Tuesday, July 17, 2012

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Destapas la cama y pones bien la almohada. Es hora de hacer balance. Un día puede dar para mucho. No sé, son 24 horas, 1.440 minutos, 86.400 segundos. Un corazón normal, no deportista quiero decir, puede latir alrededor de 100.800 veces durante todo un día (como referencia he cogido 70 pulsaciones por minuto, es más fácil de multiplicar sin calculadora). Imagínate. Respiramos más o menos 12 veces por minuto, asi que nuestros pulmones tienes que inspirar y expirar unas 17.280 veces al día. Joder, ¿dicho así parece una burrada verdad? Pero todo esto, todo esto que al cuerpo se refiere, se le queda muy corto, demasiado corto a la mente. Ya me dirás, en 24 horas, 1.440 minuto o 86.400 minutos el cerebro puede hacer virguerías. No sé, de repente tienes 30 años y tienes dos hijos y luego de repente tienes 7 y estás jugando a fútbol en el patio de delante de tu casa, y de repente haces cálculos mentales del dinero que te queda para gastar, te inventas cuatro pareados, y te imaginas un universo paralelo, a la vez que intentas entender que quería decir ese signo de exclamación e intentas acordarte de la letra de la canción que estabas entonando hace un rato. Y luego sus ojos, y lo que dijo ella, y luego lo que tu madre te advirtió que no hicieras, y luego el examen que te salió mal, y qué coño vas a hacer el año que viene si no tienes ni idea y te va a salir mal otra vez, y luego lo que te dijo tu padre mientras no le hacías mucho caso y claro las ideas no están bien ordenadas, ordénalas, y luego tu hermano que te ha puesto del revés en un segundo, y luego el tiempo, y luego los días, ¿en qué día estamos? ¿y cuantos quedan?, y luego un plan mental de cómo harás la maleta, y cómo conseguirás meter de estrangis las chancletas que tanto odia tu ama, y luego las líneas que no acabaste el otro día pero no se te ocurre nada para seguir, y luego él otra vez, y luego una reflexión sobre política, sobre lo que ha dicho el de la tele, y luego el espacio-tiempo, Heisenberg y su principio de incertidumbre, estás de acuerdo, y luego una duda sobre un actor de los años 60 o vete tú a saber de cuando, y luego esa frase que te caló hondo, y luego darle vueltas otra vez a lo mismo, que si él, que si ella, que si lo que dijeron, que si esto que si lo otro, que si a qué hora pongo el despertador mañana porque joder solo quiero dormir! Tu cabeza no puede más, pero ves la almohada llamándote y sonríes. Por fin, a la mierda con todo, me las piro a sopar!

Y cuando crees que no puede ir peor, empiezas a soñar, y en tus sueños sale él, yl luego ella, y ellos, y ellas, y la mierda esa que tanto te frustra, y de repente un asesino, o te has perdido, o no puedes saltar los muros, o vete tú a saber qué, y pasas toda la noche soñando angustiada. Y entonces es cuando te despiertas, y dices: putas pesadillas!

Pero entonces empieza tu día, y es más de lo mismo.



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