Wednesday, February 19, 2014

Él está malito de nuevo, y como le pase algo yo me muero. 

Aunque al final siempre termina pasando. No estamos aquí para siempre, y esa idea acojona. Hay que hacer las cosas que el corazón te pide que hagas, antes de que sea demasiado tarde. El corazón, y las entrañas. Pero a veces no hay ovarios, y te quedas sin respiración y parece que el mundo te engulle como la ballena a Jonás. ¿Y así andamos no? Intentando rozar la inmortalidad con las manos, intentando alargar las horas, creyendo que el mañana siempre estará ahí.

Y lo peor de todo, es que si le digo que le quiero,
ni siquiera sabría de lo que le estoy hablando.

A mi abuelo le perdí el día que la enfermedad
se llevó su memoria y sus recuerdos.

Ahora sólo me queda su cuerpo
y esa carita arrugada
que me recuerda
que aunque fuera un gruñón,
para mí siempre tenía una palabra bonita.

Por favor,
no desperdiciéis las ocasiones
de decirles a esas personas
que llenan vuestra vida de colores
lo mucho que las queréis.

Un "te quiero" a tiempo
cura las heridas.

3 comments:

  1. ¡Vamos Mikele! ¡Ánimo! Y no pienses que él no sabrá de que les estás hablando, joder. ¿Y si el problema no es que no te entienda, si no que se ha olvidado de como expresar que te entiende? Tú no sabes como está su mente, te haces una idea en función de lo que percibes, pero realmente no sabes si te entiende o no. Así que díselo y repíteselo. Cien veces. Mil veces. Un millón de veces. ¡No te canses jamás de repetírselo! Puede que tú tengas razón y sólo te quede su cuerpo, y puede que no, puede que él siga estando ahí dentro. Y si es así todavía estás a tiempo, ostia.

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  2. Sí, Jose, intento tener ánimo, pero es difícil. Lleva muchos años ya malito, y no se acuerda de nada. Esta cada vez peor y a mí se me rompe el corazón. Yo le hablo todo lo que puedo, y le miro, y le doy mimos. Espero que le llegue todo el amor que le intento transmitir. Muchas gracias por tus palabras, de verdad, las agradezco un montón. :)

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  3. No me gusta ver a nadie sufriendo. Y tú sufres bastante, Mikele. A veces cuando leo cosas como esta entrada, te imagino en esa habitación verde torturándote, con tu boli y tus folios, y llorando. Y joder, se me rompe el alma. Mientras siga leyendo tu blog, que espero que sean muchos años, siempre vas a tener mis palabras de apoyo, cuando vea que las necesitas.

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