Thursday, February 23, 2017

morderte la boca, los miedos, las ganas. encenderte la sonrisa y el cigarro de después. saltar a tus océanos más allá de las 3, que me odies cuando el despertador te obligue a levantarte. cantarte una canción, dibujarte corazones en el aire. que no puedas odiarme. aprenderme de memoria todos tus lunares, las marcas de tu sonrisa, las líneas de las palmas de tus manos, la cara que pones cuando llegas al orgasmo. aprenderte. quedarme escuchándote horas, sólo por poder saborear el milagro de tu voz, y esa forma de pronunciar que tienes que me hace querer saltar a tu espalda y quedarme colgada hasta la próxima resaca. qué coño tendrás, que con un simple hola podrías hacer que quisiera casarme contigo dos veces. y eso acojona, joder. pero tus ojos, y esa forma tan guay de no ser como ellos, y tu hoyuelo, y como intuyo tus movimientos aunque no sea capaz de mirarte fijamente, y como tu sonrisa es la sonrisa favorita de todos porque te miran y saben que es de verdad, y como eso hace que yo sólo quiera hacer que sonrías, y como no se me ocurren ideas, y como no tengo un plan A, pero seguiré intentándolo hasta llegar a la Z. y me escondo. me escondo porque tú eres un sueño hecho persona, algo raro y mágico mezclado con cerveza, algo que yo no puedo tocar, no puedo tener, no puedo probar. pero si fueras manzana yo sería Eva de cabeza y no dudaría en morderte muchas veces mucho hasta que ya no supieras donde coño estás. me pones del revés. tu perfil no definido se me agarra a las entrañas. eres una sombra que sé que está pero no miro, un puto eclipse solar. y hay días que no te noto tan triste y brillas, y eres luz y eres luz, y ojalá poder mirarte sin sentir que se me cae la vida, que me vuelvo de cartón, que no tengo ni entrada ni salida. y todos hablan, y te hablan, y les hablas, pero cada vez que tú andas cerca yo me quedo muda. y te escribo, te escribo porque no puedo enjaulármelo en el pecho, todo esto. toda esta mierda que no creo que leas, y que si por casualidad o por tropiezo lees, espero que no entiendas.

porque lo último que querría es que te rieras de mí.
porque lo primero que quiero es que te rías conmigo.

si te quedas a hablar un rato te lío todos los cigarros. te los enciendo. yo ya he cumplido. ahora, enciéndeme.



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