Friday, January 17, 2014

Era imposible. Como volar o escalar el Everest en chancletas. Ese tipo de imposible. Y no es que ella no fuera consciente, no. Pero eso no parecía surtir ningún tipo de efecto en su perspectiva. Cuando le decían:
'A ver, ¿no te das cuenta de que no puede ser?', contestaba 'No, eso no es exactamente así. De acuerdo, no es probable que pueda ser, pero imposible, lo que viene siendo imposible en el sentido estricto de la palabra pues no lo es. Imposible es cruzar el estrecho buceando por ejemplo, porque nadie aguanta tanto tiempo sin respirar, pero esto no es imposible.' Sus amigas se desesperaban. Era como intentar hablar con una piedra. Era cabezota y testaruda, y estaba loca. Y así se embarcaba en monólogos que nadie podía rebatir porque no tenían ningún sentido. Pero a ella le daba igual. Y es que una determinación gigante se había apoderado de ella: había decidido ir. La llamarían kamikaze y todo lo que quisieran, pero en su fuero interno sabía que al fin y al cabo tampoco era tan terrible, y que bueno que si no le salía bien tampoco pasaba nada, pero que lo peor de todo sería quedarse sin intentarlo, porque la vida es una, y pasa y te jodes, y el tiempo no se puede rebobinar, y luego te quedas con cara de idiota esperando sentada en un columpio que ya no vuela, mirando a la nada, como si pensaras que quizá por alguna esquina alguien fuera a aparecer y te pudiera volver a dar la oportunidad de salir corriendo. Pero no. Y no es que se hubiera enamorado ni nada parecido, porque para eso faltaban más de 40 lunas, llenas me refiero. No no era eso. Simplemente era que desde el momento que le escuchó algo se removió dentro de ella, y pensó que si tenía que ser rechazada por alguien, quería ser rechaza por alguien con esa voz. Y seguramente estaría loca. Pero si estar loca significaba hacer lo que las entrañas te pedían a gritos, y ponerlo todo del revés, y atreverse, y saltar, y hacer el ridículo mil veces, pero que el corazón te latiera a mil por hora y que sintieras todo el rato como que te estabas cayendo por el agujero de Alicia, entonces, no le importaba una mierda estar loca del todo.

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