Monday, June 24, 2013

Me traspasaba.
Era tan frágil ante su mirada,
que nunca conseguí permanecer en pie.
Caí tantas veces,
que ya dejó de doler.
Y la inercia me llevó
a ese lugar
cada vez.
Totalmente dormida,
no conseguía ver
lo que me estaba haciendo.

Y cuando desperté,
ya era tarde.
Y dolió cien veces más.

Nunca olvidaré aquella noche.

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