Tuesday, October 20, 2020

 Le miro dormir y me tiembla la Luna.

Esta pequeña habitación se llena de humo. No cuento los días. He entrado en un universo paralelo por una puerta que pensé no se abriría más. A veces, respirar sirve de tanto.

Latas de Coca-cola abiertas. Colillas. La ropa tendida. El calor de una calefacción que sí funciona. Algo parecido a hogar?

Mis pesadillas siguen siendo las de siempre pero me levanto en una cama que también le arropa a él. Esa pequeña gran diferencia. Ese salto al paraíso.

Friego los platos tranquila. Le oigo hablar con sus amigos por esos cascos gigantes que casi siempre lleva puestos. Se ríe. Cada vez que se ríe me vuelvo de algodón. No sé que pasará después. Esnifo el instante. Soy una yonki de su todo.

El piso entero huele a él, está por todas partes. Está dando pasos de gigante en unas coordenadas diferentes. Otro código postal. Cada vez que abro el portal sólo pienso en una idea. Fija. Que me devora. Que me cautiva y me hace completamente suya.

Tantas veces no he sabido pertenecer. Tantas veces he andado a trompicones. Tantas veces he estado perdida. Nómada constante. Y todavía.

Ahora sólo sé una cosa. Todo lo demás es vaho.

Tal vez el mundo se esté acabando. Todo está raro en las calles. Somos sólo incertidumbre. Miedo. Espinas dorsales temblando. Y, sin embargo, aquí dentro estoy tan a salvo, estoy tan irrefutablemente segura de que es donde quiero estar que me mareo, me convierto en vértigo, en temblor incontrolable.

No sé lo que va a pasar.

Pero no quiero alejarme de sus ojos.

 


No comments:

Post a Comment