A ella le diría que cogiera y que se tirara a cuantos pudiera.
A él que no dejara de buscarla nunca.
Porqué quizá,
y sólo quizá,
cuando ella se canse de follar
vuelva a llamar a su puerta,
para decirle:
estoy harta de follar,
ahora voy a buscar el padre de mis hijos,
y ese tampoco eres tú.
Y no es que creo que él tenga que sufrir.
Simplemente,
que tiene que darse cuenta
de que a ella
no la va a encontrar
en ningún otro culo,
en ningún otro par de tetas.
Que si la pierde,
ya no volverá nunca.
Y que sí,
que sabemos que es idiota,
pero quizá
si lo intenta
puede incluso hacerlo bien.
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