Wednesday, March 19, 2014

Le he llamado, y me ha dicho que nadie le había felicitado, ni mi bro, ni mi ama. Lo de mi bro me lo esperaba, es un radical que no cree en nada. Lo de mi ama también es normal, al fin y al cabo es su marido, no su aita. Me ha cogido y en su tono de voz he percibido que estaba contento. Me dice: tú eras la esperanza. Para mí todos los días son el día del padre, de mi padre, del que ha hecho de mí lo que soy, del que me lo ha dado TODO, absolutamente TODO. Me ha enseñado a ser buena persona, (él es un pedazo de pan gigante), me ha enseñado a leer, a amar la literatura, me ha hablado del mundo, de las culturas, de la gente, de política, de economía, de fútbol. Ha sido mi Google particular. Me ha protegido, me ha abrazado, me ha dicho que me quiere. Me ha recogido cuando me he caído y nunca me ha dejado tirar la toalla. Ha creído en mí cuando ni yo creía, y me ha hecho ser más fuerte. Estoy siguiendo sus pasos, porque no creo que pueda ser nada mejor que lo que es él. Y creo que siempre, desde pequeñita, en lo más profundo de mi, quise ser periodista porque él lo era. Tenía una colección de periódicos que ni os imagináis, de todo el mundo, de todos los países, una puta burrada. Y cuando mi madre me pasaba el periódico para que leyera sus artículos, me sentía tan orgullosa, la niña más feliz del planeta, porque la foto de su padre salía en ese papel gris y amarillento que olía a libertad. Y es que cuando pienso en él, se me hincha el pecho de orgullo, porque es la mejor persona que he conocido en mi puta vida entera, hijo de otra gran persona que era mi abuelo, y padre de otra grandísima persona que es mi hermano. Yo hago lo que puedo. Y hoy al llamarle me ha dicho: ni una colonia, ni una corbata, nada. Y le he dicho: aita, sabes que tienes una hija pobre, pero el día que tenga dinero, te compro un barco, o lo que quieras. Y es que no hay nada que no le daría, nada que no haría por él. Es la suerte de mi vida. La mejor persona que podría tener cubriéndome las espaldas. Y lo que le quiero, dios mío,  para cuantificar lo que le quiero necesitaría otros mil universos.

1 comment:

  1. Wow. Si algún día mi hijo me escribiera algo así... Tendré que esforzarme mucho para conseguirlo.

    Y no creo que él necesite ni colonia, ni corbata, ni un barco después de leer esto. El yate más lujoso sería una mierda para él comparado con esas líneas que tú has escrito.

    Ahora que pienso... espero que él sepa que tienes este blog. A lo mejor ni siquiera lo sabe. Eso sí que sería triste e injusto.

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