Tuesday, October 15, 2013

- ¿Porque siempre te quedas ahí, como lejos?
No se esperaba la pregunta, pero sabía cual era la respuesta.
- Porque si me acerco a tu oído, igual susurro palabras que jamás debería pronunciar. Por eso prefiero mantenerme a una distancia prudente. Ya sabes, eres demasiado irresistible. - Le dijo bromeando.
La miró, entre curioso y asombrado.
- Eso hasta que no puedas evitar acercarte.
- No te preocupes, creo que seré capaz. - No iba a dejar que su prepotencia ganara terreno.
- Yo no lo creo. En absoluto.
- Bueno, ya lo veremos.
- Sí, lo veremos.
Él se dio la vuelta sin apenas inmutarse. No podía leerse nada en sus ojos, aunque sus labios, ligeramente curvados hacia la derecha, indicaban algo más de lo que pretendía mostrar. Ella se quedó observando cómo se alejaba. Le miraba descaradamente el culo. "No es de los mejores que he visto", y se dio la vuelta pensando que eso, en realidad, daba igual.  Que el simple hecho de tenerlo en el campo visual ya le aceleraba el corazón, y cuando pasaba cerca no era capaz de respirar. Pero por nada del mundo se lo diría jamás. Eso nunca.

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