Sunday, April 20, 2014

Te dejo aquí mis entrañas.
Toda esta locura que tan poco te gusta.
Mi lado infantil,
mi lado raro.
Todo este manojo
de nervios que soy,
todo este desastre.
Te dejo aquí mis entrañas.
Y me voy por donde he venido.
Sin mirarte a la cara,
porque no estás aquí.
Sin escribirte una carta,
porque no puedes leerme.
Sin decirte lo que quiero decirte,
porque el nudo en mi garganta
no me deja respirar,
y me falta el aire.
Te dejo aquí mis entrañas,
mi lado malo.
Eso que sosiy
que a nadie le gusta,
eso que quiero cambiar
y no consigo,
porque es tan parte de mí
como estos dedos
con los que te escribo
sin que sepas que te escribo a ti.
Te dejo a ti todo
eso,
que es más de la mitad
pero menos de tres cuartos.
Para que no tengas que volver a soportarlo,
a odiarlo,
a alejarlo de ti.
Me voy con mi otra parte,
a bailar un tango
a la luz de la luna,
a cantar esa canción
a voz en grito,
a pensar en ti
mientras te olvido.

Porque yo te querría con todo,
pero tú no me querrías con todo eso que soy.
Y puedo intentarlo,
pero no puedo transformarme
en esa perfección que estás buscando,
en esa chica preciosa
que te haga temblar de arriba bajo,
no,
yo nunca seré eso.

Tú sin embargo,
ya lo tienes todo.
No hace falta que yo te lo diga,
porque lo sabes de sobra.

Te dejo mis entrañas,
me voy con mi piel,
y con mi alma,
a otro lugar donde pueda
colgar con orgullo
encima de mi puerta,
o en alguna ventana,
en el camino al portal,
o debajo de la cama,
un cartel que diga:

Bienvenido a mi desastre.

1 comment:

  1. No entiendo por qué Mikele, no sé si por alguna métrica concreta que utilices consciente o inconscientemente, o alguna palabra o expresión, o no sé qué, pero ha habido momentos en que me ha parecido oir rapear a Make.

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