Friday, September 4, 2015

El cansancio se engancha a cada uno de mis vértices, y todas mis nubes están a punto de granizar palabras que hablan de imposibles. Voy a atarme ese pañuelo a la cabeza, a ponerme esas zapatillas, y a decirle a la vida que ya me cansé de perder, que ahora toca volver a cantar hasta rajarme los pulmones. Dime cual es tu canción. Estoy preparada para calarme los huesos, arrancármelos de cuajo, y regalárselos a quien más los necesite. Estoy preparada para dar el no-te-voy-a-fallar por ciento, para dejarme los átomos en cada puto paso, en cada puto intento. Y hasta que lo consiga. A veces no hay término medio, y cuando te lo juegas todo a cara o cruz no tienes alternativa. Estoy dispuesta a renunciar a todo menos a mí misma. Y si esta vez sale cruz la cargaré a la espalda con rebeldía. Eh, el amor siempre está a la vuelta de la esquina. Y te lo digo yo, que hace tiempo que deje de creer en Sirenitas. Me estoy reconciliando con el lado bueno de las cosas. Hasta mi voz hoy suena a azúcar. Hay algo en mi mecanismo intrínseco que no me deja dejar de sonreír. Y en medio del desastre, vuelvo. ¿Qué quieres que te diga? Me quiero.


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