No voy a contarlo,
es devastador.
Como cuando pasa un huracán
y se lo lleva todo.
Igual de voraz
y efectivo.
Una fuerza destructora
que acaba con lo poco que queda.
Destiérrame de esta trinchera,
joder.
Y así la vida
sigue girando,
una vuelta
cada 24 horas,
mientras
adentro
todo sabe a plomo.
Cuando recuerdo
esos momentos,
me tirita el alma
y me cuesta respirar.
No comments:
Post a Comment