Volví para vencerlo,
al miedo.
Para acabar con todos mis fantasmas.
Con el monstruo que dormía debajo de mi cama,
encima,
en todos los putos lados.
Volví para alzar la voz
quedándome callada.
Para decir: aquí estoy,
he venido a redimirme.
Del único pecado del que
no estoy orgullosa.
Del único pecado que no repetiría.
He venido para redimirme,
de ti,
de nosotros.
De aquello que no fuimos
ni una sola vez.
He venido para decirte hola en la primera frase,
sabiendo que el adiós viene después del punto.
He venido porque me lo debía,
a mí.
No porque te debiera nada.
Porque los errores suelen ser
cosa de dos,
pero la redención
sólo es cosa de uno.
Y hoy elijo salvarme.
No comments:
Post a Comment