Wednesday, March 1, 2017

mariposas negras que se enredan en mi pelo, la vida hablándome de ti. kilómetros. años luz entre mis pupilas y tu hoyuelo. años luz congelándose, jodiendo. nadie me dijo nunca que podría llegar a doler tanto. nadie me dijo nunca que cuchillos afilados recorrerían cada terminación nerviosa, cada recuerdo, cada átomo. no, nadie me lo dijo. no sé qué tiene la vida a veces, no sé que tienes, que se me revuelven las canciones y los vértices, que ya no sé donde duele y donde cura, que se me ponen del revés todas las certezas. y me hago más preguntas por minuto, y la tristeza se ha posado en mis ojeras, y la noche es más oscura y más traviesa, pero sigue siendo jodidamente bella. porque tus ojos. y ahora huracanes bailando con la desidia, y ahora una saudade tan inmensa que me arrolla el alma y me desvela cada no-sé-dónde-estás en punto. hay cosas que no sé y no quiero saber, como en quién piensas cuando te levantas, por ejemplo. la primavera llegará pronto y voy a encender mil hogueras en todos esos corazones rotos. espera, espera a que florezcan los cerezos. espera, espera a que alguien abra la cajita de todos los besos que nos debemos.

voy a hacer aviones de papel y les escribiré tus iniciales. que el viento se encargue de decidir si termina siendo amor o un jodido ultraje. sigue sin llover, estoy perdida en mitad del parque y soy como Descartes. pero a pesar de la tormenta aún me queda sangre. aún me queda fuego, rabia y hambre.

no, la vida no me dejará raptarte. lo noto en cada esquina, en cada mujer más alta, más bonita, más todo-eso-que-yo-no-soy que se acerca a tus orillas. y llegan a ti. y tú las esperas. y yo espero, joder. yo espero que te quieran libre. espero que sepan entender que en tus ojos a veces llueve. espero que vean lo que yo veo y entiendan que por dentro estás lleno de tristezas, aunque sepas pintarlas de colores y hacer como si no dolieran, como si no estuvieran. espero que te cosan alas y te llenen la vida de canciones, que planten margaritas en tu espalda y enciendan amaneceres en cada uno de tus miedos. te dejo en ese sitio: en el que tú nunca me ves y yo nunca te miro. mientras tanto, abro los ojos y sueño.

quizá en algún universo paralelo esté acariciando tu pelo. quizá en ese universo pueda mirarte y sonreír. saber que podemos.



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