Sunday, October 27, 2013

Quiero que encuentres a la mujer perfecta. La que no llore todo el rato por cualquier tontería. Como yo, cuando una peli acaba mal, o como cuando no me abrazan en un día de lluvia. La que nunca llegue tarde. Como yo, cuando me duermo y pierdo el bus. La que no se ponga a bailar en medio de la calle, o en la parada del bus. Porque te da vergüenza que la gente la vea hacer el tonto. Como yo lo hice aquella tarde, y en otras mil. Porque a mi me daba igual que me miraran. Quiero que encuentres a la mujer perfecta. La que no te desespere en una tarde de compras, porque no sabe por donde le da el aire, y no hace más que saltar de escaparate en escaparate. La que no te despierte a las cuatro de la mañana histérica porque ha tenido una pesadilla y se ha despertado tiritando. Como yo lo hacía, en tantas y tantas ocasiones. La que no te quiera besar nunca en la calle. Porque a ti eso no te gusta. Y yo lo hacía constantemente. Porque para mí eso era lo mejor de los semáforos en rojo. Pero a ti te daba vergüenza. Tanta, que alguna vez me apartaste la cara. Tanta, que no te importó que el corazón se me partiera un poco en ese preciso momento. Por eso quiero que la encuentres, a la mujer perfecta, para que ella no te lo haga pasar mal nunca. La que no quiera bailar. Ni estando solos en casa. Porque bailar para ti no era una opción. Y para mí era algo imprescindible.

Sí, creo firmemente que la mujer perfecta tiene que ser totalmente opuesta a mi. Porque yo soy un completo desastre. Quiero que la encuentres, y que te haga jodidamente feliz.

Yo me quedo en standby, frente a un semáforo en rojo, bailando con el viento.

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