Thursday, January 31, 2013

Fueron tiempos mejores. No es que estos sean malos. Es que aquellos fueron brillantes. Sí, dos faros me guiaban siempre a buen puerto. Y no había noche que acabara mal. Si lloraba en su regazo, ella siempre me entendía. Sin necesidad de preguntar. Y que fácil era sin palabras. Así, sin más. Que fácil era saltar. Y dar media vuelta. Sólo porque estaba ella. La nieve me dejó de molestar. Y madrugar no era un problema. Hacía que el mundo cambiara de colores. Pintó un nuevo amanecer para mí. Sólo con entrar por la puerta, y sin necesidad de pincel. Y si la hubieras conocido, llorarías tú también. El vacío en este lado del sofá lleva su nombre. Me lo tatué porque necesitaba hacerlo. Ella no lo ve, ella no lo siente. ¿Dónde está? Porque yo estoy con ella, pero ella no está conmigo. No la veo. Quiero verla. Mataría por verla. Tráemela. Sin ella, no quiero nada más.


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