Me he pasado media vida perdiéndome conciertos. Porque no tenía con quien ir, porque no tenía dinero, porque estaban demasiado lejos y no tenía cómo ir, o no me dejaban mis padres. Siempre así. He vivido el rap en solitario, sin nadie con quien compartirlo mano a mano, sin nadie con quién hablar de raperos, de grupos, sin nadie con quien ir a los bolos. Podía no haber sido un problema, si yo hubiera sido de otra manera. Más atrevida. Más echada palante. Si no tuviera miedo de las aglomeraciones, y de cuando se junta mucha gente en un sitio, porque me agobio mucho y me entra ansiedad. El único festival al que he ido por ahora fue el Getafe en Vivo del 2010. Fui con unos colegas del pueblo, que ellos no iban por el rap, iban por el rock, pero iban, eso era lo que contaba. Fueron tres días cojonudos. El primer bolo que vi fue el de Shotta. Me acerqué sola a la zona del rap, y busqué un sitio estratégico, desde el cual pudiera ver bien pero no tuviera que meterme en todo el bollo. No es lo mismo, pero aun y todo me lo pasé guay. A continuación Duo Kie, también sola. Con la cámara en la mano, flipándolo. Disfrutando como una enana. Tuve más suerte con Violadores, Nach, Tote y La Mala, fui acompañada. Conciertazos increíbles desde luego. Pero en ninguno tuve los ovarios de tirar palante, pa la primera fila. Era una época en la que andaba con movidas y tal, y bueno me agobiaba fácilmente en sitios petados. Aun así, para mí aquello fue super importante, y una puta experiencia de la ostia. Ahora ya no soy tan cría, aunque mentalmente no supere los 13. Creo que he aprendido a superar ciertas cosas, y también creo que tengo al lado gente increíble, que aunque no vivan el rap, aunque no lo sientan, por mí se tragan un bolo entero, y eso no se paga con dinero, hacedme caso. Y es hora de empezar a darle caña al asunto. Los bolos en directo son lo primordial. Donde surge la conexión entre el rapero y su peña, dónde lo sientes en tu carne y en tu alma como nunca, donde les apoyas a muerte, y ellos te dan todo lo que llevan dentro. Eso tampoco se paga con dinero. Y en un país dónde la peña lo quiere todo gratis, la música está bien jodida. Y ya no te digo el rap, que es un género que no está tan reconocido, aunque cada vez se mueve más peña, se llenan más salas, se hace más enorme todo esto. Y estoy harta de quedarme en casa. De no dejarme la garganta y el alma en esas salas. De no estar, joder, de perdérmelo. De ser la pringada que siempre está sola y no sabe cómo coño ir a Madrid, cómo bajar a Sevilla, cómo apalancarse en el Viña. Que ya no es sólo el hecho de apoyar esto que llevo en la puta sangre, y ayudar a que crezca y se haga más grande. Va más allá. Se trata de lo que mi alma necesita, de lo que mi mente necesita. Alimentarse de todas esas frases soltadas en directo a doscientos por hora. Y si todos mis sueños están dirigidos hacia esas ciudades donde sé que se suda rap, ¿por algo será no? Así de claro joder.
Me prometí a mi mismo que sólo te leería, que no te comentaría más, pero se hace tan difícil. No soy nadie para decirte lo que está bien o mal. Pero te puedo hablar de mí. Para mí tu rap era mi heavy. Y yo vivía en Barna. Y había un montón de conciertos cada año y nunca iba. Como a ti no me gustaban las aglomeraciones, soy bajito, 1,70 y casi todo el mundo era más alto que yo y en el único concierto que fui casi me ahogo y tuve que salirme para afuera, pero al menos lo viví y es un recuerdo que jamás olvidaré. Y me decía: el próximo año iré, no tengo pasta, no tengo con quién ir, prefiero escucharlos en casita en cinta (sí había unas cosas que se llamaban cintas de cassette, puedes buscarlas en la wikipedia para ver como eran). Y tic-tac-tic-tac-tic-tac. Tic. Tac. Creéme no es una sensación agradable sentir que tu vida se ha ido por un sumidero sin que hayas hecho lo que realmente querías hacer, sentir que no has estado, que te lo perdiste, que no lo viviste, que jamás viste a Dickinson cantar en directo, ni a Lombardo o Ulrich tocar su batería, ni a Mustaine su guitarra, ni a Yngwie tampoco, que no viste cantar ni a Ozzy ni a Dio, que te lo imaginaste, sí, que lo viste en vídeo, sí, pero no lo viviste. Que ahora puedes hacerlo, pero ahora ya no hay ganas, y ellos, sí, todavía siguen viniendo, algunos están muertos como Dio, pero los que no ya son viejos, rondan los 50-60, y ya no es lo mismo, ni siquiera se aguantan en el escenario y los nuevos cds que sacan son una mierda. Si no me he descontado, tienes 24 o casi, es ahora, Mikele. Ahora. No mañana. Ahora. Si realmente es lo que tu alma necesita, lo que tu mente necesita, si todos tus sueños están dirigidos hacia esas ciudades, es ahora. Haz lo que tengas que hacer, arriésgate a conocer a quién tengas que conocer, saca la pasta de dónde sea, pero no te quedes en casa, busca una respuesta a todos esos "cómo" y vívelo, porque si no lo haces te prometo que te arrepentirás.
ReplyDeleteTienes toda la razón. Y es lo que pienso hacer. No me voy a quedar nunca más en casa. :)
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