Friday, June 20, 2014

Siempre estaba preguntando cosas
que nadie sabía responderme.
Hasta que me di cuenta
de que la respuesta
no era lo importante.
Como cuando empiezas
a arrancar los pétalos de una margarita,
esperando que te de la solución,
cuando en realidad
lo importante
es el hecho de arrancarlos.
Por alguien.
¿No?
Entendí que mi espíritu
consistía en preguntar.
Que eso es lo que era.
Una niña loca
que nunca perdía la curiosidad.
Y no la pierdo.
Me han enseñado mil mierdas
sentada delante de una pizarra,
esperando que alguna de esas bocas
pudiera recitarnos el misterio del universo.
Pero no lo hicieron.
Y nadie preguntó.

Siento que si no hacemos preguntas,
nos perdemos algo muy importante.
La capacidad de cuestionar lo que nos dicen,
lo que nos enseñan,
lo que se supone que es, porque así está establecido.

¿Tú quién eres?
¿Hoy que sientes?
¿En qué piensas?

Yo estoy deshojando margaritas,
A pregunta por pétalo.
Y creo que Marx tenía razón.
Pero no se lo digas a ellos.

Si vienes aquí conmigo,
te haré esa pregunta
que no que quiero que sea respondida.

¿Quieres bailar conmigo?

Cierra la puta boca,

Y sácame a bailar.

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