Sunday, February 26, 2017

- ¿fue bonito verdad?
- ¿el qué?
- no sé, todo.
- sí, supongo.
- ¿no te gustó?
- he dicho que sí.
- has dicho que sí como si estuvieras diciendo que no.
- joder, pues sí, sí me gustó.
se quedó callado. la miró. ella había puesto una cara rara y había empezado a mirar al suelo. ¿no lloraría no? eso era lo último que quería. no sabía qué hacer o decir cuando alguien lloraba. entonces levantó la vista hacia el cielo y empezó a hablar:
- no entiendo como no puedes emocionarte con cosas así. para mí fue una noche tan mágica y bonita. era como estar en un sueño, ¿comprendes? el olor a azahar en el aire, el calor, la música... era una noche de esas de película, cuando dos extraños se tropiezan de golpe y se enamoran. ¿es una tontería, verdad? creerás que sí. tienes pinta de ser esa clase de persona. ¿eres esa clase de persona?
- ¿qué clase de persona?
- la clase de persona que cree que cualquier parecido de la vida con una película es una tontería.
- sí. soy esa clase de persona. las películas son películas. nada más.
- ¡pero no! ¡no es verdad! ¡no es nada más! ¿no te das cuenta?las crean las personas. ¿no ves que las crean las personas? las películas están basadas en experiencias, sentimientos, emociones, vidas de personas... ¡no son artificiales! ¡no sea crean de la nada! ¡no son máquinas! te sientas en el cine y ves a la madre llorar por sus hijos, o a la chica volverse loca de remate por el nuevo vecino que toca la guitarra, o aun tío intentando matar a otro tío pero por alguna razón no puede matarle... ¡y eso puede ser la vida! ¡eso es la vida! la vida es una madre llorando por sus hijos, y una chica volviéndose loca por un chico, y un tío en no sé qué parte del mundo siendo incapaz de matar a otro tío. y la vida también es un tío intentando robar un banco porque no tiene nada, unas putas soñando con ser princesas, una mujer divorciada volviéndolo a intentar, o un grupo de colegas liándola en Las Vegas. todo eso es la vida. joder, la vida también puede ser Amèlie.
- no. la vida no puede ser Amèlie. es todo lo contrario. es justamente lo opuesto a Amèlie. la vida no es eso.
- ¿no crees que la vida puede ser Amèlie?
- no.
le miró a los ojos y sonrío. luego empezó a andar a paso ligero, iba medio saltando. qué tía tan extraña.
- ey, ¿a dónde vas?
- me voy.
- ¿a dónde?
- por ahí.
- ¿por qué?
- por que no quiero perder el tiempo con alguien que no crea que la vida pueda ser Amèlie.
no podía creérselo. tenía que ser una broma. estaba de coña.
- estás de coña.
- no.
- ¿tú crees que la vida puede ser Amèlie?
- sí, sí lo creo.
- entonces no vives en el mundo real.
- claro que sí. lo que pasa es que no quiero tener nada que ver con la gente que no crea que puede serlo. eso no significa que lo sea, ni siquiera que lo vaya a ser. pero joder, ¿enserio? el mundo se vuelve diferente sólo con creerlo. y eso... eso es cojonudo.
siguió andando como si nada y miraba al cielo sonriendo. no tenía nada claro en la vida y dudaba de todo el 90% del tiempo. pero si algo sabía a estas alturas es que no querría estar jamás con alguien que no creyera que quizá sólo creyendo las cosas ya pudiesen cambiar.


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