Tuesday, March 7, 2017

tengo los ojos tan llenos de ti que no sé a donde mirar. apareces en canciones que suenan a nostalgia, eres el imposible con la sonrisa más de azúcar que haya visto jamás. y qué putada. a la mierda con Adidas, eso no puedo comprarlo. sé que hay cosas imposibles: como volar por encima de los tejados de París, como volver a hablar con mi abuelo, como hacer que esos niños dejen de llorar, o como tú, cuando pasas por mi lado y sólo yo te veo. sí, hay cosas que nunca podremos hacer, hacernos. pero a veces cierro los ojos y me imagino muy cerca de tu pelo. cerca, tan tan cerca que puedo sentirlo, olerlo, y mi corazón se salta un latido. shhhhh, no me despiertes ahora que estoy soñando contigo, no te atrevas a echarme la realidad encima. no la quiero. no la quiero. quiero coserme sueños a mis vértebras, creer que quizá alguna vez te rozaré sin querer y cuando vaya a pedirte perdón tú me estarás sonriendo. ser ilusa, hasta el último confín del universo, de manera que todo se reduzca al absurdo, pero joder, sería tan bonito que mis ojos volverían a bailar. te lo prometo, no lo hice aposta. pero ese día escuché tu voz en medio del ruido y fue una revolución silenciosa y tierna como un bizcocho de yogur, entrando a matar hasta los rincones más prohibidos de mi misma. y ya no supe, no supe como deshacerme de tu magia. ya no quise. llenas los recodos con algo parecido a volver a creer, y eso es lo más bello y peligroso que nadie pueda hacer. te odio.

desde niña estuve obsesionada con el cielo, quizá por eso tú: eres un eclipse, un espectáculo precioso y desgarrador que no se puede mirar fijamente. la luna. no podemos ver su lado oculto, y, sin embargo está ahí, existe. yo, en mi pequeñez infinita, no puedo mirarte, no puedo tocarte, no puedo, joder, no puedo besarte. no puedo. no puedo. no puedo. pero estás ahí, existes. y eso es suficiente para que mis pulmones tengan ganas de cantar, suficiente para que en mi pelo vuelvan a anidar las mariposas. míralas, ¿las ves? están llenas de colores, y se saben tu nombre, y salen a buscarte cuando cae el sol.

estoy donde la locura se encuentra con la vida. donde tú no llegas pero yo te espero.



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