Si no tienes nada que hacer,
quédate conmigo.
Quiero bajar a conocer el suroeste
de tu ombligo.
Si tú me dejas,
me quedo un rato,
contándote historias
imposibles al oído.
Quizá podamos
salir a volar
alguna noche de estas.
Lloviendo,
y sin paraguas.
¿Quieres mojarte?
Tranquilo, luego podemos ir
a desayunar
a algún sitio
donde el sol pegue fuerte.
Al sur por ejemplo.
O a donde quieras.
No comments:
Post a Comment