Sunday, January 20, 2013

Un toque de atención. Dos. Te pueden las sábanas. Una mañana no tiene sentido sin desayuno. Otro toque de atención. El sol no quiere salir. Me da igual, me gusta el gris. En la cabeza una canción. Tarareas bajito mientras barres la cocina. La importancia de los pequeños detalles. Estás fregando la olla, en la radio suena esa canción. Subes el volúmen. Ya estás bailando por toda la cocina. Te importa una mierda la olla. Cantas como si no hubiera mañana. De repente bajas otra vez al suelo, la siguiente canción es una porquería. No soy nada sin su voz.

Escrito el 3 de julio de 2012

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