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Dime, ¿cuantas veces has pensado que las cosas no van bien? Que quieres dejarlo todo. Empezar otra vez. De cero, o de donde sea. Ni siquiera puedes contarlas. Lo sé. Tus ojos guardan secretos que jamás podrás contar. Y lo que esconde tu alma es demasiado. No puedes aguantar otro día de pie. Espera. Quizá si abres la ventana, el viento te traiga algo mejor. ¿No crees? Puede ser. Quizá consigas que sea.

Y mientras tanto, no hagas nada. Quédate sentado donde siempre. Y no dejes que lo único que vale te lo quiten estos muros de hormigón.

Levántate. El horizonte te está esperando.