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El tic-tac del puto reloj me pone nerviosa. Pero mañana tengo que madrugar, el despertador es necesario. Joder como lo odio. Quizá si lo guardo en el armario... Sí, probaré con eso. Nunca he conseguido soportar el ruido de las agujas de los relojes. Es como cuando una bomba va a explotar en una peli. Ese ruido de la cuenta atrás es angustioso, te hace querer meterle una bala a la puta bomba y que explote todo ya. Con los relojes que hacen ruido me pasa lo mismo. Me dan ganas de reventarlos. A veces pienso que Peter Pan me dejó algún tipo de trauma. Eso de que el cocodrilo tuviera dentro el reloj, y se le oyera venir... no parece buen asunto. 

Bueno, que me he ido por las ramas. Joder, ¿sobre que quería escribir? Es que está claro, los relojes no ayudan, me roban la concentración. A la puta mierda todo, son las 2:42 hora de dormir. Y el puto reloj al armario o al pasillo, así no se puede, ¡hombre ya!