y en mis ojeras estás.
Estás y ya no sé si es norte o sur,
caigo por todas partes
y por todas partes duele.
Es en mis costillas donde marco infortunios,
es en mis terrores donde te vuelvo a nombrar.
Y así pasamos.
Por este mar lleno de hienas que hacen temblar la medianoche,
por esta solitaria carretera que deja crucifijos en cunetas en penumbra.
Tuve miedo y no grité,
no te hice señas.
Y estás, en mis ojeras y en mi sed,
en este gélido desierto de adjetivos sin dueño.
No comments:
Post a Comment