También tus ojos brillaban, nadie miente tan bien.
No me parto, y sigo caminando por caminos que no sé a donde me llevan pero que parecen esconder un pedazo de cielo en esos recodos perdidos. Y si tengo miedo me ato fuerte los cordones. Y si tengo miedo nunca miro atrás dos veces. Con el pelo suelto y el pecho ardiendo salto desde el andén con rabia y ganas. Que yo siempre fui de las que siempre empieza, no de las que siempre acaba. Cada adiós se queda taladrado en un pequeño rincón del alma. Pero yo, desde pequeña, estoy acostumbrada a cerrar las tapas.
También tus ojos brillaban, nadie miente tan bien. Pero el mundo está tan lleno de colillas que ya no me creo nada. Le diste un portazo en las narices a "lo que pudo ser". Y yo me quedo bailando "Formidable", respirando tranquila, sabiendo con un certeza inmensa que no te volveré a ver.
Pero también tus ojos brillaban.
No comments:
Post a Comment