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El mundo al revés, y de repente lluvia. El gris está por todas partes. Y no es que no me guste el gris. Tengo un chandal gris que adoro. Una cami gris que me va con todo. Y una hoodie gris que no vendería ni por todo el oro del mundo. Pero vamos, mirar por la ventana y verlo todo gris, me toca un poco la moral. Un poco bastante. Y no es como si fuera un día de esos de mogollón de frío, y tú estás en casa, viendo una peli guay, comiendo chocolate, y está todo bien, porque son vacaciones, y nadie sale, y no tienes plan, pero te da igual, porque luego vas a dormir sin tener que poner el despertador, y dormir mola. No, no es el caso. Es puto domingo. Y los domingos son una mierda, eso ya se sabe. Y más si son así de grises. Y más si tienes que salir, pero no vas a ir al cine porque no tienes dinero, y te vas a quedar en la calle, pasando frío y cagándote en todo. Y sobre todo, porque mañana es puto lunes. Y tengo que poner el despertador a una hora que no me gusta nada. Y me paso toda la puta tarde del domingo pensando que mañana es lunes, y que me tengo que ir a Bilbo, y que no mola nada, y me deprimo. Y pienso deberían quitar los domingos de la semana, pero claro, siempre habría un día, que sería el día anterior al día en que tienes que trabajar o estudiar o lo que sea que tengas que hacer, y llámalo X, pero sería igual de mierda.

Así que no te queda otra que tomártelo con calma.

Menos mal, que por muy gris que sea el día, siempre hay alguien que consigue hacer que lo veas de colores.