Tuesday, January 3, 2017

Escrito a 3/1/2014

Puedo contarte muchas cosas. Por ejemplo, cómo Harry al final acabó con Voldemort, y cómo Ron se casa con Hermione. Cómo Heisenberg postuló su principio de indeterminación y en qué consiste. Puedo hablarte de Marx y de la plusvalía y del comunismo. O de Kant y el imperativo categórico. Puedo contarte todo eso de cómo empezó la escritura, en qué partes del mundo, y qué utilizaban para escribir antes de la invención del papel. Es interesante, aunque para ti igual sería un rollo. Puedo hablarte de la Guerra Civil Española, o de la Segunda Guerra Mundial, y de cómo el ser humano se volvió completamente loco. Puedo hablarte de poesía. Hablarte de Machado, de Hernández, de Neruda. Y de algunos autores ingleses también. Pero no sé por qué me da que eso no te gustaría. Puedo contarte cuales son mis libros favoritos, y cuales no me gustan nada. Te puedo nombrar a unos cuantos genios de la literatura y probablemente te podría citar a bastantes. Puedo contarte qué películas he visto, qué actores me parecen buenos, a qué actrices besaría, y qué final es el más bonito de todos (de entre las pelis que haya visto, claro). Puedo intentar explicarte lo que es el IPC y todo eso de la macro y micro economía. Me sé bastante bien eso de la recesión, o eso creo. Igual ya se me ha olvidado. Puedo hablarte de fútbol. No sé si sería capaz de darte muchos datos, pero lo podría intentar. Soy del Athletic y quizá eso podría ser un problema. Seguramente acabaríamos discutiendo. Pero podríamos hablar del mundial del 2010, o del de 2006, que todavía me acuerdo de cómo fue la final. Te podría contar cómo me quiero poner el número de Etxeberria en mi camiseta, y también cómo me gusta la selección Alemana, y como no me gusta nada la de Italia porque creo que son unos cerdos jugando y sólo saben jugar a defender y se cierran atrás casi siempre y eso no me gusta. Y puedo contarte como me gusta Wayne Rooney, o cómo creo que Drogba hizo una Champions brutal. Y también cómo me gustaba Benzemá, pero ya no porque se ha ido al Madrid, y a mí no me gusta el Madrid. Y cómo creo que hay jugadores que son muy buenos pero son gilipollas y no los aguanto, y cómo creo que hay otros que sudan la camiseta, y no son tan buenos, pero sienten los colores, y son buena gente, y me caen muy  bien, y esos molan mucho. Y cómo desde pequeña he jugado a fútbol en mi patio, y yo luego quería jugar a fútbol, pero no me apunté, porque mis amigas no se iban a apuntar, y con las del otro cole no quería porque no me llevaba con ellas, y entonces hice balonmano, pero era super super mala y siempre estaba en el banquillo y lo pasaba fatal en los partidos, porque si el entrenador me sacaba siempre la cagaba porque era pésima. Y también podría contarte cómo ya de mayor, con 19 años, busqué un equipo en la ciudad, y me apunté y jugué otra vez, y fue lo mejor del mundo, porque uno de los sonidos que más me gusta es cuando le das al balón, y ese sonido, cuando le pegas bien, es una pasada, y cómo me gustaban los partidos de los entrenamientos y qué feliz era. Pero luego en los partidos lo pasaba tan mal por la presión y porque sabía que la iba a cagar y todo eso, que lo tuve que dejar al final, por la ansiedad. Y me dio mucha rabia, porque yo quería jugar a fútbol siempre. Y te puedo contar también cómo el segundo deporte al que jugaría sería el basket, y cómo mi jugador favorito fue Iverson, pero ahora es Lebron, y cómo me gusta la NBA y esos tíos son increíbles. Y también cómo empecé a seguir a Phelps en las olimpiadas del 2004 en Atenas, y cómo me enamoré, y cómo creo que es el mejor del mundo, y cómo batió el record de Mark Spitz en Pekín en los juegos de 2008. Y también te puedo contar toda la vida de Eminem, y decirte los premios que ha ganado, y decirte toda su discografía, y darte la lista de todas sus canciones. Pero eso seguro que no te importa nada. Y te puedo contar también cosas de política, nacional e internacional, aunque en ese terreno creo que tu tendrías mucho más para contar. Te puedo hablar de Estados Unidos y su política, de la ONU, y de la OTAN, del consejo de seguridad, y de toda esa mierda. Y puedo contarte cómo aprendí a tocar el violín, y si quieres puedo enseñarte. Y puedo contarte cuentos, todos los que quieras, los que me sé, o los que me inventé, porque me gusta inventarlos, y me gusta contarlos también. Pero no sé si te gustan los cuentos. Y bueno, puedo contarte muchas cosas más, algunas igual te parecerían interesantes, y otras una tontería absoluta.

Pero joder, no quiero hablar.

¿Me dejas besarte?





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