Thursday, June 20, 2013

En las Bodas de Figaro Beaumarchais estigmatizó con mucha labia este régimen de control estricto: <<Mientras no hable en mis escritos ni de la autoridad, ni del culto, ni de la política, ni de la gente situada, ni de los estamentos de crédito, ni de la Opera, ni de los restantes espectáculos, ni de nadie a quien le afecte, puedo imprimirlo todo libremente sin la inspección de dos o tres censores. Para disfrutar de esta dulce libertad, os anuncio un escrito periódico y en la creencia de no importunar a nadie, lo llamo Periódico inútil. ¡Bah! Veo elevarse contra mí mil pobres diablos en cada hoja; me suprimen y y me encuentro sin trabajo.>>

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