría salir en la puta vida.
Me quedé a vivir en él,
como si hubiera sido
una sin techo toda mi vida
y el fuera el cobijo
que llevaba esperando
sin saberlo.

Como si no hubiese en el mundo
mejor lugar que su pecho.
Y es que todavía no he encontrado un lugar mejor
que aquel en el que el calor de su piel
me envolvía entera.

Thursday, September 4, 2014

Fuck me hard,
badass.
In the pouring rain
any sunday morning.
After a long night
of dancin' and kissin'
and wantin' each other
like hungry animals.
Like fuckin' hungry animals.
Oh my god,
you're so fuckin' dope.
Drivin' me crazy
like a fuckin' carousel.
But I don't want you to stop.
Not now,
I'm wet already.
My inner depths are waitin' for you.
Give me a litlle time to breathe,
I feel like drownin',
but in a good way,
you know.
Now come here,
and make me feel
that paradise is on earth.
Be my fuckin' paradise.
And fuck me,
fuck me hard.
Like you can't breathe
if you don't do me.

Tuesday, September 2, 2014

Siempre se me dio mal hacer maletas.
Se me ha vuelto a joder la bombilla
de la lámpara de mi mesilla,
igual es una señal.
No hay luz
que me ilumine.
La nostalgia
gateando
por todas las rendijas,
creo que
me dejé la puerta abierta.
¿Y ahora cómo coño va a salir?
Suena Radiohead.
No sé por qué
me gusta tanto.
Siempre me pone triste,
pero a la vez
hay algo
en mí
que siempre lo necesita.
Desde aquel primer
"I wish I was special."
Como duele a veces la vida.
No sé qué coño
pasa
últimamente.
Se me caen los sueños al suelo
y piso mis
propias ganas
como si no fueran más
que escombros
de algo que fue
y ya dejó de ser para siempre.
A veces pienso
que he perdido los colores.
Y puede que sea así.

Pero luego pienso
que bajo hacia la tierra
de Camarón y Paco de Lucía,
y que tararearé canciones
de Lola mientras callejee por esa ciudad,
y que coño,
que se queden ellos con toda esa basura,
que yo me voy a por lo bueno,
y ya no pienso esperar.
- No, no voy a hablarte de mis miedos. No voy a decirte absolutamente nada. No te voy a abrir mi alma. Porque todavía no te has dado cuenta. Y no puedo entenderlo. ¿Cómo coño no te has dado cuenta?
- ¿Darme cuenta de qué?
- De que mis días malos llevan tu nombre, y de que la angustia que se me anuda en el pecho no es más que todo este silencio que me separa de ti. Toda esta mierda, toda esta puta mierda. No te has dado cuenta de que desde ese puto momento mi mundo se puso completamente del revés, y que desde entonces no hay forma de parar la tormenta. No, no te has dado cuenta. No te has dado cuenta de que tú no puedes ayudarme. 
- No entiendo nada, ¿por qué no?
- Porque el problema eres tú.

Monday, September 1, 2014

Lejos de tus putos domingos,
mis latidos a más de cien.
No tengo palabras
que no sepan
a derrota.
Todo mi cuerpo
cubierto
de tu ausencia,
como si el aire me dijera:
él nunca va a tocarte.
Y que putada
que yo no quiera que
me toquen los demás.
Y que putada.
Bailo con los ojos cerrados,
como si así
pudieras aparecer aquí,
sin previo aviso
y de puntillas,
para que cuando los abriera
ya no pudiera dejar de sonreír.
La música suena,
me tiembla el alma,
y no hay rincón
en el que no vea
escrita la palabra imposible.
Quiero borrarla,
decirle que se vaya,
que no me gusta
una puta mierda.
Pero se aferra a mis párpados
como clavo ardiendo,
y no hay duda que valga:
es imposible.
Sería más fácil
ponerme a saltar en la luna.
Y dime,
¿que coño puedo hacer ahora?



Me rindo como se rinde un niño al intentar coger un globo que ya ha salido volando y el cielo exige a su vera: inocentemente. Sabiendo que no habrá forma de tocarte, pero mirando como vuelas con brillo en los ojos, mientras pienso que en realidad estás más bonito intentando llegar al cielo, libre y sin fronteras, y que yo, pobre de mí, sólo apagaría tu belleza.
Perdóname,
yo no soy como tú.
A mi las cosas me importan.