No cambia. No varía. Es lo mismo siempre. Mi mente acechada por esos pensamientos invasivos que me anulan. No sé donde está mi yo. ¿Quién soy cuando no soy yo? Siento latir la impotencia. Y no dirán que no lo intento, pero algo no va bien en mi cerebro.
Volver a esos momentos en que no había miedos. En los que éramos yo y el mundo.
Y nada más.
No comments:
Post a Comment