Wednesday, January 7, 2015

Un nudo al corazón
y me pongo las botas.
Esas amarillas que no le gustaban a nadie
y que ahora lleva todo el mundo.
Que asco de copias.

No quiero ser yo.
Y no quiero ser otras.

Quiero mirarme en tus ojos
y sentir que empiezo a despertar.

A la mierda.

Me mata el hecho de saberte
tan relativo.
Es todo tan absurdo.

Estoy.

Y luego nunca están.

La vida pasa y
yo sigo mirando a las piedras del camino
como si fueran ellas
las culpables de mis caídas.

Fui yo.
No supe saltar a tiempo.

Nunca más.

¿Pero de qué coño sirven las palabras
si luego siempre actuamos
igual?

Nada cambia nunca.

Me matas.

Y sin embargo,
más viva que nunca,
estoy dispuesta a derribar todas las puertas.

Por mis ovarios que voy a pasar.

A veces te pasas esperando media puta vida
y en una milésima de segundo lo sabes.

Es acojonante.

Pero lo sé.

Y ya no hay quien me pare.


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