Thursday, September 19, 2013

Sus ojos pardos.
Y su mancha blanca.

Todo lo que no cabe en una hoja.

El dolor que siente mi piel por no rozarla.
El dolor que siente mi cuerpo por no sentir su calor.

Todo lo que no hice aquel día.

El peso de una roca colgado en mi espalda.
Mi boca ya no tiene palabras.

Penitencia eterna por su corazón,
penitencia eterna por no salvarla.

Lágrimas de carbón que nunca serán suficientes.
Hay dolores que no pueden aliviarse.

Me aferro firmemente a mi condena.

Atrapada para siempre entre mis venas,
eres la vida en mi regazo.

Te ofrezco para siempre el precio más alto.

No quiero redención, me declaro culpable.

Me encadeno libremente a tu recuerdo.
Seré rehén voluntaria de tu nombre,
hasta que la última estrella caiga del cielo.

No tengas dudas fiel amiga,
estaré siempre encadenada,
en el mismo punto,
en la misma coordenada.

No temas mi vida,
no quiero escapar.

Las cadenas no se pueden cortar,
las llevo ancladas al alma.

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