Monday, June 25, 2018

la luna está donde Dios la dejó,
solo que no fue Dios,
fue una coincidencia.

me llaman la atención las casas con fachadas azules,
las luces de neón,
y las personas tiernas.

soy a parpadeos,
en este sinsentido que llamamos vida o existencia,
en este pequeño lugar dentro de un instante de la historia.

vértigo,
náuseas en la boca del estómago
y esa sonrisa que se me cae encima.

y cómo le cuentas al panadero que en realidad tú ya no comes pan pero que a veces sólo entras para
volver al olor de las panaderías.

mi padre sigue comprándole el pan al mismo panadero de siempre, aunque él también acepta que hace mucho que ese pan ya no sabe tan bien. es un hombre de costumbres, quizá. o quizá sea el saber valorar que es el único del pueblo que no lo descongela.

cuanta verdad se guarda en los pequeños detalles. cuanta rebeldía.

la luna está colgada de un sueño
y yo soy pequeña y me pierdo entre callejas.

donde tu no estás,
donde tu no estás,
donde yo te espero.







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