Tuesday, February 19, 2019

los números de las habitaciones van de mayor a menor. no me gustan las baldosas del suelo pero los pasillos son anchos. hay mucha gente. mucha gente andando. mucha gente enferma, herida, recuperándose del daño. las familias de gitanos vienen enteras. pueden llegar a ser hasta 15 personas. clanes. esa forma de vivir. ves muchas cosas. diferentes pacientes con diferentes historias. hoy he visto a un señor con grapas en toda la parte delantera de la cabeza. unidad de Ictus, neurocirugía. me ha dado impresión. otra señora tiene grapas en la parte izquierda de la cara y tiene mal un ojo. pero andan y hablan, están saliendo. mi padre está en otra unidad. no le funcionan los riñones porque no se dieron cuenta en la analítica de octubre de que algo no iba bien. todo se trata de saber mirar, de ver. cuando llegué y le vi ahí, tumbado en una cama de hospital, débil, frágil, se me cayó el alma a los pies. era como si de repente estuviéramos naufragando. él es mi roca. si la roca se tambalea no tengo a donde agarrarme. pero lo que es más importante, ¿a qué se agarra él si yo me caigo? tengo que ser fuerte. lo estoy siendo. nada de llorar delante de él, nada de hacerle preguntas de hipocondríaca loca, nada de anticiparme. respirar. hacer crucigramas juntos, leer, hablar de cosas del día a día. los médicos son majos. las enfermeras y las auxiliares son increíbles. cuánto admiro esas profesiones. de verdad. están haciendo que parezca más fácil. le noto más tranquilo. pero se aburre y sé que quiere salir y que no le gusta verse así. intento que me cuente qué piensa pero no me dice gran cosa. no sé si tiene miedo. yo sí lo tengo. pero intento no pensarlo porque los médicos dicen que está mejorando. pasito a pasito. tranquilidad. nunca supe tener paciencia. mi padre sí. al menos conmigo. ahora si me pongo mal no puedo llamarle a él. respiraré. contaré hasta diez. podré con lo que sea. vienen amigos a verle. hacen bromas y él se ríe. eso me tranquiliza. está muy bonito cuando se ríe. le dejan bombones y se los zampa. es como yo, somos de dulce. es buena señal, el apetito. y cada día un poco mejor. cada día un poco más cerca de curar el daño. al 30%. y si no se hubieran dado cuenta. no quiero pensarlo. no quiero. 

hay muchas cosas que no nos enseñan en el colegio. por ejemplo ésta. cómo afrontar el día en que ves enfermo a tu padre. cómo fingir la sonrisa mientras empiezas a cuidarle. me viene, sin querer, la imagen del día en el tanatorio cuando se murió mi abuelo. entró mi tío y los dos se abrazaron. fue la primera vez que le vi llorar. el corazón me dió un vuelco y quise ser de algodón para curarle. ahí supe que los padres también se rompen. pero eso yo no lo sabía. nadie me lo contó.

ahora él está roto y yo no tengo el poder para arreglarle. y me duele. y en el paso cotidiano de los días intento ser el tronco donde se pueda apoyar. porque él no sabe nadar pero el agua es mi elemento.



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