Voy a rajarme las venas
y voy a sangrar todas las verdades
que guarde un vez en
la pequeña caja fuerte de mi corazón.
Voy a rajarme las entrañas
a abrirme de arriba abajo,
a escupir la realidad
en un intento desesperado
de llegar al centro de todo.
A la esencia
del sentimiento
más extraño jamás experimentado.
Y es que todavía no sé
que coño me pasa contigo.
Sigues siendo un misterio.
Después de tanto tiempo,
sigues teniendo la llave de mi sonrisa,
y ni siquiera sé qué haces
para conseguirlo.
No estás en mi vida.
Sólo eres una milésima
de mi tiempo,
sólo eres un milímetro
de todos mis kilometros,
y aun así,
a veces siento
que todo gira en torno a ti,
a eso que me haces sentir,
que no sé que es,
pero que lo necesito.
Me expongo a la herida,
y no sé que es lo que brota.
Me sobrecoge,
me abruma,
me lleva por delante sin remedio.
Siento que me estoy volviendo loca,
y escribo en el viento
razones para volver a la tierra.
Pero sigo perdida en esas nubes,
en las tuyas,
las que me llevan a no sé donde,
a un lugar en el que nada tiene sentido,
pero del que nunca quiero salir,
porque me gusta.
Explícame entonces,
que pasó todas esas veces,
que yo no sé porque mi corazón latía así,
o porque sentí eso en la boca de mi estómago.
La crudeza de una realidad
que no es reciproca,
la crudeza de una mentira
No comments:
Post a Comment