Friday, February 1, 2019

Contigo volví a la adolescencia de los besos en portales, a escaleras donde el tiempo no pasa y las manos hablan solas, llegando a lo prohibido, traspasándolo. Contigo volví a la risa porque sí, a la complicidad sin artificios, a no tener que fingir. Contigo aprendí que hay personas que iluminan sólo siendo, como tú cuando llegabas y eras fuego. No hay día en que no pensara que cada vez que te reías tenías la capacidad de ser incendio, de llegar al mismo sol y de eclipsarlo. Era cuando tú no me mirabas, cuando no te dabas cuenta de que estaba aprendiéndote, memorizando cada marca que formaba tu sonrisa, el brillo de tus ojos al ser libre. Contigo volví a sentir que merece la pena esperar, pasar frío hasta las cuatro de la mañana, tener sueño porque hablar es más importante. Descubrí que podía seguir teniendo miedos pero que ante algunas caricias te haces un poco menos hielo y una parte de ti casi puede ser del todo. Contigo entendí que hay personas que piden helado de menta y chocolate y que no pasa nada, que puedes seguir mirándoles llena de admiración y ternura. También que hay momentos en los que dices "te odio, te daba de hostias hasta China" que en realidad quieren decir "no cambies en la puta vida me flipa que seas así". Contigo aprendí que hay personas que escuchan, a las que puedes contarles las cosas gordas y no se ríen, no te miran diferente. Contigo volví a la parte buena de los días, a empezar películas pero a no terminarlas, porque tu piel, porque tu espalda. Contigo quise entender los comics, saber sobre universos que yo no había visto, preguntar y preguntar hasta que te hartaras. Te vi llamarla mi vida y achucharla hasta los huesos y me derretí hasta mis espinas. Te vi tocar la guitarra con todo el esfuerzo y el orgullo de haberlo hecho tú sólo, y con toda la admiración del mundo en mis pupilas, quise que siguieras tocando para mí, cantar contigo. Como en el final de ese poema de Neruda. Igual de tonta me ponía. Y podré olvidarme de todo aunque no quiero, pero jamás se me borrará el tacto exacto de tus manos.

(Suspiro.)


Apareciste de la nada y sin avisar y de esa manera y de esa forma, llenándolo todo de ganas, y contigo volví a querer saltar, a querer coger un coche y llevarte hasta la luna, a querer volar, enseñártelo todo. Contigo, contigo volví a sentir que quería cuidar, dar mi mejor parte, ser suficiente para que, por una vez, pudiera ser legendario.





No comments:

Post a Comment