Tuesday, July 30, 2019

Cuántos pares de ojos tendré que mirar para borrar los tuyos,
volatilizarlos.
Color miel, color hash, color corteza de árbol.
El temblor que me provocan en el esternón
y hacia el ombligo.
Todo lo que palpita en mí.

Cuánto tendré que olvidar,
quitarme de dentro,
arrancarme,
para poder mirar Madrid con ojos nuevos,
sin verte en los rincones en los que me hiciste feliz riendo.
Reír contigo.
Eso sí que era algo digno de contar.

Todo lo que no hicimos se me ha clavado en las pupilas.
No te veré ser.
Lo que íbamos a hacer y se quedó en el camino,
todos los abrazos que se ha llevado el aire,
los besos en la nuca
y ese tipo de caricia,
tu sonrisa al filo del cigarro.
El vacío tiene tu forma y olor.
Estoy enloqueciendo.

Yo, que te iba a bajar la luna,
ahora estoy en las cloacas.

Me alejo para que sonrías,
para que seas feliz,
para no llenarte la vida de desastres.

El viento entra suave y me transporta.

Te ponías a fumar en mi ventana.
Yo te miraba la espalda
y se me olvidaba respirar.





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