Monday, January 21, 2013


Las horas que le robo al sueño sirven de inspiración. Las ideas fluyen libremente. También el dolor. Un océano de pensamientos sin demasiado sentido. Los quiero lejos de mi, lejos. Pero me acuesto y todavía no se han ido. Siguen ahí. Todos y cada uno de los recuerdos prohibidos. Las palabras que desgarraron el alma. También aquellas que la hicieron sonreír. Siguen ahí todas las dudas. Todos los problemas que no tienen solución. Y mi piel siente el frío pero no le importa. El calor proviene de mi interior. Y eso me basta. Al menos por ahora. No puedo entender tantos enigmas que mi cerebro se frustra y me pide perdón. Pero respiro profundamente y pienso que la diferencia no es tan significativa en realidad. Y sigo con lo mismo. Mis manos mantienen bien el ritmo. Mis ojos dejaron ya de llorar. No puedo definir mi estado sin una función. Y ahora mismo no sé cuál sería la adecuada. Así que lo dejo sin definir. Mi cabeza a punto de estallar. Mil pensamientos que chocan con violencia. Y sólo tengo una puta pregunta en la cabeza: por qué? Se repite constantemente. Y nunca me deja tranquila. Pero no sé la respuesta. No la puedo saber. Y en mitad de tanto barullo, sólo hay algo que realmente importa.

Si, eso es. Y eso será siempre.

20 de octubre de 2010

No comments:

Post a Comment